Capitulo 9 - Final

81 10 3
                                    

—Entonces, ¿qué vas a hacer con tu billetera? —Jongin se reía. Él había casi caído cuando su pareja le dio esa cosa rosa. No había manera de que pudiera rehusársela a Kyungsoo, ¿pero rosa? ¿Qué infiernos le sucedía con ese color?

—Jódete, Jongin. Le voy a poner lo mismo que le pongas a la tuya.

—Bueno, al menos la mía no tiene el unicornio. —Jongin se carcajeó y las lágrimas bajaban por sus mejillas.

—De nuevo. Jódete. —Chanyeol empezó a reírse. Mierda esto era demasiado bizarro.

—Discúlpenme. ¿Esos asientos están ocupados?

Los hombres levantaron la vista y vieron a dos voluptuosas rubias en el borde de la mesa con sus bandejas de comida. Tenían los labios rojos y sus bubis medio salidas de sus camisetas. Sus jeans eran como si estuvieran pegados a la piel, y uno de ellos incluso era tan bajo que se veía algo de la roja tanga.

—Lo siento, señoritas, me temo que lo están. —Jongin les contestó amablemente. Solo porque no estuviera interesado en el sexo opuesto, no significaba que fuera un imbécil.

—Eso es muy malo. ¿No estarían interesados en un pequeño juego con nosotras y sus damas? —La que mostraba la tanga roja, bajó la bandeja y movió sus bubis frente a la cara de Jongin. Oyó un gemido y alejó a la mujer. Kyungsoo estaba parado ahí, se veía devastado. Él cruzó el área de comidas corriendo y giró en una esquina. Jongin se puso de pie y con Baekhyun y Chanyeol fueron detrás de él. Jongin llegó a la esquina, pero Kyungsoo no se veía por ningún lado.

Joder. Joder. Joder. Eso no podía estar sucediendo.

—Baekhyun y yo iremos por el otro lado. Quizás podamos encontrarlo. —Chanyeol y su pareja se giraron y corrieron en dirección opuesta. Diez minutos después Jongin dio con ellos. Sin Kyungsoo.

—Bueno, bueno, bueno. Mi hermanito finalmente salió a jugar. —Seungsoo tomó a Kyungsoo del brazo y lo jaló fuera del centro comercial, empujándolo al interior del carro y entonces se lo llevó.

Seungsoo estaba manejando como loco. Kyungsoo rápidamente se puso el cinturón de seguridad, demasiado aterrado para hablar. No quería estar con Seungsoo. Quería ir a casa, la casa de Jongin.

—Tu novio no está alrededor para salvarte, pequeño retardado. —Seungsoo se estiró y golpeó la cara de Kyungsoo. —Cuando te dije que te quería en casa, eso significaba que vinieras a casa. De cualquier manera. ¿Por qué tu incapaz culo fue llevado al hospital?

Kyungsoo gimió pero no contestó. Él tenía que pensar la manera de lograr escapar. ¿Cómo podría encontrarlo Jongin? ¿Cómo podría encontrar a Jongin? Kyungsoo se sintió con pánico pero logró calmarse. Tenía que pensar claramente. Jongin querría que se calmara y pensara. Seungsoo daba una vuelta tras otra. Kyungsoo trató de recordarlas todas, pero eran demasiadas.

Finalmente, después de lo que parecieron horas, Seungsoo salió del camino principal y tomó un camino de tierra. Continúo un poco más hasta que llevó el carro detrás de una cabaña.Kyungsoo estaba temblando tan fuerte que sus dientes castañeaban.

—Sal de una jodida vez y no empieces a gritar mierdas. —Seungsoo tomó su brazo una vez que Kyungsoo salió del carro, lo empujó duro hacia la puerta trasera tan duro que cayó al suelo. —Maldito retardado, levántate. —El bruto pateó a Kyungsoo, gritándole que se levantara del suelo.

Kyungsoo lentamente logró ponerse de pie. Se alejó pero no fue lo suficientemente rapido, Seungsoo le golpeó más duro en el abdomen entonces Kyungsoo se cayó de nuevo y vomitó.

Manada Park #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora