2° - Obsesiones

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Domingo en la mañana, Eijiro despertó con el fin de su celo, respirando un aroma conocido, una combinación de dulce de naranja y madera que lo reconfortaba sonriendo mientras buscaba el origen de este. Encontrándose a su mejor amigo a su lado, durmiendo tranquilamente, escalofríos recorriendo su espalda.

-¿Bakugo?- lo movió ligeramente, despertándolo.

-Buenos días- sonrió el rubio- ¿Cómo sigue tu celo?

-Creo que ya terminó- también sonrió acomodándose en la cama, abrazando al otro con un brazo, éste colocando su cabeza en su pecho.

-Qué bueno... Anoche fue increíble... No puedo esperar a mi celo.

-Je... -rió nervioso- también la pasé bien.

-¿Ei? si recuerdas lo que pasó, ¿No?

Sinceramente no lo hacía, recordaba que el omega llegó con comida y de repente lo tenía debajo de él, su piel tenía la memoria vaga de las caricias, el cuerpo del otro con evidencias de lo que había hecho con él. Era obvio lo que ocurrió la noche anterior, pero no podía recordar los detalles.

-Claro que sí, Kats- sonrió esperando no que no sonara tan falso.

Días después, se encontraba escribiendo un mensaje de texto para el rubio: Hola! Hay algunas cosas que quiero decirte, quiero pedirte una disculpa, porque no voy a poder seguir con lo que dijimos la otra noche, sé que estuvo mal hacerte creer que podíamos ser pareja, pero hay alguien más en estos momentos, alguien con quien quiero compartir todo lo que no puedo contigo. Te quiero demasiado para hacerte esto, por favor perdóname, lo último que quise era hacerte daño, siendo sincero no recuerdo bien esa noche, sé que fue algo importante para ambos y eso nunca cambiará, pero no puedo ilusionarte a que volverá a pasar. Lo siento, en verdad lo siento. Eres mi mejor amigo, no te quiero perder por mi celo.

Ok. Esa fue la respuesta del rubio, una respuesta corta que Eijiro trató como algo positivo, hasta que recibió otro mensaje: Tomaré un tiempo a solas. Comprensible, pensó el pelirrojo.

-Ei-chan

-¿Si?

-¿Estás bien?

-Claro, ¿Por qué?

-Tu cara dice otra cosa, ¿En qué piensas?

-En Ba... En alguien... Estuve con alguien antes de empezar a salir contigo...

-Lo sé, pero no funcionó y por eso aceptaste estar conmigo, lo entiendo perfectamente- sonrió ligeramente- No te preocupes Eijiro, iremos al ritmo que necesites.

Las vacaciones de verano se volvieron el tiempo en el que más disfrutó ser pareja con Ichiro, iban a plazas comerciales, al cine, a la playa. Compartían todo en sus redes y hablaban por teléfono cada noche. Hasta aprovecharían para pasar el celo de ella juntos. No podía esperar marcarla, convertirse en su alfa, al terminar la escuela le propondría tener una vida juntos.

No fue hasta que su celo llegó, que supo que algo andaba mal, que tal vez no fue buena idea, podía jurar que estaba con Katsuki en su lugar. Trató de ignorarlo, convencerse que sólo eran recuerdos involuntarios por la situación, amaba a la chica, ella debía ser su destinada, todo en él se lo decía, todo menos su alfa. Pero. ¿él qué sabía? él sólo pensaba por instinto. Harían que esto funcionara, tal y como ella le había dicho.

Peor άλφα [Peor Alfa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora