AGOSTO 2014/Mansión familiar, Monte Carlo, Mónaco.
Camille se paseaba por las habitaciones de la mansión aburrida y sin nada que hacer, Charles había salido con su padre y sus hermanos, Pascale estaba trabajando, Victoria y Max estaban en Países Bajos, Ana y Blanca con sus parejas, mis papás en Madrid y los de Carlos en un evento e imagino que Carlos estaría en Mallorca con sus amigos. La casa sola y sin nadie con quien estar, decidió colocarse el traje de baño y disfrutar de la piscina, no la tenían en la mansión de gratis.
Se preparó y bajó hasta la planta baja, tomó un poco de jugo de naranja, chocolate para untar, fresas y melocotones en almíbar. Salió a la piscina y fue directo a donde estaban los bloqueadores solares y bronceadores para colocarse sobre su sensible piel.
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Camille se sentó en una de las sillas al borde de la piscina donde daba el sol perfectamente, se subió los lentes de sol para evitar que quedaran las marcas y disfrutó de música y un libro mientras el sol brillaba sobre ella.
-¿Disfrutas la lectura Cam?-dijo Carlos parado detrás de ella.
-¿Carlos? Te hacia en Mallorca-dijo Camille viendo como se colocaba a su lado.
-Nah, decidí quedarme aquí guapa-dijo riendo-A ver que lees-dijo tomando el libro sobre el abdomen de Camille. Al ver el título peló los ojos-¿Cincuenta sombras de Grey? Estás como muy chica para leer esto ¿No crees?-dijo pasando sus dedos por sus labios.
-¿Pequeña yo? Por favor Sainz, no actúes como si no supieras que ya tuve sexo y no solo una vez, si Charles estuviese aquí, yo no estaría en la piscina si no en su cama-le guiño un ojo.
-Bueno, me sorprende-dijo colocándose de pie-Pensé que esperarías a tus 18 años, pero si a así lo quieres-dijo seco.
-Ya se lo que te pasa-dijo con aires de superioridad.
-¿Así? Según tu ¿Qué me pasa?-dijo viéndola fijo a los ojos.
-Estás celoso de que no fuiste tú quien me desvirgo, es fácil deducirlo.
-¿Celoso yo? Además Charles no me dijo nada, tus muslos están más juntos, tus caderas un poco más anchas y te he visto caminar, así que nadie tuvo que decirme nada.
-Mmm claro claro, imagino que así desvirgaste a muchas y por eso lo sabes-rio ella-Interesante Sainz.
-Puede ser, tú pudiste haber sido una, pero te me apresuraste-suspiró-No puedo hacerlo con una menor.
-¿Estás seguro de eso?-dijo abriendo el chocolate para untar-Si estás seguro de eso, pues está bien.
-Si lo estoy, no quiero ir preso Camille-dijo volteando a verla. Palabras que saldrían de su boca quedaron solo en su mente, cuando la vio tomar una fresa y untarla en el chocolate. Lentamente se la llevó a la boca mientras a propósito mantenía la mirada fija sobre Carlos, el incrédulo se llevó las manos a la cabeza y le sonrió cínico ante lo que ella hacía. Cuando por casualidad, cayó un poco de chocolate en el abdomen de la venezolana y Carlos no fingió en ese momento, la lengua pasó por sus labios y ella le sonrió-Por dios Camille-exclamó el madrileño.
