CHICAGO FIRE- Corazón en llamas

10. El accidente

Por fin llegó el ansiado sábado. Los días anteriores, Emma apenas había salido de la habitación para estudiar, ni siquiera se pasó por el parque. Matt intentaba sacarla de alli y llevarla al turno, pero no había manera.

Aquel día, se levantó muy nerviosa sobre las 6 de la mañana, y a las 8 estaban ella y su hermano en el coche camino a la academia. Llevaba puesto el uniforme que le dieron, el mismo que todos los bomberos están obligados a llevar mientras esperan a un aviso en el parque. Una vez allí, les darían todo el equipamiento para las pruebas.

Emma movía la pierna nerviosa. Su sueño estaba a punto de ser decidido por un estúpido examen. Si cometía cualquier error todo podía irse al traste, y tendría que volver a empezar la formación.

Matt le puso la mano en la pierna para calmarla, mientras aparcaba.

-Emma, tranquila, va a ir todo bien, confío plenamente en ti- dijo Matt, sabiendo que esas palabras para Emma eran muy importantes, después de aquel pequeño malentendido meses atrás.
-Pero y si me equivoco de lado, y si me engancho en la manguera, y si me tropiezo...voy a pasarme de tiempo- Emma decia nerviosa.
-Eso no va a pasar, has hecho esas cosas muchas veces, y estás más que preparada.

En ese instante, unos golpecitos en el cristal de la ventana de Emma, hicieron que ambos hermanos mirasen hacia esa dirección.

Dawson y Shay saludaban con efusividad al otro lado, esperando a que Emma abriese la puerta.

-Chicas, que alegría que estéis aqui- les dio un abrazo a cada una.
-Claro, no nos lo podíamos perder amiga- dijo Shay.

Emma echo un vistazo por toda la explanada. A parte de ver la escena de todos sus aspirantes compañeros estirando y practicando, pudo ver a todo el 51 reunido cerca de los examinadores. Allí estaban Herrmann, Mouch, Otis, Cruz, Capp, Tony, obviamente Severide, que era su instructor, e incluso Boden.

Pero faltaba alguien.

-Oye, no ha venido Peter?- Emma dijo aun revisando la zona.
-Por supuesto que si, lleva aquí desde antes incluso que Severide, habrá ido al baño o a dar una vuelta- dijo Dawson.

Emma no dijo nada y asintió ligeramente, tenía una sensación extraña.

-Todos los alumnos por favor a sus puestos. Ya se os han dado las indicaciones y los detalles sobre el recorrido. Comenzaremos con Wagner y Bennet. Preparadas. Ya!

Un chico, que Emma dedujo que también era instructor como Severide, llevaba un cronómetro y una libreta en la mano. Ella iba dos turnos más atrás, y aprovechaba para observar a los demás hacer el ejercicio.

Repasaba en su cabeza el orden de las cosas: chaquetón, bombonas, casco, cojo manguera, subo las escaleras...donde se habra metido Mills?

A los diez segundos del repaso se encontró mirando de nuevo hacia todas partes buscándole. Tampoco era que le obligase a estar presente, pero le parecía curioso que siendo como es Mills, no estuviese el primero apoyándola. Entonces, como de costumbre últimamente, acabo mirando a Severide, que se encontraba en ese grupo de instructores cerca del que ahora llevaba la cuenta de Wagner y Bennet. Para su sorpresa, él tambien la estaba mirando. Lo cierto era que Kelly se había dado cuenta de que Emma estaba distrayéndose, y trababa de comunicarla que se concentrase.

Ella le vio seriedad en el gesto, y habiendo entendido o no lo que le quería decir, aparto la mirada rápido de el.

-Thompson y Phillips!- dijo entonces otro instructor, y se cambió la posicion por Severide.

Emma pudo entonces deducir que Severide era el que iba a llevar la cuenta de sus tiempos y de los de su compañero. Sinceramente Emma no sabía que opinar. Él había sido su instructor durante toda la formación, pero a decir verdad se sentia presionada. Sentía que tenía que hacerlo perfecto ante él.