𝐇𝐊// Nishimura Riki o mejor conocido como Ni-ki es uno de los idols más famosos y conocidos dentro de la industria del K-pop, por lo que no es de extrañar que tenga algunos sasaengs ¿lo extraño? Ni-ki se lleva más que bien con uno de ellos.
El molesto sonido de la alarma lo hizo despertar abruptamente, Ni-ki, haciendo ruiditos enojados, sacó la mano debajo de su frazada y la apagó, volviendo la tranquilidad a todo el Departamento.
Tras minutos de esfuerzo por quedarse dormido y al no lograrlo, se destapó con una mueca, un poco disgustado al no poder dormir nuevamente, agarro el teléfono y pidió comida para después ponerse a revisar sus redes sociales.
Tal y como lo esperaba habían demasiadas publicaciones con el "#Sooki" y fotos de la interacción que ambos tuvieron el anterior día.
Con un suspiro y un poco enojado se tomó una foto para sus fans a pesar de estar recién levantado y con el cabello desordenado, sabía que a ojos de sus fans era perfecto.
"Buen día Kittys, espero que hayan dormido bien y hayan tenido sueños bonitos, tengan buen día ☀💗"
Fue la corta descripción que puso y a los segundos comenzaron a llegarle notificaciones de sus fans, sonrió y cuando estaba a punto de contestar los comentarios tocaron el timbre.
Sabiendo que era la chica que le traería muy seguramente el desayuno se paró y un poco dudoso y con cierto miedo caminó hasta la entrada, una vez ahí abrió la puerta, saludando cortésmente.
-Buen día noona -dijo, haciendo una reverencia muy nervioso, sabía que a la chica no le agradaba él de ninguna forma, aunque nunca entendió el por qué de aquello.
La chica al instante hizo una mueca de disgusto y habló.
-Quítate de la puerta Riki, debo entrar y dejar tu desayuno, tengo más trabajo que hacer y idols a quienes servir ¿Sabías que no todos tenemos la vida resuelta como tú, no?
Al instante Riki se quitó de la puerta, el nudo formándose en su garganta y sus ojos llorosos.
Solo pudo quedarse ahí hasta que la chica volvió, dándole una mirada de desprecio mientras se iba, cerró la puerta y se limpió las lágrimas que ya había salido con sus dedos, diciéndose a si mismo que su día mejoraría si iba a su cuarto y leía los comentarios de sus kittys.
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Sunghoon se consideraba a si mismo gran fan de su idol favorito, su amor por él era gigantesco, tanto que incluso era capaz de saber hasta la dirección y como era el cuarto de su gran amor.
Sabía lo que pasaba en la vida de su Riki, sabía que la mayoría de idols lo odiaba y si no era así lo querían para fines asquerosos, era por ello que siempre le comentaba cosas bonitas por su weverse, era por ello que iba él personalmente a dejar regalos en la puerta de su chico, con el fin de alegrarle los días.
Muchos dirían que estaba loco, que lo que sentía solo era una terrible obsesión por él Omega, pero a Sunghoon le importaba en lo más mínimo, él sabía que su amor por Riki no sería entendido por todos, él sabía que había mucha gente que lo consideraría un enfermo, pero, de nueva cuenta, no le importaba.
