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No sueños, pesadillas




ariana's perspective






Mis pesadillas eran usualmente sobre tres cosas en general: la muerte de mi madre, la muerte de Thalia y perder a Luke. Lo último me resultaba especialmente angustiante, cuando tenía una de esas noches, no podía dormir porque solo tenía en mente el pensamiento de "¿Y si está herido? ¿Seguro que estará bien?" Luke era un amigo que tenía una alta y especial estima del resto de mis amigos. Él era mi confidente, a quien le contaba sobre mis problemas, mis pesadillas, ambiciones, miedos y sueños. Los sueños siempre se quedaban ahí, ya que mi sueño era tener a mi madre de vuelta pero como que eso no iba a ser posible. Volviendo al tema de Luke, podía decir con seguridad de que él era la persona que más aprecio y confianza le tenía de todo el Campamento Mestizo.
Lo era todo para mí por lo menos.

Aquel día me levanté algo exhausta y nunca sabía porque, se lo atribuía a tener que dormir bajo la Cabaña de Poseidón, algo que siempre olía a mar. Pero del asqueroso y vulgar.

—¡Ariana!—exclamó una voz que no llegaba a reconocer, mientras daba golpes a la perita.—¡Ariana Galanis sal ya! ¿No te acuerdas que hoy es Captura la Bandera?

Estaba a medio despertarme, no queriendo abrir mis ojos. El hueco que me había hecho en la cama en la cabina era tan cómodo que me quedaría ahí durante todo el tiempo que necesitase. El cual parecía infinito. De repente alguien abrió la puerta de la cabaña de golpe, y eso hizo un ruido muy grande, que me despertó de mala gana al instante. Y más cuando vi quién era.

—Sr D, aún es temparno.—murmuré mientras me rascaba los ojos.

—La uña del mediodía señorita.—dijo en un tono irónico.—¿Te parecen horas de despertarse?

—Claro que sí.—respondí.

Finalmente abriendo mis ojos, mientras oía el sonido del cuerno y los gritos de los demás. Quienes seguramente restaban participando en Captura la Bandera, juego para mi que se me daba bien pero del que no solía disfrutar mucho. Le hice caso omiso a la presencia física y divina del Sr D (Dionisio). Él siempre lucía molesto conmigo.

—¿A dónde crees que vas?

—A tomar algo de aire fresco, parece que también lo necesitas Sr D.—dije mientras salía en dirección a los baños en el Campamento. Tristemente no había uno para cada cabina. También lo hice para escapar por unos minutos de los sermones de Dionisio.—Ay dios mío.

Murmure viendo mi reflejo en el espejo, empecé a peinarme el cabello y me di cuenta de una marca en mi cuello. Color morado brillante, tenía una aparecía de estrella con destello. "Yo no tenía esto antes, ¿qué cojones es esto?" pensé mirado la misteriosa estrella en mi cuello. Poco después salí del baño, encontrándome al Sr D esperándome. Desde que llegué al campamento, él empezó a actuar como una especie de padre protector conmigo. Jamás supe porque, pero sí noté como solía preocuparse más a su manera de mí.

—Si me vas a dar la misma charla de todos los días, guárdatela.—dije, tras salir del baño.

—¿A ti qué te pasa hoy?

—Nada.

—Y una mierda que no te pasa nada.

Al girarme, me encontré con la mirada mezclada de preocupación con molestia de este dios. No quería decirle nada, ya que no me gustaba poner mis problemas o preocupaciones en otras personas. Me hacía sentir insuficiente. ¿Qué tipo de persona era si no era capaz de lidiar con mis cosas? Aguante un par de minutos su mirada fija con la mía, era estupida si pretendía ganarle a un dios. Suspire resentida, apartando la mirada.

𝐓𝐇𝐄 𝐁𝐄𝐀𝐂𝐇 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora