• Capitulo ¹ •

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Juró que sus ojos no eran parte del plan nunca pensé que si mirada cambiaría mi rumbo...

Juró que sus ojos no eran parte del plan nunca pensé que si mirada cambiaría mi rumbo

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- ¡MALDICIÓN SIIIIII! - suspire.

Tantas horas de estudio, creo que me queme dos neuronas. Pero no me queda más que decir que a dormir. Si, eso suena perfecto.

De repente, levanto la vista y veo que está todo oscuro, las puertas están cerradas, miro el reloj colgante en la pared, abrí los ojos como viles platos cuando me di cuenta que eran exactamente las 8:00 de la noche. Bueno, creo que perdí la noción cuando eran las 5:00. Pero, ¿Que no hay nadie que viene a checar quien se queda aquí?

- ¿Y ahora?- pregunto a la nada.

Intento llamar a Óscar, maldito contesta, sacame de este lío. Los segundos pasan suena y suena y no contesta. No, miro mi batería, carajo 5 porciento, es encerio mi teléfono se muere en el peor momento, como siempre. Dios ya, dime qué no me quieres y llévame contigo.

Así que aquí estoy, atrapado como un ratón en una trampa. Me pongo a buscar una salida como un loco, pero no encuentro nada. Las sombras de los pasillos me dan un poco de miedo, pero más miedo me da quedarme aquí toda la noche. Llámeme miedoso, y todo, pero tengo traumas.

- ¿Que hago, que hago?- suspiró. Luego de unos momentos de desesperación una idea loca se cruzó por mi cabeza. Miro a mi alrededor y tomo un clip que encuentro en uno de los libros que estaba revisando.

Bueno nunca he hecho esto pero no está de más intentarlo. Lo doble para formar una herramienta larga y delgada, con un extremo en forma de gancho. Espero que funcione.

Con cuidado, deslizo el extremo del clip entre la puerta y el marco, justo encima del pestillo. Siento un poco de tensión mientras lo hago, pero logro introducirlo sin problemas.

Ahora viene la parte difícil. Aplico presión hacia abajo con el clip mientras intento moverlo de un lado a otro, esperando manipular el pestillo lo suficiente como para liberar la puerta. Es un poco complicado al principio, pero mantengo la calma y sigo intentándolo.

Después de unos momentos de tensión y algunos ajustes, ¡siento que el pestillo cede! Con un movimiento suave pero firme, logro deslizar el pestillo hacia el interior de la cerradura, y la puerta se abre lentamente.

Me siento aliviado y un poco sorprendido de que haya funcionado. Guardo el clip en mi bolsillo y salgo de la biblioteca con una sonrisa de alivio en el rostro. Es un pequeño triunfo, pero me siento orgulloso de haberlo logrado.

Salgo de la biblioteca, me siento casi como un ratero, vuelvo a cerrarla. Maldición, ¿como veo la hora?, debería comprarme un reloj, aunque sea barato, mientras me de la hora. Pero bueno, debería buscar un trabajo de medio tiempo. Salgo de la facultad, con sigilo, no quiero ser una noticia total en las escuela. Aunque creo que nadie le importe. Bueno a las personas que no tienen nada que hacer.

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