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Decir que Kunhang no se emocionó luego de tal noche, sería una cruel y vil mentira.

Esa noche fue un antes y después para los dos chicos que experimentaron pequeños cambios que tal vez no eran analizados por ellos pero en realidad hizo crecer más su relación de amistad.

No era solo el intercambio de números, que por cierto desencadeno en constantes mensajes a cualquier hora, literalmente. Eran dos sujetos con horarios fuera de lo común, por lo que no sorprendía ver mensajes a las tres de la tarde como ver algunos a las cuatro de la madrugada.

Aparte ya no se sostenían de necesitar a Yangyang en medio de ellos como excusa para verse. Dejun ahora decidía ir directamente a ver a Kunhang sin usar de pretexto a su amigo, aunque nunca lo dejo de lado. Es más había sido completamente abierto acerca de su amistad y cercanía con el otro chico, y aunque el menor había puesto una cara de muerte y algunos peros nunca se generó un conflicto mayor.

Kunhang en cambio sentía que vivía en una fantasía, algo irreal. Había desarrollado una cercanía mayor con la persona que le gustaba, se sentía tan feliz de por fin lograrlo. Era como un paso más dentro de su relación, una que esperaba ver crecer como todo ilusionado que era.

Si tan solo supiera que era la razón por la que Dejun soltaba risitas casuales al ver sus mensajes, o como cuando hacían llamadas al ninguno de los dos poder dormir, y sostenía una sonrisa a pesar de que Kunhang no podía verlo.

Todo parecía ir bien, todo era perfecto, sin embargo ¿En qué historia en la cuales los dos protagonistas son almas sin futuro, sin rumbo, contienen un final feliz? ¿Qué pasa cuando la felicidad queda totalmente eclipsada por terceros en nuestras vidas?

Lleno de sudor y siendo una bola de nervios, Kunhang se despertó. Tan nervioso que su pecho todavía no recuperaba su movimiento casual, más bien parecía que en algún momento su corazón saldría de su pecho e iría por otro camino.

Fue una maldita pesadilla y una que recorrió por completo sus nervios, dejándolo aun despierto alerta a su alrededor.

Su guardián, que velaba por él en cada situación, en cada aventura, en cada batalla había sucumbido ante una fuerza externa. Quien se supone era una figura inmortal, había sido debilitado y se hallaba muerto.

Ni siquiera había visto su descenso en sí, pero basto con ver su moribundo cuerpo en medio de la calle, recuerda también esa sensación pegajosa y húmeda de la sangre al tomar el cadáver e intentar hacer lo que no había hecho en su existencia. Abrazarlo fuertemente. Como si todavía sus nervios sirviesen pero ese personaje ahora hacia de un difunto.

Cuando por fin volvió a la clara consciencia decidió escribirle a Dejun para contarle su sueño.

Ya este sabia de la existencia de este ser en los sueños de Kunhang y aunque lo normal era pensar que era alguna forma de protección de su subconsciente este decidió dejar la picardía de lado y darle un rumbo un tanto más fantasioso.

—Debes sentirte afortunado de lograr tener un ángel protector dentro de tus sueños. Debe ser una sensación muy bonita el sentirte protegido en ese mundo.

—Da una satisfacción ver que no estás solo. Yo siempre pensé que era de alguna forma afortunado de tener a eso, aunque sea en mis sueños mientras aquí en la vida real era solo otro adulto amargado y solo.

—Ahora te debe dar satisfacción ser un adulto amargado y alcohólico pero no solitario.

—siempre tienes que empezar tú Dejun, ¿Lo ves?

—Kunhang... ¿En qué momento te aislaste tanto? No quiero sonar mal pero tienes un círculo social prácticamente cerrado. Solo hablas conmigo o bueno que yo sepa.

—Sabes cuando dices que hay un salto entre la adolescencia y la adultez? Si la hay y la mía comenzó cuando obtuve mi diagnóstico de narcolepsia. Fue como si me tomaran y me dejaran caer en el mar. Me ahogue y no pude respirar y ojalá fuese un ejemplo pero fue literalmente. Llego un momento en el que tuve una crisis tan fuerte que no podía respirar, mi hermana me ayudó, mamá y papá compraban mis medicinas pero sabes...en algún punto nos cansamos.

— ¿Cómo tu familia se pudo cansar?

—¿Cómo no se pudieron cansar? Era solo un parásito dentro de su casa, había parado mis estudios porque simplemente mi cuerpo empezaba a mostrar mi horario de sueños irregulares y como si fuese mentira, ahora tenía dolores corporales. Así que me decidí ir, pedirles un inicial y sustento por unos meses y luego vivir como pudiera. Mis amigos simplemente se cansaron se ser los que me contactaban y yo no tenía tiempo ni ánimos para hacerlo. Ellos también desaparecieron con el tiempo.

—Kunhang, suena como si te estuvieras castigando por estar enfermo. ¿Tu familia no te abandono. ¿Ellos estuvieron ahí para ti o no? Decidiste irte porque te sentías inútil en tu casa

—Volvió el psicólogo Xiao Dejun, como lo extrañe, sin embargo estas equivocado, ellos me dejaron, me abandonaron y no los culpo, yo también saldría de alguien tan complicado como yo. Tienen sus vidas, cada uno de ellos merecen vivir sin tener que preocuparse de una carga más.

—¿No crees que tu mereces vivir feliz y dignamente?

—no me importa la dignidad, pero sabes algo, soy feliz Dejun.

—¿Acaso no extrañas a tu familia aunque sea un poco? no es tarde Kunhang podríamos ir a visitarlos juntos si quieres.

—No tienes que prestarte para esto Dejun, agradezco tu ayuda y preocupación pero no es para tanto.

Si las palabras de Dejun le calentaban de alguna manera su corazón y le hacía sentir un fulgor dentro de sí, su tacto, su mano en su mejilla le daba el sentido de pertenencia que le hacía falta. No solo era esa calidez que había surgido en su cuerpo sino también, fuerte palpitaciones que le hacían jurar que su corazón saldría de su pecho.

—Déjate ayudar Kunhang, déjame ayudarte solo en esto.

—¿Por qué quieres involucrarte en eso? Yo mismo trato de olvidar ese tema y seguir adelante.

—Porque prefiero que pases un poco de dolor y vergüenza ahora a que te arrepientas luego por perderlos completamente.

—¿Crees que me querrán? ¿Luego de lo que hice?

—No te puedo crear ilusiones falsas pero lo averiguaremos, los dos juntos. Si al final rompen ese hilo contigo...compraremos no cervezas, sake o soju para olvidarlo. -Ahí volvía el Dejun poco realista y creativo que conocía de siempre.

—Si es junto a ti y tus chistes sobre alcoholismo, entonces estoy preparado.

Estaba preparado, para dejarse caer en los brazos de la ingenuidad y desconocimiento, totalmente cegado por el presente e incapaz de ver las pistas de siguientes eventos que acontecerían dentro de su vida y golpearía la realidad que tanto se encontraba disfrutando y atesorando.

in my dreams - henxiaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora