El Lobo Dormido

~~Capitulo LXVI~~

Fluke es perseguido

Cuando me di cuenta de que me estaban persiguiendo, me quité la capa y viré en otra dirección, esperando que los lobos no estuvieran lo suficientemente cerca para verme todavía.
Si tengo suerte, tal vez pueda desviarlos de mi rastro, aunque sólo sea por un momento. Yo también
tiro la linterna. La luz de la luna es tan brillante que puedo ver el bosque bastante bien, y la nieve es tan profunda que no tengo que preocuparme por pisar rocas o palos.
Tomo los dobladillos de mi túnica con ambas manos y corro lo más rápido que puedo, más rápido que nunca antes.
Veo un arroyo estrecho a mi derecha, una corriente constante de agua que fluye a lo largo de las orillas, liberando vapor en el aire. Me doy cuenta de que el arroyo debe ser termal, como los estanques alrededor del círculo de piedras. Por un momento me debato sobre saltar al agua, anhelando el calor y sabiendo que el agua disfrazará mi olor.
¿Pero qué pasa si tengo que volver a salir a la nieve? Me preocupo. Podría morir de hipotermia más rápido de lo que los lobos podrían atraparme.
No me parece. La voz en mi cabeza responde. Los lobos te atraparán primero a menos que encuentres una manera de deshacerte de ellos. Ni siquiera es como si pudieras trepar a un árbol, ellos pueden moverse y trepar de verdad. Será mejor que tengas razón en esto. Gimo internamente, saltando al lecho del arroyo. El agua me llega a la cintura y el calor rápidamente se filtra a través de mi túnica. Me sumerjo bajo la superficie, sabiendo que seré más rápido nadando que corriendo. No
me detengo para tratar de rastrear a mis perseguidores, simplemente voy lo más rápido que puedo, rezando para que este loco plan haya funcionado, rezando para que Tantachj esté en alguna parte,
viniendo a ayudarme.
Odio depender de alguien más y odio sentirme impotente, pero sé que eso es exactamente lo que soy en esta situación. Estoy a merced de estos lobos y de la rapidez de Tantachj, y eso me dolería bastante incluso sin saber que mi debilidad también está amenazando la vida de mi bebé.
Nado hasta que el agua se vuelve demasiado poco profunda, salto de nuevo a la nieve y despego de nuevo. Escucho un rugido detrás de mí y sé que he fallado. No los descarté en absoluto, probablemente sólo los mantuve a raya por un tiempo. Examino el bosque delante de mí, buscando cualquier cosa que pueda ayudarme. Tardíamente me doy cuenta de que debería haber conservado mi linterna y prender fuego a esos bastardos, pero entonces. en retrospectiva siempre es 20/20.
Maldiciéndome, me enfoco en algunas rocas y veo una estrecha grieta entre las enormes piedras. Sé que es mi única oportunidad. Por una vez, ser pequeño podría ayudarme, pero sólo si los lobos no son lo suficientemente fuertes como para atravesar las rocas. Hace un mes habría pensado que esto
era un hecho, pero ahora no estoy tan seguro.
Me meto en la grieta justo a tiempo, porque tan pronto como me meto en el estrecho espacio, un peso enorme choca contra la roca. Gruñidos y gruñidos me rodean, y garras comienzan a escarbar en la abertura de las rocas, tratando de agarrar mi piel y arrastrarme fuera.
La única dignidad de la que puedo presumir es que no me orino, pero ciertamente lloro y lloro como
un bebé. Estoy sollozando de terror, deseando nunca haber aceptado este estúpido ritual.
Esta no es la primera vez que pienso que voy a morir, pero esta vez importa mucho más. Esta vez no será sólo mi vida la que se perderá. Quizás pueda aceptar mi propio fin, pero no puedo soportar la idea de que mi bebé muera antes de haber tenido la oportunidad de nacer. —Por favor—, rezo, sabiendo que la Diosa probablemente no se preocupará por mí, pero esperando que sí se preocupe
por mi hijo. —Por favor ayudenos.—

