Cruce de sueños: un capitán intemporal.

VII - En El Ojo Del Huracán

Pov: Normal.

- Es un alivio que se haya ido, ¿No creen? - El francotirador soltó una pesada bocanada de aire.

- No, no lo es, está lejos de serlo. - Llegó por atrás Trafalgar, con su mente por todas partes, buscando alguna solución casi inmediata, claramente era imposible, era un jodido almirante, que ahora tenía con él la información acerca de dos Luffys, seguramente no tendría una respuesta clara, ni menos. No sólo eso, Law es consciente de que le ha jodido algún plan a su doble de este mundo.
¿Qué harían si el Gorosei y el gobierno mundial se enterase? No cabe aclarar que ya están demasiado jodidos, están en la peor situación posible, gracias al estúpido Luffy y él, con su orgullo.

- Tiene razón, en este momento estamos en la peor situación posible. - Argumenta la dama arqueóloga de los piratas Sombrero de Paja.

- Tenemos que encontrar una solución. - Nami se rasca la nuca, desesperada por aquella situación, todos en el barco se encontraban así, bueno, los que ya cayeron en cuenta de la gravedad del asunto.

- Ahora no hay solución, Nami. Solo podemos buscar una defensa o escondite. - A pesar de lo que el rubio propone, no hay muchas opciones. O buscan cómo devolverlos a su mundo y explicarle de alguna manera a la marina qué carajos sucedió (que ellos no es que supieran del todo una explicación concreta) de manera pacífica, o reunir una defensa lo suficientemente fuerte para entretener a la marina mientras hacen también la primera opción.

- Demonios, tenemos que reunir las flotas. Nunca pensé ni deseé hacerlo.

- El capitán es el único que puede hacer eso. - Zoro se encoge de hombros para después cruzarlos, imponiendo la postura de su capitán, cosa que ni él mismo hace.

- Mhm... - Carraspea Sanji, mirando ahora hacia su capitán, acto que compartieron todos al momento.

- ... - Luffy mira a sus compañeros confundido, ¿Qué pasó? Le parecía demasiado aburrido sólo escuchar como hablaban de temas serios, así que se había puesto a jugar con un par de piedras y césped de por ahí.

- ¿¡No escuchó nada!? - El barco tembló al momento de que todos los presentes se quejaran, deberían estar acostumbrados.

- Mierda. - El único marino presente contemplaba como el barco de la marina se alejaba al ritmo de las olas, demasiado lejos, imposible. Su única oportunidad había sido desperdiciada, si no fuera por ese estúpido narizón que le perseguía y lanzaba bolas con sabrá Dios qué, junto con el cyborg pervertido, maldita sea.

- Tú... ¡Estúpido marino! - Llegó tras él Ussop nuevamente, completamente exhausto, se tomó un momento para agarrar grandes bocanadas de aire, que sólo lo ahogaban y causaban que su garganta se lastimara.

- Ya no tiene caso, Usopp, ya estamos perdidos. - Brook llegó a su lado, quien iba perdiendo esperanzas, era lógico que tendrían que luchar.

A unos cuantos metros se encuentran Nami y su capitán, donde se divisa una escena que sin problemas se denuncia como maltrato o abuso en niveles leves, ya queda en cada quien identificar o categorizar de qué tipo de abuso leve se trata.

- Brbrbrbrbr.... Brbrbrbrbr... - El Den De Mushi tambaleaba reflejando el movimiento nervioso de Luffy, gracias a Nami. - Clank. - Los ojos del joven capitán se iluminaron, y el caracol no tardó mucho en transmitir el mensaje de Bartolomeo.

- ¡Hola, mayor Luffy! ¿Qué puedo hacer por usted? - Exclamó el pirata evidentemente emocionado, pobre, si supiera el motivo de la llamada.

- Lomeo... Ehh... Necesito que juntes a las flotas... - La expresión de Bartolomeo al otro lado del teléfono cambió drásticamente.