Perdida En Ti

Aguas peligrosas

Era el señor de cabellos naranja que buscaba al principe Adrien en la tienda de ropa.

-No te acerques

-Solo quiero que me digas que pasó con el principe, entre más demores peor será para ti- empezó a caminar en mi dirección

Okok, no sé cual sea la relación de ellos, y como yo termine en esta historia. Pero debo tener cuidado con lo que digoy hago.

- El se acercó a para ver unas prendas, y luego se fue por la puerta de atrás. Dijo que tenía unos asuntos pendientes. Eso es lo único que sé - mentí

-Sabes que no tengo mucha pasiencia con los que me mienten? - su rostro estaba fijo en mi

- Lo sé

- Porque no lo dijiste en la tienda? Porque habló otra señora y no usted?

- Porque el habló con ella y yo estaba a su lado, es decir, solo escuché la conversación

- No mencionó que buscaba? - interrogó

- No

- Por qué pregunto?

- Por una collar azul

- Dijo a donde iba?

- Solo dijo que tenía asuntos que resolver

- Salió con alguien?

- Que yo sepa no. Es todo lo que sé, ya le dije, déjeme sola

Increíblemente no cuestionó más nada. Salió del agua, se puso la ropa y se montó en el caballo para irse.

Unos segundos después de perderlo de vista suspiré en frustración.

- ¿Pero que mierdas? ¿Me estaba siguiendo el muy carbón?

- El no - habló esa voz conocida

Me giré hacia donde provenía en sonido y lo vi. Sin camisa, solo en pantalones y botas, sentado en el suelo al otro lado de una roca grande que impedía que el hombre pelirrojo e incluso yo lo viéramos a simple vista. Con una postura relajada, como quien hubiese estado mucho tiempo ahí. Me miraba intensamente como si pudiera atravesar mi alma solo con eso.

- Estabas ahí? - cuestioné con el corazón acelerado, y con el cuerpo hasta el cuello dentro del agua

- Si - dijo en un tono bajo y calmado sin despegar los ojos de mi

- Durante cuanto tiempo?

Se removió en su lugar y titubeo un segundo, como debatiendo entre hablar o no. Suspiró

- Mentiste por mi? - cambió el tema volviendo a entrar en ese estado de paz

- No respondes mi pregunta - insistí

- Ni tu la mia - defendió con una voz clara, pero relajada como quien había fumado hierba mágica

- Me estabas espiando?

No dijo nada.

Me sentí nerviosa. Si lo estaba haciendo, ¿por cuanto tiempo? ¿me habia visto desnuda? Vio que no tengo pechos, y como soy una tabla de surf con organos dentro. ¿se estaría burlando de mi? ¿y si me grabó? (no, despierta, en este tiempo no existe la tecnología aún) Espera, escuchó mis pedos, los solté con pasión y el estaba ahí sentado espiándome

- Cuanto tiempo has estado ahí?

- Unos minutos antes de que Jacob llegara

- ¿Que viste?

- Nada - bajó la mirada para ocultar una risa pícara

Mierda, escuchó los pedos

-Emma... - se quitó las botas