Capitulo 12.- La Liberación de Ejei

224 37 8
                                    

Barkov observó al enemigo, una multitud de campesinos organizados con espadas, lanzas, arcos y flechas, rodeando la ciudad "fortaleza" de Ejei, la ciudad estaba sitiada desde hacia relativamente poco tiempo, pero los efectos del combate eran palpables, quemaduras en las paredes, una puerta quemada y tapiada con cualquier cosa suelta y al azar, habían llegado justo a tiempo para contemplar el asalto final enemigo, entre que movilizaban a las tropas, los vehículos y se coordinaban los planes con los britanos, los rusos tuvieron que organizar una fuerza de respuesta, 20 mil hombres y Barkov estaba a la cabeza, las piezas de artillería autopropulsada rusa las SO-152 se habían posicionado en una línea frontal, 24 unidades cargadas y listas, detrás de ellas, había 8 mil soldados y 72 tanques T-96 Kotov, una bestia blindada de 82 toneladas, con un cañón de 240 mm, era la respuesta rusa para aplastar a los tanques M1 Abrams, lastimosamente jamás podría saber si estas máquinas podrían aplastar los blindados americanos como la chatarra occidental que era

- ¡General! ¿sus órdenes? - preguntó un soldado

- ¿El coronel kotov está en su posición? - pregunto Barkov con indiferencia, observando y calculando cuántos soldados enemigos habría

- ¡Así es señor! - respondió enérgicamente el soldado

- ¡Excelente! en ese caso procedan con el bombardeo de apaciguamiento - ordenó Barkov, luego sonrio - despues que la infantería avance, sin cuartel para los fascistas - indicó

- ¡Sí mi general! - gritó el soldado

Barkov observó en silencio mientras los cañones de 152 mm se alzaban sobre su arco, su objetivo eran formaciones cerradas de infantería, uno de sus oficiales había preguntado si deberían advertir al enemigo sobre su ataque, "es una estupidez" le respondió Barkov, ¿a quien se le ocurriría avisar al enemigo de su ataque? si el enemigo empezaba a correr sería más difícil reducirlos, alzó la mano, en cuanto la dejara caer, sería la señal para comenzar el bombardeo, sonrió por la posibilidad de cosechar éxitos de forma tan sencilla, ¿Que mejor manera de escalar de rango que abusando de débiles e indefensos? Simplemente otro día en el trabajo pensó

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Adem observó la situación, de la noche a la mañana había descubierto un ejército completo frente a él, había recibido informes sobre cómo la flota del reino de mas de 4 mil barcos había... desaparecido, cuando los wyverns volaron hacia la ubicación de la batalla para comprobar el estado de la flota cuyas comunicaciones mágicas habían sido cortadas abruptamente, encontrando los restos de las naves, cadáveres de hombres y wyverns flotando a la intemperie en el mar, ¿que los había destruido? ¿Podría Qua-Toyne tener tal poder y simplemente haberlo ocultado? ¿Habían sido apoyados por sus aliados rusos y britanos? había escuchado rumores sobre ellos, los britanos habían establecidos extrañas fortalezas cuyas torres ocasionalmente ardían durante bastante tiempo en Quira según algunos espías, estas fortalezas estaban ubicadas sobre los grandes charcos de agua negra y eran custodiadas por lo que debían ser soldados, los rusos habían establecido una base naval en Maihark y en la capital de Qua-Toyne y eran el enemigo más probable en esta guerra por su alianza con el principado

Por eso, había conseguido trasladar a su ejército hasta Ejei en marchas forzadas para sitiar la ciudad, había sido temerario no enviar exploradores antes, pero necesitaba asegurar Ejei, que le daría un control mucho más amplio de las zonas circundantes y sería una mejor base de operaciones que Gim, proporcionando una mejor defensa y un centro de suministros más cercano, pero lo que más deseaba Adem estaba detrás de esas puertas, había bastantes semi-humanos en la ciudad, en Gim había sido bastante creativo al respecto al momento de tratar con esta plaga

Rusia Invocada: El AlzamientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora