Capitulo 2

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Jongin sintió como si todo estuviera bien en el mundo por primera vez en su vida. Ahora que su pareja estaba en sus brazos, sintió que no sabía de lo que se estaba perdiendo.

Kris debió darse cuenta de que Kyungsoo era su pareja, porque cuando su pequeño hombre se aproximó al guerrero, Kris fue lo suficientemente inteligente para dar un paso atrás. Jongin podría matar a una roca por Kyungsoo, y el guerrero lo sabía.

Él dejó a su pareja en el asiento trasero de su vehículo y entonces subió detrás de él. Jongin sonrió cuando Kyungsoo se deslizó más cerca de él. Su pareja sintió el jalón. Aprovechando la oportunidad, Jongin sentó a Kyungsoo en su regazo. El pequeño chico no luchó contra él.

—¿Por qué quiero acurrucarme igual que un cachorro y lamerte la cara? —preguntó Kyungsoo. Esos enormes ojos negro tenían a Jongin hundiéndose en un profundo abismo. Una cosa que atrapó la atención de Jongin fue el estado de desnutrición en la que se encontraba su pareja. Si de esa forma cuidaba de sí mismo, esa responsabilidad ya no estaría a cargo de Kyungsoo.

—Te explicaré todo más tarde. Ahora ¿puedes confiar en mí?— Le sonrió a su pareja.

Kyungsoo asintió, acurrucándose en el regazo de Jongin. Acunando a su pareja Jongin se sentía tres metros más alto.

—¿Dónde estamos?—preguntó Kyungsoo cuando llegaron a un camino de grava.

—En casa, donde perteneces.

Cuando ellos entraron ruido de alboroto se oía a través de las paredes. La música estaba fuerte, el video juego estaba encendido, Namjoon y Donghae, dos de los lobos centinelas, estaban jugando al billar. Ese era un día normal en la casa del Alfa, pero Kyungsoo no estaba acostumbrado a todo ese ruido, y Jongin sabía que a él no le gustaban los extraños.

—¡Silencio! —Jongin ordenó con una profunda voz de mando,terminando con todo el caos. La música fue apagada, el video juego colocado en pausa y el silencio reinó en el cuarto.

Todas las miradas estaban puestas en el hombre que Jongin tenía en sus brazos.

Jongin gruñó, acercando más a Kyungsoo, mostrando su reclamo frente a cada centinela en el cuarto. Había solo seis centinelas presentes los otros seis estaban patrullando. Inclinó la cabeza mientras llevaba a su pareja escaleras arriba, subiendo dos escalones a la vez.

Leeteuk veía fijamente a su comandante con la boca abierta.-—Oh, mierda. Jongin encontró a su pareja.

—Si, y si piensas que él era duro antes, solo espera — Kris se rió. Si la reacción que Jongin mostró en el hospital iba a ser un patrón, todos ellos estarían en problemas.

Su comandante medía uno noventa y cinco y pesaba ciento quince kilos de fuerza de antiguo guerrero. Al igual que con su Alfa, Chanyeol, cuando Jongin entraba al cuarto, los elementos se inclinaban en tiempo y espacio ante ellos. Exudaban poder y autoridad. Su masa corporal consumía el oxígeno. Su cabello negro grisaseo, y él tenía esos ojos verdes que les recordaba el color de las gemas de Turmalina*. Jongin era rápido y feroz, causando dolor en mili segundos. Nadie se le atravesaba al lobo.

—Algo me dice que el único que está a salvo es el chico en sus brazos. —Soon Young se estremeció. Aunque no era el único asustado.

—Sucede que el chico es Kyungsoo, el buen amigo de Baekhyun — Kris intervino.

Soon Young gruñó — Por San Pedro, todos los grandes y malos guerreros huyan y escóndanse porque los pequeños chicos van a matarnos —Sacudió la cabeza y le quitó la pausa al video juego.

Manada Park #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora