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Y así fue como mi madre me lo reveló todo. Completamente todo. Sabía cada uno de sus secretos, por más fuertes que sean.

Ella me confío todo, y yo le confíe todo a ella. Éramos un equipo. Inseparables, otra vez.

Por la noche le rogue a mi madre que me permitiera ir a dormir a la casa de Abby ya que necesitábamos hacer una pijamada.

Cuando fui miramos algunas películas y comimos un montón de comida que ella tenía escondida en su armario para no salir de su habitación. Le conté que me padre falleció de una sobredosis, y ella me contó que su padre tenía una nueva novia.

Al día siguiente tuve que ir a intentar recuperar mi trabajo por haber faltado días sin avisar. Me costó, pero obviamente pude convencer a Joe.

Sabía que el lunes podría llegar a ser una pesadilla. Pero no si tenía a Abby de mi lado.

Max fingía reírse con los chicos mientras nosotras pasábamos a su lado. Marcus estaba con su amiga Silver, me saludó y luego continuó con su conversación.

Una vez que volví a casa mi madre me estaba esperando sentada en la mesa del comedor tomando una copa de vino blanco.

T/n: oh, no. ¡juro que no hice nada!

Georgia: no hiciste nada malo, preciosa. Solo siéntate. - me senté a su lado -

Georgia: debo decirte algo importante. ¿Querías que te confiara todo? Bueno, aquí va.

Georgia: puede que tú cometieras un grave error, y atrajeras al padre de Austin, entre comillas, "un golpeador". A nuestro hogar.

T/n: mierda. ¿Y ahora que hacemos?

Georgia: no lo sé.

T/n: ¿no lo sabes?

Georgia: no. Si hubiera sabido que mi hija de dieciséis años enviaría las cartas de su hermano a un señor que esta en  prisión las habría tirado a la chimenea.

T/n: eso es porque no me lo dijiste todo antes.

Georgia: y tienes tu punto. Ahora solo debemos esperar y.. esperar.

T/n: ¿esa es tu gran solución?

Georgia: sí, no lo sé. Quizás las cartas jamás llegaron.

T/n: realmente espero eso. No necesitamos más drama.

Georgia: dímelo a mi. No entré al club vecinal.

T/n: oh, mamá. Lo siento, sabía que era importante para ti.

Cuando fui a mi habitación, tan solo me recosté en mi cama quedándome en completo silencio. Estaba aterrorizada. No quería que algo malo le pasara a mi madre o incluso a Austin por mi culpa.

Necesitaba un abrazo en ese momento. Entonces, decidí llamar a Marcus para que viniera a dormir a mi casa, pero él no contestó.

Al día siguiente en la escuela la historia se repetía. Era siempre ver a Max con sus amigos fingiendo ser la más feliz del mundo.

Vi a Marcus sentado solo en uno de los sillones del pasillo y me fui a sentar con él.

T/n: no viniste anoche.

Marcus: me quedé dormido.

T/n: no te quedas dormido para estar con Silver. - dije en modo de broma fingiendo estar molesta -

Marcus: oh, y tú no te quedas dormida para hacer pijamadas. - dice él en broma fingiendo molestarse también  -

T/n: ¿ah, sí? Pues tú no te atreverías a hacer algo indecente en el cuarto del conserje. - él abre los ojos impresionado -

Marcus: tú no te atreverías.

T/n: claro que sí.

Marcus: demuéstralo. - agarré su mano y nos fuimos corriendo a encerrarnos en el cuarto del conserje -

Ambos nos quedamos mirándonos por unos segundos con una pizca de miedo y adrenalina de que nos atraparan allí. Pero no dude un segundo en acercarme para comenzar a besarlo sin vergüenza alguna. Comencé a desabrochar su pantalón mientras él bajaba mi ropa interior. Podía sentir su bulto golpeando contra mí falda. Quedé sobre la pared rodeándolo con mis piernas cuando él comenzó a meter su miembro en mí. Tratando de no hacer ruido colocó su mano sobre mi boca y comenzó a acelerar su ritmo sin detenerse. Intentando sostenerme de las paredes y sin tener éxito comencé a abrazarlo tan fuerte que deje marcas sobre su espalda. Cuando ambos llegamos al climax nos quedamos tirados sobre el suelo de ese pequeño cuarto.

Intentamos recomponer la postura y arreglarnos para cada uno ir a su clase. Yo decidí salir primero, y a los minutos él saldría también.

Al salir de la escuela debía ir al trabajo. Abby estaba tomando algo cuando ambas vimos a la ex de Max estando con un hombre. Las dos nos miramos muy impresionadas como buenas chismosas que somos.

Abby se acercó al mostrador para pagar su cuenta.

Abby: ¿lo viste?

T/n: sí lo vi. Pero ahora estoy muy ocupada. Nos vemos en mi casa cuando salga de trabajar, ¿sí?

Abby: está bien

Cuando salí del trabajo nos juntamos en mi casa para poder chismear como ya era de costumbre.

Abby: ¿sabes? Tengo miedo de llegar a los veintiún años sin haber tenido novio.

T/n: primero, no tiene nada de malo estar soltera. Y segundo, ¡estás loca! No creo que llegues a los veintiuno sin tener novio, o algún pretendiente.

T/n: además, aún falta mucho. Y escucha esto, la que forma pareja última la forma mejor.

Abby: es una frase que acabas de inventar, pero no importa.

T/n: sí importa. Tú vas a tener la mejor pareja porque tú eres la mejor, porque sos hermosa, y la persona más dulce que he conocido. Cualquier chico estaría más que encantado de tenerte, no lo dudes.

Abby: bien, gracias. Pero, cambiando de tema y volviendo a lo de hoy.

Abby: Abby: aunque Max este siendo una completa perra con nosotras, me siento mal por lo que vimos. Sophie siguió adelante y ya está teniendo citas. En cambio Max sigue obsesionada con ella.

T/n: si Sophie quisiera volver con Max ya lo habría hecho.

Abby: no puedes ser tan mala.

T/n: sí, soy así, soy así de mala. ¡no soy mala!

T/n: solo estoy siendo realista. Te voy a decir algo, ellas si se aman superarían cada obstáculo.

T/n: y te diré algo que acabo de inventar. Si es amor verdadero, cruzara huracanes y tormentas. Poesía que se me acaba de ocurrir.

Abby: hoy inventas muchas frases.

Muchas gracias por leer, pueden votar y comentar lo super agradeceria, pronto estare subiendo más, los amoo

𝗚𝗶𝗻𝗻𝘆 𝘆 𝗴𝗲𝗼𝗿𝗴𝗶𝗮 || 𝑴𝒂𝒓𝒄𝒖𝒔 𝑩𝒂𝒌𝒆𝒓 𝒚 𝒕𝒖 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora