4. Zoo (parte 1)

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—Ya lo saben... 12:20 a.m., él les espera...

...

—¿No creen que deberíamos inventarios nuevos nombres?— Cuestionó el de lentes mientras llevaba un sorbo de cerveza a su boca y se arrecostó aún más en su asiento.

—Tienes mucha razón. ¿Pero cuáles?— Santiago habló, para dirigir su mirada curiosa hacia el más joven.

—¡No sé! Elíjanlos ustedes, ese no es mi problema, el mío lo elijo luego.

Los cuatro se miraron entré si, talvez pensando en lo dicho, no es que tuvieran mucha imaginación, pero solamente se tenían que inventar un nombre y apellido que suenen creíbles.

—¿Juan Carlos Madrid? ¿Suena creíble? — Preguntó el Pintos, siempre pensó que ese nombre era bonito, ¿por qué no usarlo de su segunda identidad?

—¡Wow! ¿De dónde sacaste ese nombre? ¿De una revista o qué? ¡Yo me lo tragaría!— Roberto impresionado por la gran imaginación de su amigo, esperó su respuesta mientras agitaba un poco el vaso de cerveza que sostenía.

—¡Ja, ja! La verdad que disquera sé dé dónde lo saqué... ¡Pero suena bonito! ¿No?

Otra vez una nueva sesión de silencio invadió todo, solamente se escuchaban los sorbos de las bebidas que sostenían en sus manos y sus respiraciones, solamente eso, nadie se animaba a volver a hablar, o eso parecía.

—Ya... ¿Yo, yo qué tal? ¿Parkin Galarriaga? Ing. Parkin Galarriaga.— Riki tomó la iniciativa para ser el siguiente.

—¡Ja, ja! ¿Y ese nombre Riki? Galarriaga, ¿ese apellido existe? ¡Ja, ja! Largariata—. Burló de su hermano, le dio un par de palmadas para seguir molestándolo. 

—¡Cállate, Roberto, a ti cisquera te pedí tu opinión, además que vos disquera tienes un nombre!

Roberto le gusta y le da gracia ver así a su hermano, el molestarlo le hace feliz, desde pequeños nunca ha sido diferente. Lo hace por diversión, o simplemente para ver a Ricardo enojado, el Musso lo conoce, conoce su personalidad grosera y defensiva, pero también conoce a un Riki asustadizo y sensible, al fin y al cabo, es humano.

De niños su hermanito solía escabullirse a su cuarto para "que lo protegiera de los monstruos bajo de su cama", ahora el contar una anécdota así hace que este mismo se enoje, la sigue contando solamente para reírse de él, pero... en el fondo sabe que él abrazarlo en aquellas noches solitarias de niños también lo hacían sentir protegido.

—¡Te equivocas—. Se hizo el ofendido. —¡Yo desde ahora me llamo!... Uh... Ah... ¡José Barrancas! ¡JA! ¿Viste, viste? ¡Barrancas de... Barrancaman!

Ricardo se rio en ironía y puso sus ojos en blanco, los otros acompañantes también rieron a las tonterías del Musso. Tavella rellenó de nuevo su vaso y siguió tomando.

—Entonces... Yo; Juan Carlos Madrid, Roberto; José Barrancas, Riki; Parkin galarriaga, y Tavella...

La mirada de todos regresó al mencionado, esperando con ansias su respuesta, el observado tuvo que comenzar a buscar rápido en sus recuerdos, talvez ahí encontrará la respuesta para lo planteado, uh... ¡Ya lo sabe!

—Jaime... ¿Jaime Corbolan?

—¡Jaime Corbolan! ¡Perfecto!— Roberto animado afirmó. —Por cierto... les quería preguntar, ¿cuándo iremos a darle el informe de Andamio a Marrero?— Curioso preguntó, ya que habían pasado un par de días desde lo sucedido, solamente que necesitaban despejarse un poco, tomar, dar una vuelta, o simplemente pasar tiempo de amigos.

Riki estuvo paranoico los días posteriores a la entrevista, dijo que soñaba con un rostro ensangrentado pidiéndole ayuda. Una descripción algo más gráfica era de; él, en un lugar negro vacío, sin sonidos, movimientos, nada, solamente oscuridad... Rodeándolo y tragándoselo... De dónde está se arrastraba un cuerpo con la misma ropa que usan los internados, se acercaba lentamente haciendo sonidos repugnantes, de quedarse sin aire... Luchando por sobrevivir. Llegaba al frente de él, tomaba su pierna y le mostraba las prendas color crema teñidas en rojo, y aquel gráfico rostro, cuál goteaba más sangre constantemente. Cómo podía, simplemente le pedía... Ayuda...

Los Superhéroes de TajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora