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Jueves, 7 de marzo.

Yeonjun tapó sus ojos con su antebrazo recargándose en la banca, la clase en la que se encontraba importando poco ahora mismo.

Tenía un nudo en el estómago que lo hacía querer vomitar, más solo era la sensación que le daba el recordar como la noche anterior Soobin llegó al risco tomado de la mano con Kai. El Delta pudo ver la mirada en Taehyun y Beomgyu, así que dedujo que la pareja ya sabía que eso iba a suceder.

Y oh, la sonrisa en el peli rojo no era una broma.

Soobin se había dejado cortejar por Kai para que fuera su alfa.

Esta misma mañana el rubio no había parado de utilizar su celular en el transcurso del departamento a la escuela, incluso Yeonjun lo tuvo que salvar de cruzar la calle cuando el semáforo estaba en verde.

—¿Estoy así porque ahora pasará más tiempo con él y no conmigo? —se cuestionó así mismo en queja—. Nunca he tenido amigos, pero parece ser que la sensación de ser uno más ya me la sé.

Choi dejó de hablar consigo mismo y se enderezó, alzando la tapa de su laptop para ponerse a buscar algún nombre para su sentimiento.

No es que no pudiera identificarlo, más entiéndanlo... Soobin era su primer amigo, uno que lo había aceptado tal y como era.

Uno amigo que ya había encontrado a alguien mejor para pasar el tiempo.

Los primeros "síntomas" que le lanzó el buscador de Naver fueron fáciles.

Miedo: Esta emoción por lo general tiende a paralizarnos. Los síntomas provocados por el miedo suelen ser taquicardias, sudoración, palpitación, boca seca, temblores... el cuerpo se pone a nuestro servicio cuando estamos expuestos al peligro.

¿Yeonjun estaba expuesto a algún peligro? Sí, al de perder a Soobin.

Vacío: El vacío existencial o emocional, la sensación de vacío, es un sentimiento de apatía, aburrimiento y alienación social acompañado de distimia, depresión, desesperanza, sentimiento de soledad así como de otros desórdenes emocionales.

Bueno de todo eso el azabache solo aseguraba el sentimiento de soledad, porque vacía quedaría su casa cuando Soobin se fuera.

—Gran chiste —dijo irónicamente ante su pensamiento.

Continuó abriendo y cerrando pestañas en el buscador no encontrando una razón coherente a sus sentimientos.

De ahí, sin saber cómo, terminó en el edifico de Soobin esperándole fuera de su salón antes de que a alguien se le ocurriera llegar antes. Sus manos sudaban y no dejaban de temblar, el nerviosismo fue notorio para los que pasaban por ahí porque el aroma del Delta se volvió desequilibrado.

Ya no era novedad que Yeonjun había dejado de usar supresores de olor apenas hace un par de semanas, como tampoco era novedad que el omega que vivía en su departamento estuviera oliendo siempre a él.

Desde el día del juicio Yeonjun dejó de cubrir su aroma.

Todos parecían saber cosas que la pareja de amigos ignoraba.

El Delta se quedó observando por las ventanas como Soobin no dejaba de teclear en su computadora mientras a un lado suyo reposaba una guitarra. Seguramente estuvo componiendo algo nuevo como su proyecto de música.

Al estar tan ensimismado en el perfil del omega Yeonjun sonrió, y a su mente llegaron recuerdos del día que Soobin lo invitó a salir.

«—Te gustaría yo ¿Entonces?

Sour and Sweet // YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora