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-Levántate, idiota-digo golpeando al rubio debajo de mi

El se mueve mientras gruñe y me observa sin entender como estoy en su habitación.

-¿Qué haces aquí?-pregunta-cerré la puerta ayer.-dice

-Si pero abrir puertas-le digo

-Maldito viejo-dice-¿Qué quieres?-pregunta sentando en su cama, su pelo rubio está revolcado y tiene un rastro de saliva cayendo de su boca.

-Levántate, báñate y baja al sótano-digo-abajo hay desayuno sin veneno-le digo saliendo de su cuarto

Bajo las escaleras y mis botas resuenan por todo el lugar. Llego al sótano y me siento esperando al rubio, luego de un rato escucho la puerta abrirse y unos zapatos sonar. El mira el lugar nervioso hasta que me ve sentado.

-¿Qué quieres?-pregunta acercándose. Me levanto y corro hacia el, el intenta esquivar pero lo agarro por su antebrazo girándolo y su cara golpea la pared del sótano.-¿Qué haces viejo?-pregunta asustado

-Hoy aprenderás a pelear aunque sea un poco-digo soltándolo

-¿Para que?-pregunta

-No sabes cuando lo necesitará-dice-en guardia-digo poniéndome en guardia

El hace lo mismo pero su guardia es mala así que golpe su cara. El se gira con el dolor y agarra su cara, me mira sin entender pero comienzo a meter puños mientras el se tapa. Alzo mi pierna golpeándolo en su costilla haciendo que escupa mientras jadea por aire y caiga de rodillas al suelo. Me alejo de él mientras el busca aire y se agarra su costilla.

-Mal...dito-dice mientras jadea por aire

-Hubiese sido afuera estuvieras muerto, Luka-dice-Necesitas aprender a pelear-le digo

-¿Por qué?-pregunta mientras se levanta

-Porque siento que lo necesitarás-digo

Nuevamente me pongo en guardia y el hace lo mismo, alzo la pierna y golpe su muslo, haciendo que baje la guardia y golpeo su nariz. El cae al suelo y de la nariz sale sangre.

-¡Maldito!-grita mientras se agarra la nariz

Lo miro mientras su nariz bota sangre así que me acerco y le tiro un paño, el se agarra la nariz mientras me mira con sus ojos azules. Me pongo de cuclillas delante de él mientras agarro su pelo rubio y lo acerco a mi.

-Fuera en vida real estuvieras muerto,Luka-le digo-dejémoslo aquí por hoy, no quiero matarte-le digo y suelto su pelo haciendo que su cabeza caiga contra la pared.

Salgo de ahí y salgo de la casa dando un portazo, observo el lugar y veo personas en la granja o trabajando mientras construyen algo. El pelo negro de damiano hace presente y me observa.

-Volker-dice gruñendo mi nombre

-Damiano-le digo devuelta

-Te robaste lo que era mío-dice enojado

-¿Qué era tuyo?-preguntó sin entender

-Luka-dice

-El no es mío pero si quieres que lo sea adelante-le digo dejándolo sin poder decir una palabra más

Camino por el lugar y me encuentro un pelo rubio con unos ojos verdes y me sonríe. Su barriga de siete meses se hace presente y yo me acerco a ella.

-¿Cómo está todo?-pregunto

-Todo bien-responde acariciando su barriga-nuestro bebé está sano-dice sonriendo-Volker-comienza a decir

-No-digo-sabes que desde un comienzo no quería nada contigo, me emborrachaste esa noche para tener un hijo mío y así yo estar contigo-digo enojado-no quiero nada contigo, te puedo ayudar con el bebé pero nunca estaré contigo-digo

Ella me mira con sus ojos verdes llenos de lágrimas mientras yo la miro enojado.

-¿Esto es por el,no?-pregunta y yo no entiendo que está diciendo-como quiera un día vas a estar conmigo cuando el no esté en el medio-me dice sonriendo

-No sé de qué hablas Alana, pero no quiero nada contigo-le digo-cuídate a ese bebé porque es mío y más nada-le digo mientras me alejo de ahí yendo a casa nuevamente. Este lugar no me gusta, un ambiente tóxico y envenenador.

Entro y observo a Luka con una bolsa de hielo en su nariz al verme rueda sus ojos, mientras presiona en su herida.

-Viejo, me duele la nariz-dice mirándome

-No importa aprenderás a pelear además ve durmiendo porque mañana vamos a salir por cosas-digo-te quiero en todas tus energías-digo

Los piercings del rubio se escuchan cuando el mueve su cabeza en mi dirección y rueda sus ojos. Se levanta de ahí y escucho sus pasos por la escaleras. Niego con la cabeza mientras observo que tengo un plato de comida frente a mi. Me siento a comer y luego de eso subo las escaleras llegando a mi habitación. Me acuesto en mi cama y me quedo dormido.

¡Ojalá te muerdan! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora