Sour and Sweet // Yeonbin

Especial : Pegatinas

Referencias al capítulo final.

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Soobin se quedó mirando como el Delta se paseaba por la cocina en pans y con el torso desnudo. Era genial la confianza que mostraba en él ahora.

Pequeños, pero significativos cambios que él apreciaba.

Su vista se despegó de la espalda ancha y levemente marcada del mayor para ir al refrigerador llenó de estampas e imanes llamativos. Soobin rió de solo recordar las distintas expresiones que Yeonjun hacía al ver su frigorífico siendo tapizado de cosas claramente no lindas.

—¿Hay algo gracioso en mí? —el Delta inquirió sin siquiera voltear a verle y continuando con su tarea de cocinar la cena.

—No —respondió con un tono algo agudo, aclarando su garganta después, añadió;—. Solo veo tu nevera, está muy linda.

—Pegaste palabras que ni siquiera puedes pronunciar —alegó el azabache.

Soobin estiró una sonrisa recargando su cabeza en su mano.

—Sweet Dick es dulce día —comentó risueño.

—Frases motivacionales que no me motivan en lo absoluto —Yeonjun le miró de reojo—. A menos de que Dick fuera Day, y no me estuvieras deseando una dulce po-

—¡No digas groserías! —Soobin se levantó interrumpiendo sus palabras para ir y tomar su libro de cocina sacando de ahí una nueva adquisición de estampas que había comprado hace unos días.

Sacó una en especial que decía algo como "Cute tits" y la pegó al lado de su primera pegatina.

—Esta dice "Linda camisa" —el pecoso dijo, llamando la atención de su novio.

Yeonjun bajó el fuego de la estufa y se acercó al rubio para luego fruncir el ceño.

—¿Quién te vende esas cosas? ¿Y porque eres tan ingenuo como para creer que dicen algo bueno?

Soobin esbozó su más grande sonrisa.

—Junnie —le miró enternecido—. Vine de intercambio como el segundo mejor de Hongdae, el ingenuo aquí eres tú, Lobito.

—Entonces sabes lo que significan —afirmó mirándole con seriedad—. Y definitivamente sabes que esa estampa de dona con lengua de fuera, bañada en glaseado blanco no significa nada sano —señaló.

El rubio se alzó de hombros.

—No. Solo es una dona normal, y lo que tú llamas lengua, es un trozo de fresa.

Yeonjun miró la estampilla cayendo en cuenta de eso, rápidamente se giró para verificar lo que cocina y así disfrazar su vergüenza.

—¡Eso se ve obsceno! —exclamó bajo.

—No, Yeonjun, tú eres obsceno —atacó el omega.

—¡Mentira!

—¿Recuerdas aquella vez en tu auto cuando-

—¡Fue un accidente! —casi gritó histérico, dándose la vuelta para mirar a su novio, Soobin estaba sonriendo mientras él moría de la pena.

—Pero tú-

—¿Sabes qué? —Yeonjun apagó la estufa y camino hacia la salida de la cocina para ir a su habitación—. No puedo estar con un omega que me avergüenza.