Tantachj

Fluke está corriendo. Mi lobo aúlla de alegría.
Por supuesto que está corriendo. Pienso divertido, ese es el punto.
No, quiero decir que el no va a parar. Mi lobo aclara, dando vueltas en mi cabeza. ¡Mío, el finalmente es mío!
Se necesitó toda mi fuerza de voluntad para esperar los cinco minutos completos para darle ventaja
a mi pequeño y travieso humano, y mientras me preparo para cambiar, me pregunto si mi lobo sabe algo que yo no. Seguramente se está adelantando a sí mismo. No sabremos qué decide Fluke hasta que lo alcancemos, pero él parece pensar que esto es un trato cerrado.
Sabía que existía la posibilidad de que Fluke desobedeciera mis instrucciones y huyera de mí esta
noche, y mi lobo interior ciertamente había rezado para que me diera la excusa para finalmente hacerlo mío, pero todavía me siento ansioso por la situación. Preferiría llevar a Fluke a la cama cuando tenga el control total, y sé que tan pronto como me cambie eso saldrá por la ventana. Al mismo tiempo, le advertí a Fluke que hacía mi parte y dejaba la decisión en sus manos.
Sé que mi desgana y preocupación desaparecerán tan pronto como le dé rienda suelta a mi lobo, así que le doy una última orden antes de transformarme. Tenemos que ser amables.
Él gruñe en respuesta, como ofendido porque podría pensar que lo olvidaría. Después de todo, su
trabajo es sólo atraparlo, todo lo demás viene después de que haya regresado nuevamente. Aun así,
sé por experiencia que la neblina del solsticio le deja en gran medida el control y no correré ningún riesgo… no con Fluke.
Con un repentino borrón y un fuerte crujido, me transformo, deteniéndome solo para aullar antes de despegar hacia la noche. El aullido es principalmente para mostrar: Fluke podría oírlo, pero no lo sentirá como lo siente un lobo. El no estará temporalmente congelado en su lugar, luchando contra mi poder sobre el, mi exigencia de que responda a mi llamada. El no entenderá que esta es su primera oportunidad de someterse, que alzar su propia voz en el aire sería aceptarme como su compañero incluso antes de que lo haya atrapado.
Capto el olor de Fluke y sus huellas al instante, un escalofrío de excitación recorre mi cuerpo mientras pienso en todo lo que voy a hacer una vez que lo atrape. ¿Se protegerá como debería y
dejará de correr, o me provocará? ¿Quiere el estar conmigo tanto como yo quiero estar con el?
¿Sus instintos básicos la harán entregarse a la lujuria, a pesar de su humanidad? De cualquier manera, lo llevaré a casa y lo malcriaré por haberlo hecho tan bien con Luk esta noche, pero la verdadera pregunta es cuánto nos divertiremos primero.
Con la magia en el aire esta noche, me pregunto por qué hemos estado luchando tanto contra esto.
Conozco todas las razones, por supuesto, pero bajo la luna y las estrellas todas parecen tan tontas.
No me importa que Fluke no sea un lobo, y no me importa que hayamos empezado con una mentira.
Sólo lo quiero a el.
Vuelvo a aullar, pero poco después capto el olor de otros lobos; lobos que no deberían estar cerca de estos bosques, especialmente esta noche. Inmediatamente reconozco uno, recordando su olor en el callejón detrás del club donde Fluke fue atacado. Mi lobo gruñe ante el mero recuerdo y por mucho que quiera atacar, tengo que averiguar cuántos hay y dónde están ubicados.
Huelo el aire de nuevo, aguzo los oídos para detectar más sonidos y escudriño los densos árboles.
La furia y el miedo chocan contra mí cuando me doy cuenta de que hay al menos media docena de lobos en el bosque con Fluke y yo, y eso sólo puede significar una cosa: el Príncipe ha elegido la caza para realizar su próximo intento de asesinato. Sólo que esta vez creo que está apuntando a Fluke y a mí.
Hay cuatro pícaros siguiéndome, pero los otros dos están muy por delante. Sé instintivamente que han ido tras Fluke. Ya deben haber estado esperándonos en el bosque, y ahora mi dulce humano y mi cachorro podrían pagar el precio por mi distracción. Tal vez Luk tenía razón: he estado tan atrapado en el que me he vuelto descuidado. O tal vez Luk fue parte de eso y ciertamente ayudó
a distraerte. Mi lobo sugiere con saña. Puede que sea intrigante, pero no creo eso de el. Después de todo, si estoy muerto, el no puede ser rey. Y con toda honestidad, el fracaso seguiría siendo mío incluso si el estuviera conspirando contra mí. Nos guste o no, he pasado por alto las amenazas
que se gestan justo delante de mis narices. Es el ataque al canal otra vez, sólo que esta vez es mil veces peor. ¡Nunca me perdonaré si algo le pasa a Fluke y al bebé! Tengo que decidir rápidamente.
¿Envío a los lobos más cercanos a mí para poder perseguir a los atacantes de Fluke sin riesgo adicional, o voy directamente hacia Fluke y los enfrento a todos a la vez? Ciertamente, cuatro es más fácil de derrotar que seis, pero incluso un lobo contra Fluke es demasiado. Tengo que alcanzarlo antes de que puedan hacerle daño. Si hago una pausa para luchar contra mis propios atacantes, podrían matarlo fácilmente.
Desafortunadamente, los pícaros también parecen entender esto. Estoy corriendo hacia adelante, corriendo hacia Fluke con toda la fuerza y resistencia que poseo, cuando un enorme lobo rojo se lanza hacia mí desde un costado.