Rosas. [MuiTan/TanMui] TERMINADA

Normalidades

[Muichiro] [No sé, ya lo olvidé]

Estoy aquí para hablar de problemas. No míos, de Tanjiro. Un poco míos también. 

He notado que ni yo ni él nos afectamos por los problemas grandes. Oh, ¿perdí un examen importante? No pasa nada, solo es un papel, ya lo recuperaré. Oh, ¿que ha empeorado mi estado físico? Bueno, ya había pasado, mejoraré. Oh, ¿creo que tengo miedo de no volver a mejorar? ¡Eso es imposible, si ya lo he hecho millones y trillones de veces antes! 

Pero parecemos explotar ante el mínimo inconveniente. Oh, ¿se me cayó la taza de chocolate esta mañana? Mi día está totalmente afectado por eso y necesito una cantidad abismal de un medicamento psicótico para que mejore en menos de 1%. Oh, ¿he pasado verguenza diciendo la respuesta en clase? Pues hoy mismo me muero y este momento permanecerá en el centro de mi mente atormentándome por, por lo menos, las próximas 3 semanas. 

Somos un desastre colectivo. Él sabe ocultarlo y yo también, pero lo sabemos. Esto nadie lo sabe, pero han habido un par de noches en las que Tanjiro llora conmigo y yo lloro con él. 

O llora solo él y yo lo consuelo. O lloro solo yo y él me consuela. Da igual. 

Siempre pasa y siempre acordamos no volver a hablar de eso. No es que yo no lo quiera ayudar ni que él no me quiera ayudar, es solo que creo que coincidimos en que esos momentos son tan humillantes que no podríamos soportarlo. 

Hasta hace poco me estaba sintiendo feliz porque me sentía como una persona normal. Un adolescente normal, con problemas normales, incluso un entorno normal. Pero no. 

Soy más como un normal anormal. Hace parte de mí ser un marginado. Hay algo que me diferencia de lo que se considera habitual y supongo que nunca podré saberlo. 

Es un poco distinto a lo que le pasa a Tanjiro, pero el sentimiento es similar. No importa qué hagamos, siempre llamaremos un poco más la atención. 

Kanao dice que todo el mundo habla de mí. Lo quiso decir como un halago y, al principio, lo consideré un halago. Pero luego caí en cuenta, ¿qué tantas cosas hay por decir sobre mí? 

Lo único que se me ocurre es que tengo cabello largo y soy cercano con Tanjiro. 

Alguien esparció el rumor de mí siendo huerfano. No es mentira, claro, pero siempre puedo decir que mis padres solo están viajando y salirme con la mía en la mentira. Pero, lo que se mantiene en mi mente es; ¿Por qué dirían algo así? 

¿Tengo cara de huérfano, tal vez? ¿En verdad se me nota tanto? 

Últimamente he buscado razones para enojarme. He aprendido a insultar un poco más y... La verdad no estoy exactamente orgulloso por eso. 

Alguien el otro día le dijo a Tanjiro que un príncipe perfecto nunca es el protagonista. Fue un insulto que no afectaría tanto a Tanjiro normalmente, pero ese día se sentía particularmente estresado. 

¿Por qué? Habían ocurrido un par de eventos desafortunados, seguidos en cadena. Tanjiro se despertó tarde, porque estudió hasta tarde, no cenó la noche anterior, no tenía tiempo de bañarse, pero al intentar tomar el café que su mamá le hizo (que ya estaba frío, por cierto), se le cayó encima y tuvo que ir con el uniforme deportivo. Con este frío tan tremendo. 

Llegó tarde, recibió malas miradas de profesores, y como esa noche justamente decidí irme a mi casa para organizarla un poco, no pude ayudarlo y no pude verlo sino hasta después de la mitad de la mañana. Y, por si fuera poco, justamente tenía que participar en un partido de basket. 

Fue porque ganó ese partido que lo insultaron las personas del equipo contrario. Yo estaba ahí, claro, apoyándolo desde las gradas. 

Esa persona dijo eso y él explotó. Yo también. Él dejó la cancha intentando ocultar lágrimas en sus ojos y yo le tiré un balón a la persona que lo dijo antes de ir hacia Tanjiro para abrazarlo y dejar que llore en mi hombro.