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-¿Te mordieron?-pregunto seriamente mirando el zapato de Luka, el niega con su cabeza y yo ruedo mis ojos.-Maldita sea-le digo y el me mira mal

Todavía de mi cuello sale sangre por la herida provocada por la persona a mi lado. Observo al rubio y niego con mi cabeza, el cierra sus ojos y descansa, por lo menos sus ojos azules no me están siguiendo. Su nariz perfilada hace juego con sus labios finos y pequeños, con su mandíbula definida.

Llegamos al campamento y me bajo del camión. Observo a las personas y miro a todas mal, odio a todos los presente aquí. Ellos esperan que yo haga todo su trabajo, obviamente además de Luka, golpeo la puerta y Luka se sobresalta levantándose.

Hago que la gente baje todo mientras yo me largo de ahí a descansar. No hacen nada mientras lo único que hacen es comer, gastar y enfermarse, haciendo que yo tenga que salir de mi comodidad para buscar cosas para ellos.

Mi trabajo antes de todo esto fue ser un militar, aún me acuerdo el día, yo con veintiocho años de edad peleándose con gente llena de sangre y moretones en su cuerpo y ahí fue que dijeron lo de la pandemia zombie. Es un asco estar aquí en América con zombies, y ni siquiera se sabe cómo empezó todo este desmadre.

Me acuesto en mi cama y observo el techo, ando bastante cansado ya que llevo ocho años de maldita pandemia. Lo que yo soy es un señor mayor, ya yo ando cansado de todo esto. Escucho la puerta de al frente ser tocada y ruedo mis ojos, ni descansar me dejan. Me levanto de mi cama todo adolorido y voy hacia la puerta, la abro y ruedo mis ojos, encuentro al estúpido ruso delante de mí sonriendo de lado.

-starry-dice sonriéndome

-¿Qué quieres,Sonechka?-pregunto enojado mientras el se hace paso en mi casa. El me mira y se sienta en los sillones de cuero de mi sala. Lo miro seriamente esperando que el joven me hable.

-¿Sabes que hay nuevos integrantes?-pregunta a lo que niego con la cabeza-me imagino, llegaron en estos días y ya pasaron la hora de cuarentena así que están buscando lugar para ponerlos ya que todas las casas están llenas-dice el rubio a lo que mis ojos se abren-antes de que me pelees, no, no van a vivir contigo, todos te tienen miedo, viejo gruñón-dice el ruso

-¿Y qué tiene que ver eso conmigo?-preguntó seriamente

-Eres un viejo gruñón y todos te tienen miedo así que lamentablemente desde hoy seré tu compañero de casa-dice el rubio sonriéndome

-Ay no, eso si que no-le digo negando con mi cabeza y cruzando mis manos

-No se puede hacer más nada, el líder lo decidió así porque soy el único que no te tiene miedo. No te creas que eres el único infeliz con esto, perdí mi casa, mi privacidad, mi casita hermosa por culpa de esa gente que acaban de llegar y tengo que vivir con un viejo alemán gruñón.-me dice el rubio mientras nueva con su cabeza y me mira de arriba abajo-no hay nada que pueda hacer, esperaron hasta hoy para decirme la notica, además de que están agradecidos de la comida que se trajo.-dice Luka

-Luka-le digo-no voy a vivir contigo-le digo acercándome a él, el se aleja hasta que toca el espaldal del sillón-prefiero matarte antes de que vivas conmigo-le digo

Luka automáticamente saca su cuchilla pero yo la agarro haciendo que el se pare y yo lo gire mientras agarro su muñeca y pongo la cuchilla contra su cuello. El traga saliva y me observa como puede.

-Maldito-dice

-Te olvidas que soy un militar entrenado-le digo seriamente y susurro en su oído-un niño rico de 26 años no va a poder conmigo-le digo

-No soy un niño-dice-y tengo que vivir en algún lugar no puedo simplemente quedarme en la calle-me dice

Aprieto la cuchilla en si cuello más si es posible y siento líquido correr por mi muñeca.

-Quédate en la calle, no me importa dónde pero aquí no te quedas-le digo-ojo por ojo y diente por diente-susurro por lo de la cuchilla soltándolo

-Starry, eres un maldito hijo de puta-me dice enojado golpeándome-voy a vivir aquí, quieras o no, aunque tenga que dormir con un ojo abierto y una pistola en mano. Está será mi casa a partir de ahora, así que viejo estúpido, aprenderás a vivir con un niñato rico.-dice mientras sacas una pistola de su espalda

-sobre mi cadaver-le digo

El saca el seguro a su pistola y me sonríe de lado, su pelo rubio implacable me observan al igual que sus ojos azules.

-Déjame hacer tu cadaver ahora-me dice acercándose a mi

Está a un pie de mi y yo sonrío de lado, agarro la pistola haciendo que el no sepa que sucede y la tiro al piso, lo agarro y lo pongo contra el piso. Su cara toca el piso y sus brazos la espalda. El intenta separar pero pongo todo mi pensó encima de él, mis dos piernas alrededor de su cadera mientras aguanto sus brazos.

-Tengo una condición si vives aquí-le digo ya cansado de la situación

-¿Cuál?-pregunta

-Deberías pedirlo con un por favor, señor y ser más respetuoso conmigo, pequeña mierda-le digo

-No-dice

-Dormirás en la calle o mejor de todo te mato y se silencio-digo-después de todo es una epidemia zombie nadie le importará si el niño rico de Rusia se desaparece-digo, me acerco a su oído y el tiembla debajo de mi-pídelo-le digo

-Maldita escoria, cucaracha arrastrada-me dice-maldito-dice mientras cierra sus ojos, sus ojos azules brillan ante de mi mientras me observan como puede-por favor, Volker, por favor, déjame quedarme aquí-dice

-Buen trabajo, el niño rico tiene modales-digo y lo suelto-puedes vivir aquí

¡Ojalá te muerdan! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora