Rescate

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Pipe maneja y Esteban va sentado a su lado, el jueves parecía no llegar más y en varias oportunidades ha pensado que quizás ya sea tarde, pero aguardo de todos modos y ahora ahí estaban, aguardando para entrar, con el camión cargado de licores y un par de mantas oscuras en el fondo.

el tipo de la entrada les permite entrar y Pipe lleva el vehículo hasta el fondo del lugar, estacionando sobre el patio.
la puerta lateral de la casa se abre y por allí asoma el segundo sujeto, morrudo, grande, y claramente armado.

Felipe lo saluda pero el tipo le hace un gesto con la cabeza para preguntar quién es quién lo acompaña

—es mi nuevo empleado, necesito que el trabajo lo haga él, estoy liquidado de la espalda, tuve una hernia hace un tiempo y...

—bien, a eso entonces— dice el tipo, abriendo la parte trasera del camión.

pronto, Esteban y el sujeto comienzan a descargar el camión mientras Felipe los observa fumando un cigarrillo, ganandose la mirada de desaprobación de Esteban que se siente algo utilizado.

al cabo de unos larguísimos veinte minutos, terminan.
Pipe se acerca a Esteban y le da la cartera, ganandose esta vez la mirada de ambos sujetos

—tenés ir a cobrarle al depósito, asegúrese de cerrar las puertas, no quiero que ninguno de esos asquerosos seres que pululan aquí vean mi plata

el tipo desconfía, pero en realidad le da igual y encamina hacia el depósito recién lleno de licores junto a Esteban, cerrando la puerta detrás suyo.

Pipe sabe que es el momento y entra, siente el corazón acelerado y mucho miedo, no sabe que puede encontrarse dentro, después de todo, él no va alli más de una o tal vez dos veces a la semana.

se mete rápido por los pasillos que conducen a las habitaciones de las jaulas,intenta abrir la puerta pero comprueba que esta cerrada.
empieza a desesperarse pero inmediatamente recuerda que el manojo de llaves yace a un costado, después de todo no es importante quién entra, si no que nadie salga.

prueba la llave con el numero 34 que es el de la habitación, y la abre, sólo para encontrarse con una oscuridad total que no le permite ver nada, y aquéllo le comprime el estómago

—¿Francisco?—pregunta con una voz absolutamente trémula. si se queda quieto sabe que puede escuchar sus dientes golpeandose entre sí

del otro lado hay silencio, sin embargo puede sentirse un sonido, como algo que se desliza

—Francisco, soy Felipe, vine buscarte, vámonos

silencio.

—estoy con Esteban, debemos darnos prisa.

ahora, el sonido vacilante se vuelve más claro y  siente a alguien acercarse lento, con miedo

—¿Esteban?

—si, te vino a buscar, debemos apurarnos, vamos a salir por el patio, entras a mi camión y te vas a quedar muy muy quieto— le dice Pipe a la nada, pues aún no se ha dejado ver.

Francisco se asoma dejando atrás la oscuridad y Pipe al fin lo ve

—¿Esteban vino por mi?

—vamos, hay que darnos prisa— le repite

Fran toma la iniciativa y sale por el pasillo, en dirección al patio.
Pipe vuelve a cerrar la puerta y dejar la llave donde estaba segundos antes de seguir al hada que parece estar sucio y golpeado.

mientras, en el depósito,Esteban busca hacer tiempo.
el sujeto le ha pagado por los licores pero él tarda más de lo normal, contando una y otra vez, equivocadose a propósito.

—escucha, ¿por que no dejas que esto lo haga tu jefe? estamos perdiendo tiempo y...

en ese instante la puerta se abre y asoma Pipe, algo agitado

—¿todo bien?

Esteban lo mira. le parece que ha tardado demasiado poco y teme que Fran no haya estado allí después de todo, comienza a preocuparse

—si...

—bien, si ya contaste la plata, vamonos, hay otras entregas

—¿nos vamos?

—nos vamos— le asegura él e intenta darle a entender que esta todo bien con la mirada, pero entiende que Esteban no logra captarlo.

el castaño se siente mal, pero guarda el dinero en la cartera de Felipe y sale junto a los otros dos.

Pipe intenta saludar al tipo en el momento en que pone el camión en marcha, pero éste ya se ha ido adentro. deben apurarse.

cuando llegan a la entrada, el custodio de allí le pide a Felipe que le muestre el interior del vehículo; éste lo hace, casi temblando de nervios y rogando que Francisco entienda el mensaje y le obedezca quedandose quieto debajo de las mantas.

al parecer, lo hizo, pues luego de una breve observación con una linterna, el tipo no ve nada extraño y los deja ir, al fin.

—¿no estaba? ¿no lo encontraste? ¿no está en este bar?— pregunta frenético Esteban, tiene la frente húmeda de sudor pero apenas se da cuenta

—no, no esta en el bar, esta en el camión

—¿en el...?¿en serio? dejame bajar, voy atrás con él

—claro que no, estos tipos no son idiotas, pueden vernos, solo aguanta un poco más, los llevaré a tu casa.

el camino es lento y silencioso, Esteban tiene nervios y ansiedad, pero esta contento, ha logrado rescatar a Fran, y eso es todo lo que importa ahora.

el camión ingresa al estacionamiento interno del edificio una media hora más tarde, y estaciona alli.
Esteban casi salta del mismo y corre hacia la parte trasera, abriendola jadeante.
no ve nada adentro, pero se percata de que las mantas están cubriendo un bulto grande

—Fran...soy yo, estamos en casa

Francisco se destapa y lo mira, el rostro de los dos se ilumina y el hada baja del camión apurado, feliz, lleno de una energía que creía haber perdido.

ambos se abrazan mientras Pipe los observa, siente algo de envidia, duda poder sentir algo asi por alguien alguna vez.

Él se despide y la pareja sube por el ascensor hasta llegar al departamento.

5: 𝐞𝐬𝐭𝐞𝐛𝐚𝐧 𝐱 𝐟𝐫𝐚𝐧𝐜𝐢𝐬𝐜𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora