05. Him in Blue

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Si le preguntasen que es lo que mas le gusta de Conway, sin duda respondería que son esos musculos apretados en una camisa azul con pantalones negros un poco mas ajustados de lo normal mientras grita a dos gilipollas de la ciudad.

Freddy se sentía deleitado con la excelente vista enfrente suyo, no había nadie más en la sala de interrogaciones y las cámaras se encontraban en bucle. Mientras estaba sentado en una de las esquinas fumando un cigarrillo, observaba a Conway caminar alrededor de la sala como un cazador intimidando a su presa.

Especialmente le encantaba cuando se apoyaba en la mesa para hablarle a uno de los sapos a la cara, porque en ese momento los botones en la camisa de Conway tenían que luchar fervorosamente para mantenerse unidos.

Freddy empezaba a sentirse mareado, poco a poco perdiéndose en aquellos hermosos pliegues azules que abrazaban el cuerpo del otro que había elegido utilizar el hombre frente suyo en un día tan caluroso.

En su mente empezó a imaginarse a sí mismo arrancando aquella camisa con sus manos y marcando cada centímetro de la piel del mayor. Delinear con su lengua las marcas de quemaduras que corren desde su abdomen hasta el rostro del otro. Quería que aquellos musculosos brazos lo apretaran con fuerza mientras él entierra sus uñas en la ancha espalda de Conway.

"¡Te voy a meter la polla hasta que cantes!," gritó Conway a uno de los hombres magullados enfrente suyo, sacando la porra del cinturón.

El rostro y la camisa de Conway empezó a llenarse de sangre tras cada porrazo que lanzaba a los dos hombres que gritaban adoloridos pidiendo que parase. Ver a Conway con esa sonrisa de satisfacción mientras se mancha de sangre le ponía demasiado caliente, aquella locura era lo que principalmente le había volverse loco por él.

Freddy dio unas últimas caladas a su cigarro mientras veía como los dos sapos caían desmayados después de la golpiza que recibieron y ver a un Conway desenfrenado que poco a poco volvía a su regular apariencia tan recta y apropiada.

"¿Vas a dejar de desnudarme con la mirada, Freddy?" dijo Conway volteando a verle con una sonrisa picaresca.

"Estaba esperando que termines, pituco"

Freddy dejó caer el cigarro al suelo y lo aplastó con su zapato para tomar a Conway del rostro y besarlo con pasión. Sus labios se movían estrepitosamente, casi doloroso, pero necesitados del sabor del otro. Freddy aprovechó y empujó a Conway para que este se sentara sobre la silla y se subió con dificultad en su regazo. Las manos de Conway le tomaron por la cintura inmediatamente después de sentarse en su regazo mientras Freddy buscaba desabrochar los botones de la camisa con dificultad.

Harto sucumbió ante sus deseos y con fuerza abrió la camisa lanzando los botones por toda la habitación.

"¿Te ha gustado mi nueva camisa, eh?, trucazo" dijo con desdén mientras tomaba al otro de la mandíbula para separarlo de sus labios.

"Me encanto, neno. Pero más me ha gustado quitartela," respondió con una sonrisa llena de satisfacción.

Freddy apretó cada centímetro del abdomen y del pecho de Conway, deleitándose con los escalofríos en la piel del otro. Fue dejando besos por el cuello del otro, el pecho y sus musculosos hombros hasta llegar a una de las marcas de quemaduras que empezó a delinear con su lengua hasta llegar a los labios y unirlos en otro beso lleno de desesperación.

Llevó sus manos hasta el cinto que llevaba Conway y finalmente se lo quitó, dándose paso para desabrochar sus pantalones y masajear su miembro por sobre las telas.

Se bajó del regazo del otro hombre para arrodillarse en medio de sus piernas y pasar su lengua por sobre la tela que arropaba el punzante miembro de Conway. Poco les importaba que habían dos hombres desmayados en la habitación con ellos, o que alguno de los superiores llegase a asomarse por el vidrio doble que dejaba ver con detalle desde una habitación al lado lo que pasaba dentro de la sala de interrogaciones.

ONESHOTS FREDWAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora