•Capitulo ⁵•

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Me enamoré...
Me enamoré de sus miedos, por qué de su sonrisa cualquiera podría hacerlo y yo no lo iba a querer como cualquiera...

Me enamoré de sus miedos, por qué de su sonrisa cualquiera podría hacerlo y yo no lo iba a querer como cualquiera

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Charles se consideraba alguien hermoso, más nunca utilizo eso a su favor. El era demasiado amable y tímido, ayudaba a quien lo necesitaba sin pedir nada a cambio. Sus padres le habían dicho que era muy hermoso y bueno, en su defensa sus hermanos eran mejor que el, más musculosos y fornidos. Más sin embargo se amaba a si mismo y eso bastaba.

Soltó un suspiro cuando le avisaron que ya era hora de correr, concentración, era lo que necesitaba en ese momento. Era la era de escalar más alto y para ellos necesitaba acabar con aquel león que decían que nadie lo alcanzaba. Pero el no se consideraba una persona que se rinde a la primera, era perseverante ante las adversidades.

La adrenalina corría pos sus venas, estaba a nada de pasarlo lo estaba logrando, pero el otro reaccionó a su movimiento defendiendo su posición, Charles no estába dispuesto a perder, no cuando ya estaba tan lejos. La peleó fue dura y al final tuvieron que abandonar por aquel accidente que tuvieron.

"Solo un incidente de carrera " fue lo que menciono Charles en una entrevista. Mientras un par de ojos azules lo observaban de lejos analisandolo. Charles no había entablando conversación alguna con aquel niño, nadie se disculpo, nadie fue lo suficientemente maduro para hablar.

Pasaron más días para que se tomarán el tiempo de intercambiar un "hola" un "adios". Tuvieron que pasar un par de meses para que se felicitarán en un podio, quizás un par de semanas más para que se abrazaran en una foto. Después de un año, la vida jugó un poco con sus hilos.

Aquel león que se decía ser imparable, en una tarde lluviosa Charles encontro al pequeño niño indefenso, aquella mirada desafiante en pista se perdió entre lágrimas. La postura de superioridad que emanaba fue intercabiada por la posición fetal en la que se encontraba en el suelo. Charles, con pena se acercó a su rival, y amor prohibido en secreto. El otro lo vío venir, rápidamente se trató de parar he irse del almacén en el que se encontraba. Charles por otro lado todo lo que hizo fue tomarlo de la mano y abrazarlo por los hombros.

Pensó que recibiría un empujón o insultó, más todo lo contrario los brazos del contrario lo rodearon por la cintura presionandolo escondiendo su pequeño cuerpo en el otro. Charles solo restregó su rostro en el pecho ajeno. Escuchába el corazón del rubio tan calmado con un océano.

- Ya estás mejor, León..- lo último lo dijo sarcásticamente.

- Los leones también sienten por si no lo sabías.- mencionó aspirando el olor del cabello del castaño. Charles rio bajito con gracia cuando el otro toco un punto que le ponía los pelos de punta. - Max..jaja..no-
Besos, más fueron puestos en sus cabellos. Era extraño eso, pero Charles no juzgaba.

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