-Buenos días linda ¿Cómo te fue?-dijo Shawn viéndola entrar por la puerta.
-Buenos días, bien. La verdad normal-mintió-¿Vamos a comer?-dijo subiendo las escaleras.
-Claro, te espero aquí abajo. No tardes.
-No lo haré, trataré de ducharme rápido-dijo subiendo las escaleras con prisa.
Ella se ducho y se cambio lo más rápido que pudo para bajar e ir a desayunar. Cuando pasó por su escritorio, vio la foto que su psicóloga la Dra. Valeria le había dado del chico. Camille solo podía pensar en ¿Quién era ese chico? Cada vez que lo ve, siente una fuerte conexión, como si él fuese de ella y ella de él.
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-¿Qué ocurre que no bajas?-pregunto Shawn entrando a la habitación.
-Shawn, hay algo en estos chicos-decía señalando las fotos-Que me es muy pero muy familiar, sobretodo en este...-señaló al de los ojos verdes-La otra noche soñé con él, con sus ojos, además que me acosté con él y con este-señaló al español-Pero no se quienes son, en el fondo siento que los conozco.
-¿Y si vas donde Valeria? ¿O con tus papás?-dijo Shawn viendo las fotos.
-Con mis papas es imposible, ellos ocultan algo... Shawn, debes ayudarme-dijo Camille entrando al armario donde están las cosas de Jules-Ellos me ocultan algo y esto...-dijo tomando una foto que está rasgada a la mitad donde salen solo ella y Jules-Tiene que ver con eso.
-¿Y cómo quieres que te ayude?-dijo colocándose detrás de ella.
-Ya se me ocurrirá algo, pero necesito respuestas. Esto no puede seguir así.
-Tu fuiste la que decidió irse de Mónaco, tú fuiste quien se alejó... allá tienes la respuesta-dijo Shawn seguro-Eso te dirán tus padres, como que me llamo Shawn Mendes, creo que eso es lo que debes hacer.
-¿Irás conmigo? Al menos no me dejes sola en esto-le pidió con ojos de tristeza.
-Nunca te he dejado sola, desde que firme ese odioso contrato, pero al menos fue increíble estar con una chica como tú.
-En cambio yo no he sido la mejor contigo y tú siempre has estado ahí-dijo ella con la mirada hacia abajo-De verdad gracias, quizás si te mereces una oportunidad después de todo.
-Que gracioso, me lo dices luego de que te follaste a dos en una semana-dijo rodando los ojos-Pero si prometiste que no volvería a pasar, que no sé cómo calmarás esa naturaleza, te creo.
-Lo puedo hacer ¿Acaso no me crees?-dijo abrazándolo-Por cierto ¿Mañana no nos vamos a Los Ángeles?
-Si te creo mi niña-dijo pasando las manos por su cabello-Claro, ya están lista las maletas. Mientras tú disfrutabas anoche, las hice.
-Lo dices para que me sienta mal, no te culpo-rio ella.
-Si eres tontita. Ven, vámonos a desayunar que muero de hambre.
