No podía descifrar la mirada del tío Sota mientras miraba fijamente a Rintarō.
Me pregunto de qué se conocían.
—¿Qué estás haciendo aquí? —. La del tío Sota sonaba genuinamente confundida.
—Me quedé atascada en el campo esta mañana tío, esperé tanto tiempo hasta que finalmente él llegó y me desatascó. También me acompañó a casa, ¿no es muy amable por su parte? —. Le expliqué, considerando que todo este calvario había sido culpa mía, y que el Sota podía ser un hombre muy asustadizo. Aunque, a juzgar por el aspecto de Rintarō, no estaba asustado en absoluto.
Mi tío era alto, rondaba el metro noventa, e iba al gimnasio con regularidad. Visiblemente tenía muchos tatuajes, y aparentaba menos edad de la que tenía. Su pelo castaño dorado y su barba estaban salpicados de algunos pelos blancos, que eran el único indicio de que estaba envejeciendo.
Miré a Rintarō, que se mantenía en pie con seguridad, aparentemente imperturbable. Era ligeramente más alto que el Sota y de complexión más ancha.
En la habitación reinaba el silencio.
—Así que....um, ¿de qué se conocen ustedes dos? — pregunté para llenar el silencio.
Sota miró a Rintarō, que tenía la mandíbula y los puños apretados. Curioso.
Mi tío se volvió hacia mí y sonrió suavemente. —Nos conocemos del trabajo.
Mis cejas se fruncieron, —¿Cómo es eso posible? Rintarō trabaja en la tienda de tatuajes?
Los dos hombres intercambiaron una mirada.
—Yo tengo otro trabajo. Tu tío supervisa mi trabajo a veces. —respondió Rintarō mientras el Sota asentía.
No sabía exactamente qué era lo que hacía el tío Sota, pero era alto secreto. Sin embargo, tenía sentido porque él también conocía a Yuuji de alguna parte, Rintarō y Yuuji trabajaban juntos.
Canturreé en señal de reconocimiento; era genial que mi nuevo amigo fuera también amigo de Sota. Es decir, esperaba que fuéramos amigos.
Todos los presentes volvieron a quedarse en silencio, hasta que se me ocurrió una idea.
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Amai sakumotsu. ━ Suna Rintarō
FanfictionEl chico inexpresivo se enamoró de la chica amable porque sabía que ella merecía el mundo y que él quería ser quien se lo diera. Yoshida Miyuki era una chica dulce. Era excepcionalmente amable y tenía un aire de sencillez. Entre su trabajo a tiemp...