Hija De Adam|Adam x Lute

Las pesadillas de Lyra

Resumen:
Después de escuchar la historia de Sera sobre el Jardín del Edén, Lyra comienza a tener algunos malos sueños... pero ¿son sólo pesadillas infantiles o algo más? Adam se enfrenta a Sera cuando comienza a notar que Lyra manifiesta rasgos que no son exactamente de naturaleza angelical, al mismo tiempo que no sabe cómo explicar que el Día del Exterminio podría llegar antes de lo planeado.
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Hola, pequeña... ha pasado tanto tiempo...", susurra una voz suave, "Por favor, vuelve a casa. ¡Te he extrañado...!"

"Quién eres…?" Lyra se acerca a la voz. Tiene curiosidad pero hay cautela en sus pequeños pasos.

La voz suena cálida mientras suplica suavemente, pero hay un borde quebrado debajo de las palabras. "¿A dónde te llevaron los ángeles, cariño...? ¿A dónde fuiste...?"

Lyra guarda silencio, sin saber qué hacer con la pregunta. A medida que se acerca a la voz, encuentra un árbol muerto, cuyas ramas se extienden hacia un cielo oscuro. La niebla persiste en sus raíces. Ella tiembla un poco ante la vista, pero sigue avanzando, atraída por la amable voz que la llama.

Al pie del árbol está la fuente de la voz... una figura femenina envuelta en una sombra negra, sujeta por enredaderas doradas y espinosas. La mirada de la mujer es hueca y fría, pero hay una chispa de reconocimiento cuando se centra en Lyra y extiende una mano, agarrando a la niña por la muñeca. Su sonrisa es malvada, llena de malicia a pesar de la calidez de su mirada. Es un contraste aterrador entre el amor maternal y una mente quebrantada.

"¡Ahí estás...! ¡Es hora de volver a casa, Lyra!"

"¡¿Como sabes mi nombre?!" Lyra grita, tratando de retroceder.

"Una madre siempre conoce a su hijo, cariño." El agarre en la muñeca de Lyra se aprieta, acercándola. "No tengas miedo. ¡Te he extrañado!"

" .... ¡NO! ¡SUELTAME! ¡SUELTA! ¡Papá! ¡Ayúdame!”

Lyra se despertó gritando, con lágrimas corriendo por su rostro mientras la extraña pesadilla se desvanecía de su mente. Sus gritos fueron lo suficientemente fuertes como para que Adam prácticamente saliera corriendo por el pasillo, casi derribando la puerta para asegurarse de que estaba bien, ya que nunca antes en su vida la había oído llorar así. Sin embargo, la vista que lo recibió cuando abrió la puerta hizo que se le helara la sangre. Lyra estaba acurrucada en su cama temblando de miedo, rodeada de enredaderas cubiertas de espinas que brillaban con una enfermiza luz dorada.

"... ¿Lyra?" Se quedó mirando durante un largo momento, incapaz de creer lo que estaba viendo. ¿Qué carajo es esta mierda? Otro grito de miedo de Lyra lo sacó de su pánico e inmediatamente se movió hacia la cama para alcanzarla, liberándola de las enredaderas y abrazándola cerca de su pecho.

"¡Lyra! Lyra... shhh... está bien bebé... Papá está aquí..." Mantuvo su voz suave y gentil, pasando los dedos por su cabello mientras ella se aferraba a él y sollozaba. Nunca la había visto tan asustada y le rompió el corazón no saber cómo ayudarla.

Al escuchar la conmoción, Lute entró corriendo a la habitación momentos después con su espada en mano. "¿Qué está pasando? ¿Por qué Lyra grita...?" Instantáneamente tomó nota de las enredaderas que ya estaban empezando a disiparse. Sus ojos se abrieron mientras no estaba segura de qué hacer con tal cosa. "Adán...?" Preguntó mientras se acercaba con cuidado a los dos, agachándose para echar un vistazo rápido a Lyra y asegurarse de que estaba bien.

"No lo sé..." Adam sacudió la cabeza, todavía mirando a Lyra, quien lentamente comenzó a calmarse mientras los restos de su pesadilla se desvanecían. "¿Lyra? Oye..." Intentó sonreír mientras ella abría los ojos pero su expresión era de mucho miedo. "¿Quieres decirme qué está pasando...?"