• 𝙏𝙀𝙉𝙏𝘼𝘾𝙄𝙊𝙉 • | Enzo Vogrincic

• 17 • /Maratón 7-?/

Julia Recalt

—  Una amiga mía, re desubicada. Lo andaba contando por ahí. — hablo Blas, quién es el que tiene más carita de santo, a quien le creen todos.

— Bueno, este — carraspeo y nos miro a todos. — Bayona me dijo que les avise que mañana hay una entrevista, para promocionar la película. — anuncio mati.

Asentimos.

—¿Que me miran? Vayan a dormir, es tarde ya. — apuro Mati y salio de la habitación.

Me despedí de los chicos y a los minutos salí, dirigiéndome a la habitación, a mitad de pasillo sentí un agarre en mi brazo metiéndome en otra habtacion.

La mano de Enzo posaba en mi boca, tratando de callarme yo lo miraba confundida, hasta que me soltó.

—¿Que haces, enfermo? — me aleje de él apoyándome sobre un estante.

— Así que sos mentirosa.. — río por lo bajo y se acercó a mí. Poso su mirada en mi, completamente serio.

—¿Mentirosa de que? Déjate de hinchar, Enzo. Tengo que ir a dormir, dale déjame salir. — intenté acercarme a la puerta, se adelantó quedando frente a mí, impidiendo mi paso. — Enzo, mañana hay una entrevista tengo que descansar, porque yo soy la que los tiene que preparar temprano, córrete.

— Primero quiero dejarte en claro unas cositas.. — me tomo por la cintura para acercarme a él, bajo sus manos hacia mi cola apretando un poco mi zona. — Vos a mí no me mentís, y menos diciéndome que te vas con otro. — reí sarcástica.

— Tengo derecho a hacer lo que quiera, Vogrincic. — musitó un ruido de negación mientras sonreía. 

— Mintiéndome así para que me hierva la sangre en celos no. Sos mía, ¿Querés que te lo haga entender con ejemplos, chiquita? — me acerco de golpe con su masculinidad, golpeando con mi parte. Solté un quejido bajo.

—¿Cómo serian esos ejemplos? — reí, para provocarlo.

Me tomo por la mandíbula, amagando con besarme y hablando por encima de mis labios.

—¿Estás buscando que te coja otra vez? — hablo en un susurro con su voz pesada y ronca mientras yo lo miraba con deseo. — ¿Querés un poco de atención, beba? — tomo mi mano para bajarla a su parte y hacer que tome su pija por encima del pantalón. Tragué fuerte, la tenía dura.

— ¿Que es este jueguito, Enzo? — pregunté sin retirar mi mano de encima, empecé a tocarlo levemente.

— No sé, ¿Que querés que sea, chiquita? — evito sus jadeos, mientras yo eleve un poco mis toques.

— Lo que vos quieras — le sonreí, de a poco me fui agachando mientras con mis manos acariciaba su cuerpo hasta llegar a su parte baja.

Me quedé tocando su parte sin bajar su pantalón algo que a Enzo molesto.

— Dale, pendeja. ¿Que te vas a quedar ahí viendo sin comertela? — me tiró del pelo para que lo mire, baje la mirada y acto seguido desabroché su pantalón y lo baje acompañado de su boxer delicadamente, su pija salió disparada hacia su abdomen.

Miraba atónita su parte, empezaba con mis toques de arriba a abajo, deje un beso en su cabeza y lo metí a mi boca, el resto que no entraba lo acariciaba.

Enzo tiraba su cabeza para atrás mientras con su mano hacia un colita mal hecha con mi pelo haciendo que su pija entre más en mi cavidad bucal. Sentía algunas arcadas y las lágrimas en mi ojos mientras su pija entraba y salía de mi boca con fuerza.