Peor άλφα [Peor Alfa]

1° - Soy una ruina

A Eijiro Kirishima, nunca le había importado eso de los segundos géneros, era algo primitivo, un instinto animal evolucionado sólo para la reproducción y "estatus social", aunque aceptaba que haberse presentado como alfa le había traído ciertos privilegios, no abusaba de ellos. Trataba a omegas y betas como sus iguales, hasta admitía que llegaban a ser mejores que él en muchos aspectos; ganándose así el respeto de aquellos con los que convivía, siendo amigo de todos, una fuente de confidencialidad digna. Después de todo, ser alfa no justificaba ser un cretino con los demás y según su código de masculinidad, el buen trato a quien fuera era primordial.

El año pasado se volvió la fuente de varios cambios para Eijiro; su apariencia, su escuela, su residencia, la vida como la conocía en general. Pero, siempre hubo una constante en tanto caos, un omega con ojos de fuego, Bakugo Katsuki. Su amistad floreció rápido, ni siquiera él sabía cómo habían llegado a ser tan cercanos, formando un pequeño mundo donde siempre estaban, una burbuja sólo para ellos dos y en algunos casos, con Denki Kaminari siguiéndolos. Era su rayo de esperanza, en esos tiempos, jugar en el arcade, las sesiones de estudio, pasar el rato en la sala común, las charlas de noche cada uno en sus balcones. Pequeños recuerdos que lo mantuvieron con vida en aquella oscuridad, empujándolo a obtener la victoria y aún con el susto de casi perder a su mejor amigo, hoy podía sonreír a su lado.

Para eso, atendió cada misión de recuperación, rescate y reconstrucción que se le permitió, ayudó en la rehabilitación de Katsuki, realizó cada una de las tareas que se le asignaban con tal de recuperar aquellos momentos y bendito sean los dioses, que pudo recuperarlos. Ahora crearía más, pues si no fuera poco, durante su servicio de brigadista, volvió a hablar con una amiga de su secundaria.

Los traumas y el tormento parecieron acabar con la entrada a la escuela, un poco tarde, listo para su segundo año. Un nuevo aire se respiraba en la clase, rostros conocidos lo acompañaban, dispuestos a dar lo mejor para dejar pasar la tormenta de hace un año. Como siempre, su amistad con Katsuki, Denki, Hanta y Mina, fue prioridad, este año sería para reforzar los lazos y garantizar una amistad que durara años.

-Kiriii~- le saludó Ashido apenas entró al salón- un pajarito me dijo que te vieron con una chica ayer.

-¿Ayer? Ah, estaba hablando con Fujimoto, de Mustafa ¿recuerdas?

-¿Nuestra secundaria?

-Sí, de tu altura, rubia...

-¡Oh! Sí sé quién es, ¿vas a salir con ella de nuevo?

-Eso espero, quiero volver a conectar con ella, ¿Sabes?

-Sí, ya entiendo- sonrió cálidamente.

Nada salió como hubiera querido; tal vez habían sido los estragos de la guerra o confundió sus sentimientos que tenía por el omega rubio. De una manera u otra no eran excusas por lo que había hecho. Mandar aquel mensaje de texto, se consideraría una cobardía, pero no encontró otra forma de decir las palabras que tanto temía decirle al otro chico. Arruinar su amistad era lo que menos quería, llenarle de esperanza, hacerle algo que nunca debió a alguien a quien decía importarle. Estaba jugando con su corazón -con el de ambos- no era justo, no era correcto, debía tratarlo mejor que esto, ¿Usarlo así? ¿En qué había pensado? cómo se decía un hombre si había tomado así a un amigo, cuando claramente en su mente estaba otra persona.

Sabía que le había dolido al rubio, apenas y le hablaba, pasaba el tiempo con Midoriya -algo normal considerando el infierno que pasaron juntos- aún así dolía, quería ser él a quien buscara, que rieran juntos, pero con justificada razón lo aceptaba, le daría el tiempo que necesitara para reponerse, mientras él haría sus planes.

-Ei-chan, ¿qué se supone que somos?- le preguntó Fujimoto Ichiro, mientras tomaban su almuerzo cerca de los dormitorios.

-¿Qué somos?- preguntó extrañado ante la pregunta.

-Sí, hemos salido por un tiempo, ¿No crees que sea momento del siguiente nivel?

-¿Siguiente nivel?, ¿Cuál es ese?- dudó un segundo, ¿estaban hablando de citas?

-Ser novios, oficialmente, me refiero.

-¿Oficialmente?- lo tomó por sorpresa

-¿No quieres?

-¡No! ¡Claro que sí! Me agradaría mucho- sonrió sonrojándose.

Bueno, por algo se empezaba, con esto sanaría realmente, arreglaría las cosas con Katsuki, aprendería y practicaría con él junto con sus demás compañeros a ser verdaderos héroes. Sería la pareja perfecta para Ichiro, se graduarían juntos, para casarse, tener su familia, todo mientras construía su carrera. Oh, pero que equivocado estaba. No sería hasta muy tarde cuando se diera cuenta de la ruina que sería.