Capitulo 3

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Jongin vió las rosadas mejillas volverse de un brillante carmesí.—Le pediré algo a Baekhyun para que uses mientras te conseguimos ropa nueva.

Kyungsoo se ruborizó de nuevo, corriendo al cuarto de baño. Salió un momento después con una toalla alrededor de su cintura y su ropa doblada en sus manos. La dejó en el suelo cerca de la puerta de la recamara, jugando con una punta de la toalla mientras su pie tocaba algo en el suelo.

—Ven aquí, lindo bebé.

Kyungsoo levantó la vista hacia Jongin entonces dejó la esquina de la toalla, como si estuviera inseguro de qué hacer. Su pareja suspiró mientras se sentaba en el borde acomodándose la toalla sobre sus muslos.

— Limpié los restos de nuestra comida y sequé el cuarto de baño. No pude encontrar la aspiradora para limpiar la alfombra. —Aún estaba de espaldas hacia Jongin.

— No necesitas limpiar nada, bebé. Yo puedo levantar nuestro desorden.—Jongin pasó sus dedos arriba y abajo del brazo de Kyungsoo .

—Seungsoo dice que si no trabajo, tengo que limpiar para pagar lo que recibo.—Kyungsoo seguía jugando con la toalla quitando inexistentes pelusas. Levantó la vista para ver a Jongin y la bajó de nuevo. Jongin podía decir que él realmente estaba nervioso. La toalla alrededor de la cintura de su pareja era una tentación.

Kyungsoo estaba tratando de empujarse en ella como si pudiera hacerlo desaparecer.

Jongin jaló a Kyungsoo hacia él. Apoyando la cabeza en la palma de su mano, él trazó círculos en la espalda de Kyungsoo .- Aquí no tienes que hacerlo. —Aquí tú me dejarás mimarte. —Jongin besó el hombro de Kyungsoo , viendo que su pareja se tensaba. No queriendo hacer nada para lo que su pareja no estuviera listo, Jongin se apartó. Kyungsoo acomodó una almohada en su regazo, abrazándola para cubrirse con eso.

—Si, señor.

Jongin cerró los ojos, resignado ante la lujuria que elevaba su pene como un cohete con toda su fuerza. Gentilmente sentó a su pareja a un lado, Jongin rodó fuera de la cama, cerrándo la puerta del baño detrás de él. Él estaba en el séptimo círculo del infierno con una bolsa de palomitas y un asiento en primera fila.

Regulando el agua, él se desnudó y entró en la ducha, dejando que el agua bajara de su cabeza a su espalda. Sus manos tomaron su pene. Si él no aliviaba la presión, Kyungsoo podría no estar a salvo. Jongin vertió jabón líquido en su mano y comenzó a bombear su pene. Deslizó el pulgar hacia la ranura de la cabeza de su pene. Gruñó ante las sensaciones imaginando a su pareja de rodillas con sus manos en su espalda mientras tomaba el largo eje de Jongin en su boca. Jongin bombeó más rápido. La lengua de su pareja se deslizaba alrededor de la cabeza de su pene, chupando y lamiendo, él...

—Oh, mi dios.

Jongin se liberó y tomó la toallita para bañarse escondiendo su erección. Kyungsoo estaba dentro del cuarto de baño, con sus ojos bien abiertos y su boca abierta. —Yo-yo-yo quería decir, uh, lo siento, uh, por, uh...ahora ya no puedo recordarlo.

¿Su pareja estaba en shock? Seguía ahí de pie con su mirada fija en la toallita para bañarse. Él iba volver loco a Jongin. Él estaba caliente como el infierno, y aquí estaba la tentación, parada frente a él. Solo tenía que tener más fuerza de voluntad.— Saldré en un minuto, lindo bebé. Sal, hablaremos cuando termine.

Kyungsoo asintió, pero no se movió.

Jongin cerró los ojos, pensando en la mujer más fea que él hubiera visto en sus trecientos sesenta y dos años en la tierra. Eso no ayudó. Su pene seguía malditamente duro y dolía. - Kyungsoo, por favor. Estaré afuera en un minuto.- Qué infiernos era eso, él rogaría si fuera necesario. Él necesitaba aliviar su carga y rápido.

Manada Park #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora