Capitulo 6

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Mierda. Oh, mierda. Jongin lamió la herida cerrándola, palmeó suavemente las mejillas de Kyungsoo. —Vamos, lindo bebé. Abre esos hermosos ojos para mí.

Kyungsoo gimió y sus ojos se movieron.

—Estás bien bebé. Déjame ver esos ojos. —Jongin estaba aliviado de ver que su pareja se movía. Se maldijo por perder el control. Sabía que nunca debió de haber tomado tanto de su frágil pareja. El peso de Kyungsoo no le permitía cometer muchos errores.

— Jongin, nosotros tenemos que hacerlo de nuevo. — Kyungsoo le estaba sonriendo.

Jongin se quedó con la boca abierta. ¿Que había creado? Se percató de que Kyungsoo no era tímido en la cama como lo era fuera de ella. El hombre estaba comenzando a ser una bestia.

Jongin sacudió la cabeza, divertido. —No hasta que ganes peso, mi caliente pequeña pareja. —Acomodó las almohadas juntandolas se acostó de espaldas y jaló a Kyungsoo con él. Su pareja se acurrucó en el ángulo de su brazo.

—En ese caso, voy a comerme la cocina entera. — Kyungsoo se rio graciosamente.

—Duerme ahora, lindo bebé. Puedes comerte la cocina entera mañana. — Jongin jaló las mantas sobre ellos, y apagó la lámpara de su lado.

—Está bien, Papi.

Jeonghan entró en la cocina se detuvo, salió y entonces volvió a entrar. Si, él había visto bien. Kyungsoo estaba sentado ante la mesa con prácticamente toda la despensa frente a él. ¿Qué infiernos? ¿Él tendría lombrices?

—Hey, chico. ¿Hambriento? —Jeonghan comenzó a alejar cosas. Sabía que Kyungsoo no iba a comer todo eso. Jeonghan guardó los dos tarros de mantequilla de cacahuate con las tres bolsas de papas. Una bolsa de pasta sin preparar fue guardada en el fondo de la gaveta Jeonghan se preguntaba qué planeaba Kyungsoo hacer con eso. Él guardó las tres latas de atún y la bolsa de harina en el gabinete. Jeonghan iba a tener que hablar con Jongin. El pequeño parecía confundido acerca de la combinación de alimentos.

—Voy a comerme esas cosas. ¿Podrías devolvérmelas, Jeonghan? - Kyungsoo iba a tomar la botella de aceite de cocina pero Jeonghan fue más rápido.

—¿Y cómo ibas a comerte la harina? ¿Hmm? ¿Mezclada con el aceite y esparcida sobre el atún? —Jeonghan finalmente había retirado la mayoría de las cosas de la mesa. Se sentó frente a la pequeña mierda y se le quedó viendo fijamente.

—Yo necesito ganar peso por Jongin. Así él puede...olvídalo. —se ruborizó Kyungsoo.

Jeonghan sonrió, palmeó el dorso de la mano de Kyungsoo. —Sé por qué. Pero comer harina cruda, y aceite de cacahuate solo hará que te enfermes. Dile al viejo Jeonghan qué es lo que quieres, y te lo prepararé.

—Me gustan esas cosas que hiciste para mí y Jongin la primera noche. Kyungsoo tenía una expresión de concentración. —Eran largas y redondas y tenían carne y un poco de queso blanco. Oh y esa salsa y el queso arriba también.

—Eso es Manicotti. Eso lleva un tiempo. ¿Quieres ayudarme a prepararla? —Jeonghan tomó los artículos que iba a necesitar para hacer ese plato, los dejó todos en el mostrador.

—Está bien. — Kyungsoo se lavó las manos, preparándose para ayudar.

Baekhyun entró corriendo a la cocina. — Kyungsoo, tus cosas están aquí.

Kyungsoo y Baekhyun corrieron al estudio. Había cajas por todos lados. Algunos de los centinelas ayudaron a Kyungsoo y Baekhyun a abrir las cajas y dejar la nueva ropa en el sofá para que Kyungsoo la examinara. La pila seguía creciendo cuando Kyungsoo vacío la última caja. Su lindo abrigo estaba ahí.

Manada Park #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora