𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐈

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En aquel lugar solo se escuchaba la hermosa risa de una chica quién saltaba feliz sobre los cuerpos inertes, nunca había matado a tanta gente y se sentía merecedora de una medalla por ser la primera, dio una vuelta sobre su eje mirando los cuerpos y contándolos uno por uno identificando al instante que también mató oficiales, se sintió mal, ellos no merecían morir pero volvió a sonreír recordando que era culpa de ellos les advirtió y no la escucharon

Tal era su felicidad que no se percato de quien la miraba desde el otro lado con los ojos muy abiertos y la respiración agitada, debería sentir miedo en cambio veía a la chica fascinado, seguía con la mirada sus pasos y inconscientemente sonrió, a pesar de la aterradora escena frente a sus ojos aquella chica le pareció hermosa, única y un peligro que sin duda cruzaría

Ella volteo y sus ojos se encontraron, estuvieron así durante unos segundos y ninguno aparto la mirada del otro, la chica se quitó la capucha revelando su larga melena pelirroja y se quitó el cubre bocas, no tuvo miedo de revelar su identidad a aquel chico y empezó a bailar dedicándole una sonrisa

~Si en mi lista estás, morirás~ avanzaba hacia el cantando y bailando sobre los cuerpos ~Pórtate bien y te salvarás~ rio al ver cómo el chico retrocedió pero piso mal y cayó al piso ~Mi presa voy a encontrar y despedazar

-¿Vas a matarme?- pregunta tembloroso y la chica acaricio su mejilla con dulzura, aquel chico la hechizo con su mirada y tendría que hacerse responsable

~Algo salió mal, la presa ganó y conquistó al cazador~ unió sus labios con los del chico en un beso lento y corto ~Baila conmigo y esquivamos los rayos, para por fin está tormenta acabar~ extendió su mano y el sin dudarlo la tomo y se levantó ~Por ti mi corazón soy capaz de entregar

𝐏𝐑𝐄𝐒𝐄𝐍𝐓𝐄

𝙻𝙸𝙽𝙳𝙰 𝙼𝙸𝙻𝙻𝙴𝚁

No encuentro palabras para describir lo que siento, es como intentar una y otra vez pero a pesar de tus esfuerzos no logras nada

Me remuevo en la cama incómoda, aparto las sábanas y me levanto estirando mis manos al aire bostezando, me acerco al balcón y deslizo las cortinas para ver al sol demostrando que el nuevo día empezó y yo otra noche sin poder dormir. Me acuesto de nuevo con la intención de dormir aunque sea una hora, cuando el sueño y el cansancio de mi cuerpo tuvo efecto y mis ojos se cerraban para dormir la alarma suena eliminando todas las posibilidades -¿Porqué a mi?- me quejo contra la almohada

El sonido de la puerta hizo que me levantará y me acercara a abrirla -Linda cariño ¿Está todo bien?

Me recuesto en el umbral -Si mamá- aunque eso no la convenció del todo

-¿Si? No has estado durmiendo y mira tu estado, ya dime ¿Qué haces que no duermes?

-Trato y no puedo entonces leo un libro pero el sueño no llega- eso tiene algo de verdad, pero no le puedo decir que desde hace tiempo todas las noches una voz inunda mi cabeza y se apodera de mi ser y no se que pasa pero cada que amanece estoy cansada. Me mandaría al psiquiátrico

Suspira y besa mi frente -Dormir es vital para todo ser humano- toca mi nariz -No lo olvides y comer también

-Claro, en un segundo bajo- no tenía ánimos de nada, tomo la primera prenda que veo y me la pongo -Buenos días- exclamo bajando las escaleras

-¿Qué le pasó a mi hermana?- ignoro su comentario y me enfoco en comer mis cereales -¿Qué hace un mapache en la casa?

-Segura que estás bien- levanto mi plato

-Si, papá- lavo los utensilios y los ubico en su lugar -Solo es insomnio, ya pasara- beso su mejilla y la de mamá, a mi hermana le alboroto el cabello recibiendo una queja de su parte -Nos vemos- digo poniendo mi mochila en mi hombro

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