Maneje lentamente hacia mi casa, pues mi corazón me gritaba que volviera por ella, pero yo lo ignoraba. Me sentía triste, al pensar que jamás volvería a verla, sus ojos marrones, su cabello largo y castaño, su pálida piel en la que resaltaban sus labios rosados, creo que me estaba enamorando, pero ¿qué me pasaba? , solo la había visto una vez, pero sentía como si al alejarme de ella, ella se hubiera llevado la mitad de mí con ella. Llegue a mi casa y me encontré con mi madre Esme esperándome en la sala con el ceño fruncido. .-Edward, ¿me podrías explicar por favor que son estas horas de llegar?- me dijo ella mientras se ponía de pie con los brazos cruzados y una mirada de desaprobación.
-Perdóname mama, es que me encontré con una Joven cerca del centro comercial y me ofrecí a llevarla a su casa por lo que estaba lloviendo- le explique para que no se enojara En cuanto le explique lo que sucedió su mirada se suavizo - Me tenias muy preocupada Edward, por favor la próxima vez que hagas algo así al menos llámame. - Esta bien mama lo siento- le respondi - Esta bien cielo, hasta mañana que duermas- dijo mientras besaba mi frente y subia las escaleras. Estaba muy cansado asi que subi a mi habitación y cai rendido en la cama, en ese momento me acorde de las palabras de mi madre, -por favor la próxima vez que hagas algo asi al menos llamame-¿próxima vez?, - No creo que halla próxima vez- dije para mi mismo, pues me acababa de dar cuenta que aquella hermosa joven, ahora era la dueña de mi corazón . Aquello me parecía extraño, pues como habia dicho antes solo la habia visto una vez, pero era cierto, estaba enamorado. Cerre los ojos e intente dormir, sin imaginarme la sorpresa que me iba a llevar al dia siguiente, una sorpresa que llenaria mi vida de amor.