Oasis

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Esteban se levanta temprano, la noche fue fatal, casi no pudo dormir por la incomodidad del sofá, pero también por la sensación de inquietud. tiene un hada de cabellos dorados durmiendo en su cama.

se pasó la noche pensando en él, en su terror y su absoluta desconfianza, así como en cada una de sus heridas, golpes, cicatrices y en el misterio que ocultaban sus ojos, en ese dolor intenso que demostraban.

Se levanta mucho más temprano que de costumbre y baja a la tienda a comprar todo lo que se le ocurre bueno para Francisco. compra cereales, frutas, leche, panceta, huevos, tostadas, café y algunas cosas más, y en cuánto las tiene se pone manos a la obra y cocina con perfecta determinación, cómo nunca lo ha hecho antes.

sirve las tostadas con huevo y panceta por un lado, las frutas cortadas en cubo por otro, los cereales secos en el centro de una bandeja, con una pequeña jarra de leche junto, y por último el café, y camina hasta el cuarto, en dónde Francisco aún descansa con su cabeza apoyada suavemente sobre las almohadas.

Entra, deja la bandeja de desayuno en la mesa de noche y se sienta sobre la cama con mucho cuidado pero no el suficiente, y Francisco despierta al cabo de un instante, sobresaltado y desorientado.

—tranquilo, soy yo, te traje el desayuno— le dice intentando calmarlo

—¿desayuno?

—si, si...es una comida, la primara del día, quienes saben dicen qué la más importante

—¿quiénes saben?

—es una forma de decir, me refiero a...se dice que comer un abundante desayuno es bueno, te prepara bien para el dia, hay de todo—dice, tomando la bandeja— huevos, panceta, frutas, leche...

—no como panceta

—¿no? no lo sabía, perdón

—no como animales, creo que es cruel, ellos tienen alma noble, comer sus cuerpos es...bueno, no es bueno

Esteban siente la suavidad y fragilidad de su voz. lo siente tan delicado y amable, hablando de cosas que tienen todo el sentido del mundo.
se conmueve.

—entonces nada de carne, tenés todo lo demás, es todo para vos— le dice, entregandole la bandeja

—¿y vos?

—tomo café en la oficina, ¿como dormiste?

—bien...bueno, como pude, yo no duermo del todo cuándo estoy con ustedes

—siento eso. escuchame, yo tengo que irme, pero vuelvo a la tarde y...

—¿debo terminar esto antes o...

—no, podes desayunar tranquilo

—¿pero como hago?

—solo...come

Francisco intenta entender, se nota como procesa la información dentro de su mente

—¿cuál es el problema?

—nada, es que mis otros dueños me ataban las manos al irse, y entonces, si tengo las manos atadas no podré comer

Esteban tiene nuevamente esa opresión en el pecho, ¿quién pudo ser capaz de herirlo tanto?

—yo no voy a atarte ni encerrarte, y te repito que no soy tu dueño. eso se terminó ¿de acuerdo?

Fran no entiende como es posible una vida sin ser esclavo, pero afirma con la cabeza y se dispone a desayunar.

Esteban lo mira. es tan intensamente hermoso, tan inocente y sensible. sus movimientos parecen susurros, no hace ruido alguno, es delicado de pies a cabeza.

-tengo que ir al trabajo, vas a quedarte solo unas horas...

-¿podes quedarte hoy?

Esteban se conmueve ante ese pedido y piensa que puede resolver el asunto con un solo llamado, asi qué
toma el teléfono y marca de memoria el número de la oficina, y luego el interno de su sección, esperando que sea su compañero quién lo atienda. efectivamente, asi es

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—…y es por eso que hoy necesito tomarme el día, ¿podes cubrirme? es una gripe muy grande

Fran se ha sentado sobre la cama. tiene el cabello revuelto y las alas relajadas, en confianza, y lo observa curioso. no puede creer lo fácil que se les da a algunos humanos mentir de esa forma.

—bien, hoy no voy a trabajar, me quedo con vos—¿queres darte un baño? puedo darte ropa nueva, limpia. o podemos comer, creo que tengo para una ensalada. ¿pescado no comes? es animal, aunque no tanto...creo..o podemos...

—¿que es eso?— pregunta Francisco

Esteban sigue con la mirada lo que Francisco le indica y sonríe

—esa es mi colección de discos. tengo de todo, podría decirse que me apasiona...¿queres escuchar uno?

Fran le indica que si, aunque no logra comprender de todo a lo que se refiere.

Observa maravillado y con determinación cada uno de sus movimientos, como se pone de pie y se inclina hacía esos "colección de discos", como mueve sus manos tomando esa especie de cuadrado de cartón de colores. Finalmente y con la delicadeza de sus dedos, extrae de adentro un círculo negro y lo pone sobre una caja, bajando una pequeña extensión plana, y el círculo empieza a girar.

la música no es algo nuevo para él. en los sitios donde ha trabajado suele haber mucha música y muy alta, pero ninguna suena como esa, esta es una melodía suave y armoniosa, bastante agradable, y lo mejor de todo es Esteban,que parece proyectarse en ella, parece, simplemente, irse dentro de ella, tiene sus ojos cerrados, los dedos aferrados aún a la caja, y se nota que disfruta lo que escucha

—es bonito el colección de discos—susurra Francisco luego de unos momentos

Esteban abre los ojos avergonzado, por un momento se olvidó completamente de su compañía

—lo es ¿no? está es mi banda favorita. una banda es un grupo, son varias personas que se juntan y tocan instrumentos, uno de ellos canta y...hacen música

Francisco no comprende demasiado sus palabras. a decir verdad, durante los años que ha vivido entre ellos no ha conocido muchas palabras y sus significados, nadie se tomó la molestia de explicarle cosas y él no tiene el interés, o no lo tenía, hasta que conoció a Esteban, y de pronto todo le despierta gran curiosidad

—¿esta es tu banda?

—yo no toco en ella, yo no hago música. bueno, toco la guitarra, pero es un hobbie, no lo hago tan bien...esta banda se llama Oasis, es una de mis favoritas, y esta canción—dice, subiendo levemente el volumen—es...bonita, al menos para mí

—para mi también— comenta el hada sonriente, mientras la canción suena en el ambiente.

Se pasan la mañana así, escuchando discos.
no los completan todos, sino que Esteban coloca alguno, le indica cosas a Fran, le enseña y explica, luego lo saca y coloca otro.

"la guitarra acá suena de esa forma, porque es doble"
"este ritmo es distinto, es un guitarrista exquisito, es mexicano y ha tocado con los mejores"
"estas chicas son geniales, personalmente creo que las mujeres deberían tener mucho más reconocimiento, estás particularmente son..."
"estos cuatro son de Liverpool, Liverpool está en Inglaterra, su álbum blanco es..."

Esteban es un claro conocedor y amante de la música, y Francisco, con sus alas relajadas entorno a ambos, su mayor oyente.
esta obdubilado, tanto con la música hermosa que oye, cómo con todo el conocimiento que este ser humano tiene, y lejos de aburrirse desea saber más, se siente feliz de escucharlo, y agradeciendo de haber caído justo en su balcón.

Esteban comprende que jamás le ha hablado a nadie acerca de sus discos, nunca considero que fuese algo importante para compartir con alguien, pero Francisco lo escucha y parece disfrutarlo.
se siente feliz también, como no se ha sentido en mucho tiempo.

5: 𝐞𝐬𝐭𝐞𝐛𝐚𝐧 𝐱 𝐟𝐫𝐚𝐧𝐜𝐢𝐬𝐜𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora