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~Gracias por llegar a ser un "nosotros"...

Seúl no parecía haber cambiado mucho en esos meses que estuvo fuera, con la ciudad tan ruidosa y llena de tráfico. Yongbok, a su lado, le iba platicando sobre lo que podían hacer esos días en que estuviera ahí.

—... abrió un nuevo restaurant de brochetas de cordero al que me llevó Jisung —le decía con esa enorme sonrisa—, no era muy bueno, pero podríamos pedir otra cosa para dar nuestra calificación final.

—¿Ya tienen la lista de invitados para la boda? ¿Los confirmados? —preguntó Jeongin, dejando de mirar por la ventana del taxi para voltearse hacia su mejor amigo.

—Mañana llamaré a los últimos para saber si vendrán o no finalmente —Yongbok suspiró—. ¿Vas a ir con tus novios o no?

—No son mis novios —le dijo.

—Ya, ya... —el mayor lo miró con cara de no creerle nada.

Jeongin entendía muy bien su reacción. Al fin y al cabo, ¿qué otra cosa podía esperar? La situación con los dos alfas era muy, muy extraña todavía, y es que aún no esclarecía nada con ellos. Es decir, estaban saliendo o algo por el estilo y, a pesar de que compartían un par de besos, el omega todavía no les decía el tipo de relación que tenían. Contrario a lo que podía esperar, ni Chan ni Minho parecían especialmente acomplejados con esa situación, sin hacer preguntas ni presionando un poco.

Llevaban en eso alrededor de tres meses. Las últimas semanas se habían estado viendo mucho ya que salieron por vacaciones de verano y lo iban a ver a Busan mucho. Demasiado. Jeongin no lo sentía como una presión, pero... ¿No parecía que estuviera dando una imagen equivocada?

Aquello, en lugar de preocuparlo, sólo lo hacía encogerse de hombros.

—... de cualquier forma —siguió platicando Yongbok, sacándolo de sus pensamientos—, ¿irás con ellos o no?

—Ah... —Jeongin lo pensó dos segundos antes de responder—. Sí, sí. No puedo llevar sólo a uno, eso estaría mal.

—Chico codicioso —se rió Yongbok y Jeongin sonrió ligeramente.

Las palabras no lo hicieron sentir mal, porque él ya sabía que no era ser codicioso. Era sólo como las cosas se terminaron dando, además, Jeongin no los estaba obligando a nada. Él los quería a los dos y tanto Chan como Minho parecían haber llegado a un consenso también respecto a eso, después de todo, ¿no se besuqueaban? Jeongin no le veía el problema a eso, sería muy hipócrita de su parte, y lo único que deseaba... Lo único que quería, era ser el único de ellos. El único omega de ellos.

No tardaron en llegar a la casa de Yongbok, donde se quedaría esos días. Saludó a sus padres y hermana, que lo recibieron con un gran abrazo, antes de ir a dejar sus cosas a su cuarto.

—Mañana iremos a ver los últimos detalles de mi traje —le dijo Yongbok—, más te vale que te guste, porque ya no podemos hacer ningún cambio.

—Lo importante es que te guste a ti —contestó Jeongin—, es tú boda, no mía. Si a ti te gusta, entonces yo no tengo nada qué opinar.

Yongbok sonrió, aunque sus labios temblaron ligeramente. Jeongin sabía que el omega estaba muy nervioso a medida que se acercaba la fecha de matrimonio, porque no sólo se iba a casar con Jisung, sino que también a vivir con él. Eran sus últimas semanas en casa de sus padres antes de ir a formar su familia propia.

—¡Oh, no llores! —le dijo, alarmado.

Eso, por supuesto, lo hizo romper a llorar. Jeongin ya se lo esperaba, casi corriendo a agarrar la caja de pañuelos desechables que Yongbok tenía en su velador.

Monocromía ☘ ChanMinInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora