IsaRin Week

Día 7: Familia/Mpreg

Título: La mejor victoria
Sinopsis: Rin está por dar a luz, mientras que Isagi juega un importante partido.
Advertencia: Mpreg, Rin Itoshi embarazado.

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El país que ganara pasaría a la semifinal de la copa del mundo, todo Japón se encontraba expectante, el equipo liderado por el delantero estrella Yoichi Isagi estaba a punto de dar una nueva alegría a mucha gente. El primer tiempo terminó con mucha gente celebrando porque el equipo japonés llevaba la delantera. Normalmente Isagi estaría ansioso por el destino futbolístico que vendría, pero en aquel momento su mente solo estaba en una persona.

—Rin... —Isagi nombró y se acercó a él, el cual se encontraba sentado en la banca, vistiendo una chaqueta protectora, al igual que el resto de suplentes.
—No te confíes, tibio. El partido aún no ha terminado.
—Tu esposo tiene razón —comentó Ego—. Aún no ganan nada.

Isagi asintió con su cabeza, quería concentrarse en el partido, pero en cuanto miró a Rin una sonrisa se formó en su rostro y no pudo apartar la vista de él.

—A Isagi le hace tanta falta Rin-chan en la cancha —comentó Bachira, acercándose también a la banca para tomar un descanso.
—Pero es su culpa que él no pueda jugar —agregó Barou, el cual también se sentó a descansar.
—Oigan... —reclamó Isagi.

Rin llevó su mano a su vientre para acariciarlo, el cual se encontraba muy abultado debido a un embarazo que ya estaba en sus últimas semanas. Isagi y Rin llevaban tres años casados y esperaban a su primer hijo, el cual crecía dentro del vientre de Rin, quien tenía una condición que le permitía quedar embarazado a pesar de ser hombre.

—¿Estás bien, cariño? —preguntó Isagi, al notar que Rin se sujetaba el vientre. Los demás los miraron atentos, preocupados por Rin, pero a la vez manteniendo una sonrisa traviesa por el apodo.
—No me llames así frente a estos... —susurró Rin, quería enojarse pero la molestia en su vientre era más grande—. Solo son contracciones —aclaró.
—Ya queda tan poco para que nazca —comentó Bachira, con una voz de emoción.
—Ya el próximo año tendremos a Rin de regreso. —Esta vez fue Chigiri quien se unió a la conversación.
—Si es que Isagi no lo embaraza de nuevo —agregó Hiori, uniéndose también.
—Lo castro —respondió Rin, haciendo sobresaltar a su esposo.
—Dos bebés sería mucho, por supuesto que vamos a esperar para un segundo hijo —aclaró Isagi.
—¿Segundo hijo? —murmuró Rin, incrédulo.

Los demás presentes comenzaron a reír, mientras que Isagi intentaba explicar sus palabras, Rin solo suspiró, acariciando su vientre cada vez que le venía una contracción fuerte.

El segundo tiempo inició, Rin miró con orgullo a su esposo jugando en el campo, y con un poco de nostalgia, extrañaba estar allí. El partido continuó bien, Japón iba ganando pero no podían confiarse, en cualquier momento podían remontarlos, necesitaban marcar más goles para asegurar el partido.

Fue cuando faltaban 15 minutos para finalizar el partido que muchas contracciones fuertes atacaron a Rin, el cual solo pudo abrazarse el vientre y soltar unos quejidos en voz baja.

—¿Rin? —Anri se dio cuenta de inmediato que algo sucedía. Los demás en la banca lo miraron con preocupación, cuando de repente un sonido líquido comenzó a escucharse—. ¡Rin!

El bullicio en la banca llamó la atención de los jugadores, en cuanto Isagi notó que se trataba de Rin corrió de inmediato hacia ellos.

—¿Qué sucede? ¿Rin?
—Rompió fuente, pero está todo bien —respondió Anri, ayudando al embarazado a mantener la calma.
—Hay que llevarlo al hospital, ¡rápido!
—Tú vuelve al juego —ordenó Ego.
—¿Cómo voy a volver si mi esposo está por dar a luz?
—Isagi. —La voz de Rin sonó firme entre tanto dolor—. El partido no ha terminado.
—Los demás pueden encargarse, debemos ir...
—No vuelvas a decir algo así, egoísta tibio.
—Rin...
—Ve a asegurar la victoria y después ven a conocer a tu hijo, yo estaré bien.

Isagi no pudo llevarle la contraria a su esposo, el cual tras decir aquello último fue retirado del lugar por paramédicos, quienes lo llevaron al hospital más cercano. Anri y algunos miembros más del equipo que estaban como suplentes acompañaron a Rin.

Isagi regresó al campo, sintiéndose eufórico, su hijo estaba por nacer, pero primero debía ganar el partido. En los siguientes minutos que pasaron, el delantero se encargó de hacer un hat trick, sorprendiendo a todos los presentes y logrando que Japón pasara a semifinales. En cuanto el partido terminó, corrió ignorando a todos, incluida la prensa y se marchó hacia al hospital donde Rin estaba dando a luz.

Al llegar al hospital se encontró con Anri, quien calmó su desesperación por saber de Rin. Todo había salido bien y después de un rato de espera, pudo entrar a conocer a su hijo.

—Rin... —Isagi caminó a paso rápido hacia su esposo, parándose a su lado y botando muchas lágrimas de sus ojos.

El nombrado miró hacia su marido, una pequeña sonrisa se formó en su rostro.

—Tu papá ya llegó a conocerte —susurró al bebé que dormía entre sus brazos.

Isagi se acercó a Rin para abrazarlo por los hombros, a la vez que su vista se dirigió a su bebé recién nacido, admirándolo por completo.

—Es hermoso. —Su voz sonó entrecortada debido al llanto. Rin mantuvo su pequeña sonrisa sin decir nada, era su hijo, obviamente debían encontrarlo lindo.
—¿Quieres cargarlo?

Con mucho nerviosismo, Isagi tomó a su bebé entre sus brazos, el cual hizo un gesto con su cara que provocó que su pecho se llenara de ternura. Rin los miró con cariño, al fin su hijo estaba con ellos.

—Muchas gracias, Rin.
—Hoy también hiciste un buen trabajo, cariño.
—Te amo, los amo a ambos.
—Yo también.

En cuanto Isagi regresó al bebé a los brazos de su esposo, Rin fue invadido de besos por parte de él. Se mantuvieron así, hasta que sus compañeros de equipo pidieron entrar para conocer a su hijo.

—¡Se parece a Isagi! —exclamó Bachira, con emoción.
—Pobre... —murmuró Barou.
—¡Te escuché! —reclamó Isagi.

La sala se llenó de bullicio, el cual milagrosamente no molestó al bebé, quien de seguro ya estaba acostumbrado a las voces de todos desde que había estado en el vientre de Rin.

Entre medio de las conversaciones que se crearon entre todos sobre los últimos acontecimientos: el nacimiento del bebé y el resultado del partido, Isagi miró con una sonrisa a Rin y a su hijo, tenerlos y que estuvieran sanos era la mejor victoria.

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¡Muchas gracias por leer!