Granadas que el mundo lanza
granadas.
Golpes como el anhelo de un dios
alabanza.
Te encontré tirado en la orilla del océano,
la orilla de adentro
la rodeada de mar.
Te vi, personificada, finalmente personificada:
Deseo.
Habitando laberintos, habitando estrellas.
Pronto descubrí los barcos,
las velas,
los amparos del temporal
el astrolabio y el reloj de arena.
A mis ojos añoranzas
cuestiones simples como el aroma de la desavenencia.
El piramidal artefacto de tu alma
clavando en mí su prédica.
Así te amo yo,
de construcción y comunicado.
Amarte es
Granada va Granada viene
rompiendo la tristeza desatada en el costal.
