CHICAGO FIRE- Corazón en llamas

5. Dos horas dan para mucho

Volvieron cansados al parque después del aviso y todos fueron a descansar antes de que volviese a sonar la alarma, pero Emma más que cansada volvia con hambre y corrió a hacerse un sándwich.

Saco todos los ingredientes y antes de que le diese tiempo a empezar alguien se acerco.

Severide se apoyó de lado sobre la mesa de la cocina.

-Hola- dijo Emma.
-Me vienes estupendamente, no tendrás ganas de hacerme uno no?- dijo Severide sonriendo.

Emma no contesto. Mientras untaba algo de queso crema en su pan, pensaba en sus cosas.

-Eh, hola- Severide paso la mano por los ojos de Emma- en que piensas?
-Ah perdona, estaba distraida- dijo Emma
-Ya veo.

Ambos se quedaron en silencio, y Severide miraba a Emma sacar unas hojas de espinacas para ponerlas en el sándwich.

-Empecemos otra vez, vuelvo a preguntar, que piensas?
-Nada, tonterias- Emma trató de quitarle importancia mientras se acercaba a la nevera a guardar el jamón.

Severide esperaba a que Emma volviese a la mesa para seguir hablando.

-Bueno si no vas a contarlo, por lo menos hazme un sándwich anda- Severide dijo. Conocía de sobra lo que Emma haría ante esa situación.
-Porque el niño estaba solo? Quién demonios deja a un niño tan pequeño jugando solo en la calle y quien llamó a emergencias si no había nadie alrededor?- Emma soltó de seguido.

Severide sonrió al ver que había conseguido lo que queria.

-Entonces no estabas pensando nada no?- vacilo.
-Callate- Emma sonrio- no pero en serio, que ha pasado en ese aviso?
-Mira, sinceramente, nunca lo sabremos. Tienes que olvidarte de ello, tómalo también como parte del entrenamiento de la academia, somos bomberos, ayudamos a las personas y nos olvidamos de ellas.

Emma no dijo nada, pero escucho las palabras de Severide y las tuvo en cuenta.

Justo en ese momento, Matt entro en la sala principal, y Emma se acordó de lo que tenía que pedirle a Severide.

-Quieres un sándwich verdad?

Severide asintio.

-Pues habla con el.- Emma miro a Matt que estaba sentado en el sofa.
-Sabes? ya me lo hago yo- dijo Severide andando hacia el armario.

Emma se puso en su camino.

-Porfavor habla con él, si seguis así no vais a llegar a ningún sitio.

Severide movió de un empujón cariñoso a Emma de delante suya.

-Que venga el a hablar conmigo, yo no tengo porqué ir a disculparme de nada, porque no he hecho nada.
-Si es que sois los dos iguales, como dos niños pequeños.- Emma suspiro- comete mi sándwich, ya no lo quiero.

Severide rio y en menos de diez segundos estaba sentado en la mesa saboreandolo.

Emma salió molesta a las cocheras, para volverse a encontrar con Dawson y Shay al lado de la ambulancia.

-Como es posible que siempre estéis aquí?- les pregunto Emma.
-Que no te engañe el que te haya dicho que la ambulancia no es la unidad que más avisos recibe al dia- dijo Shay.
-Te veo mosqueada- dijo Dawson
-A veces Severide y mi hermano me sacan de quicio, son demasiado inmaduros. No se cómo los aguantais.
-Yo tampoco- dijo Shay

Emma se quedó en silencio mirando trabajar tranquilamente a las paramédicas. Mills que estaba trabajando también en el camión, paso por delante de ellas para entrar en el parque.