Sugawara Kimura era hijo de campesinos, que fueron hijos de campesinos, y que eran hijos de campesinos, el decidió que no iba a ser otro campesino más, y ahora se arrepentía, estaba lejos de casa, sin su padre, sin su madre, sus hermanas y hermanos, sus amigos estaban muertos y los malditos nórdicos gravalkanos estaban pululando por toda la línea frontal, iban con uniformes grises, y parecían bastantes confiados de su cobertura, el pelotón de Sugawara estaba defendiendo un viejo almacén capturado, sus órdenes eran esperar hasta que el grueso de las fuerzas aliadas terminaran de desembarcar.
Debían mantener la posición a cualquier costo, sintió un leve nerviosismo, y levantó su tipo 4, un fusil semiautomático con una capacidad de diez proyectiles del 7,70 x 58 Arisaka, era el arma estándar del ejército imperial, el sargento Kubota se acerca a una de las ventanas del almacén, su tipo 99 es una ametralladora ligera, con 30 balas en el cargador, cruzan una mirada rápida, y el sargento un viejo veterano sonríe con confianza.
- No te asustes niño, los cobardes mueren primero - indica y vuelve a centrar su atención en la mira de su arma.
Un momento de silencio, los soldados del pelotón están mirando hacia las aparentes tranquilas calles de la ciudad, Sugawara odiaba todo este asunto urbano, y por primera vez deseó estar en su pequeño pueblo, tan lejos de la civilización, de repente observo como un soldado enemigo salía de un callejón, rápidamente era seguido por varios soldados más, todos con armas que estaba seguro lo desgarrarían con unos cuantos disparos.
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(Soldados de Gra Valkas)
Sugawara, se colocó bien la culata del tipo 4 en el hombro, nadie había disparado, y no deseaba ser amonestado por disparar primero, en caso de que no hubiera orden de fuego, y arruinara alguna magistral emboscada del teniente Maruyama, que siempre parecían arruinar en el momento menos oportuno, sin embargo, esta vez no fue así.
- ¡Manden a los cabrones al infierno! - gritó el Teniente Maruyama desde el piso de arriba
Sugawara apretó el gatillo tres veces, el golpe del arma fue lo primero que sintió antes de escuchar el disparo, otros dos disparos más, y un soldado caía al suelo muerto, su casco rodó levemente en círculos alrededor de su cabeza, un segundo soldado regresó a querer auxiliar a su camarada, sin embargo, el sargento se anotó una baja cuando la cabeza del hombre explotó por los disparos del tipo 99.
Disparos de represalia de edificios cercanos, anunciaron que la emboscada estaba volviéndose rápidamente un tiroteo, Sugawara decidió que debía salir vivo de este lugar de mierda, disparo hasta que su Tipo 4 se descargó con un chasquido metálico, se agacho para cambiar de cargador. Un cuerpo cayó frente a él con un golpe sordo, Sugawara pudo observar el rostro sin vida de Imai, el cabo de su pelotón, con un agujero de bala en la cabeza.
