𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ↻ my boys © [+18]

06.- 𝗦𝗘𝗕𝗔𝗦𝗧𝗜𝗔𝗡 𝗦𝗧𝗔𝗡

•AU! Lectora es una idol coreana.

•Se menciona brevemente una descripción física.

•Gran diferencia de edad entre la lectora y Sebastian.

Habían muchos rumores sobre ustedes dos, los medios amarillistas y las páginas de chismes no dejaban de hablar sobre la supuesta relación que Sebastian Stan y tu al parecer mantenían.

Y es que... aunque había un poco de verdad, ¿Cómo reaccionaría la gente al saber que una chica en sus veintitantos años anduviera con un hombre de 41? Y especialmente viniendo de una cultura como la tuya.

Recientemente la moda de los ídolos coreanos se ha esparcido por todo el mundo, y muchos famosos (incluyendo a Sebastian) habían caído ante los encantos de las coreografías movidas y canciones pegajosas. En uno de los conciertos que tu grupo dio en Nueva York como el fin de su gira en Estados Unidos, el actor rumano, famoso por interpretar a Bucky Barnes en las películas y series de Marvel, llamó la atención por haber estado en uno de los conciertos de este fin de semana, se le veía tan animado y siempre vitoreaba cuando cantabas tu parte de la canción o simplemente eras tú siendo tú.

Más tarde en esa noche, Sebastian y tu se encontraban en su departamento teniendo otra cita casual como últimamente habían estado compartiendo. Él te mantenía sentada en su regazo mientras que sus manos se dedicaban a explorar tu trasero.

—Te veías realmente sexy con esa minifalda —comentó—. No dejaba de ver tus hermosas piernas.

Su boca dejaba calientes besos por tu cuello y clavículas, sus manos amasaban la carne de tus nalgas y tu cadera no dejaba de hacer movimientos circulares que solo hacían endurecer más su polla.

—Que bueno que te gustó, la elegí solamente para ti —contestaste con un perfecto inglés—. Siendo sincera, no quiero que esto se termine —suspiraste y comenzaste a acariciar sus mejillas, sintiendo como su barba te hacía cosquillas en tus delicadas manos—. Me gusta estar contigo —lo besaste.

—A mi también me gusta pasar tiempo contigo —sonrió en el beso—. Pero si quieres, puedo hacer que esta noche y las siguientes de esta semana duren más —respondió con un tono de maldad.

—¿A sí? ¿Y cómo?

—Bueno, podría por empezar a deslizar esta pequeña prenda que no vamos a necesitar y luego a desabrochar esta otra de acá que nos está estorbando —sus manos quitaron tus bragas y sujetador de una manera lenta pero tan excitante que tu cuerpo sintió un escalofrío por lo mojada y desesperada que empezabas a ponerte.

Te recostó en el sofá y separó tus piernas dejando a su vista tu reluciente coño, depositó pequeños besos alrededor de tus muslos y sin pensarlo mucho, su lengua ya estaba saboreando tus jugos. Su nariz chocaba con tu clítoris y sus manos sostenían tus piernas evitando que las cerraras.

Introdujo dos dedos a su actividad oral, provocando que soltaras un sonoro gemido y jalaras de su cabello acercándolo más a ti. Miró hacia arriba todavía lamiéndote y sonrió cuando te vio retorcerte arqueando tu espalda y apretando una de tus tetas. Se alejó de ti haciendo que gimieras por la separación, comenzó a desvestirse y rápidamente ya tenía su gran miembro jugueteando con tu entrada.

—Por favor —suplicaste, dio una recorrida a tu cuerpo con sus ojos, analizó tus curvas, tu pequeña cintura y tu ancha cadera, se detuvo un poco en tus pechos que a pesar de tu nacionalidad coreana, tenías grandes atributos que a él le encantaban. Sonrió ampliamente cuando te observó alzar tus caderas en busca de placer y sin más rodeos se introdujo en ti.

Sus caderas golpeaban las tuyas y tus pechos rebotaban a la par. Sus besos se mantenían en tu cuello y su agarre en tu cintura era fuerte. Las embestidas eran rápidas y fuertes, tus gemidos y sus jadeos se escuchaban por todo el apartamento y el sofá cómplice de sus acciones, rechinaba por los movimientos.

Salió de ti y en un rápido movimiento te tenía en cuatro sosteniéndote en el respaldar. Sus caderas ahora chocaban con tu trasero y su mano apretaba tu cuello mientras soltabas fuertes gemidos y gritabas su nombre. Sus embestidas comenzaron a ser más rápidas y constantes, un cosquilleo en la parte baja de tu vientre se hizo presente anunciando tu orgasmo y se hizo más frecuente cuando bajó una de sus manos y comenzó a acariciar tu clítoris en una velocidad muy rápida.

Te folló hasta que conseguiste correrte y todavía en tu cima embistió contra tuya hasta alcanzar su orgasmo, sentiste como su polla disparaba gruesas cuerdas de semen y llenaba tu coño hasta hacer escurrir su corrida por la parte interna de tus muslos.

—Quédate esta noche, quédate toda esta semana conmigo, por favor —pidió besando tu hombro.

—¿Y si los medios se dan cuenta? —dudaste mientras disfrutabas de su barba haciéndote cosquillas—. Amo mucho a nuestros fans, pero el odio que puedes recibir de ellos es igual de intenso que su amor.

—Bueno, en ese entonces solo disfrutaremos hasta donde podamos —besó tus labios y luego te folló toda esa noche y los siguientes 7 días restantes.

Lamentablemente los paparazzi se dieron cuenta de su relación y las fotos de ustedes dos besándose y divirtiéndose se hicieron virales, pero para sorpresa de ambos (y de tu empresa), los fanáticos adoraron la química que tienen y lo lindos que se ven juntos, así que su relación duró mucho tiempo a pesar de sus ocupadas vidas, siendo una de las mejores parejas de este año.

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25/02/2024

Hey, volví a publicar por aquí, porque la verdad es que últimamente he estado más enamorada de Sebastian que solo me dieron ganas de escribir con él como protagonista y la verdad me gustó bastante como quedó.

Espero lo hayan disfrutado y comenten que tal les pareció.

Byeeee!