Thirteen: You're leaving home.

481 54 29
                                    

P.O.V Jeremy

Desperté ya con el cansancio de tener los parpados unidos. Al hacerlo tuve la incomodidad en mis brazos, me di cuenta de que tenía vendas en mis brazos y manos. A través de la venda tenía un cable transparente conectado. Suspiré con cansancio, sentí contacto con mi brazo, voltee aun desconcertado por el asunto y estaba mi madre sonriéndome con nostalgia.

-¿Cómo estás corazón?-preguntó.

No respondí, no tenía la necesidad de hacerlo, no quería hablar con nadie. Mi madre suspiró y enseguida entró un doctor.

-Hola Jeremy, ¿qué tal te sientes?-

No volví a responder, ya me tenía hasta la mierda esa pregunta.

-¿Jeremy?, ¿cómo estás? –volvió a replicar el doctor.

-¿Cómo me siento? y una mierda-casado respondí.

-Jeremy, por favor-retó mi madre.

-Bien...-suspiró el doctor.

Nadie dijo nada mientras me hacía mi revisión, al terminar el que me atendió dio un suspiro.

-Bien señora Fitzgerald, ¿puedo hablar con usted?-

Mi madre asintió y ambos salieron por la puerta, dejándome sólo. ¿Por qué llegue a este extremo? ¿En qué me iba a ayudar? Vincent está muerto por mi culpa, Scott me odia y no sé cómo está Mike. Lo que recuerdo fue que me estaba abrazando y comenzó a llorar, luego dejó de hacerlo, no tengo idea lo que le pasó.

Me recosté en la almohada blanca y fría, sin esperar algo ya, me sentía vacío, sin ningún propósito que hacer. Me sentía inútil ante todos, si salgo nuevamente ¿qué me espera? Antes sentía la emoción de que pasará al siguiente día, que me esperaba, no sentía el vacío que tenía, tal vez se burlaban de mí por mi apariencia, mi familia, mi sexualidad, mi comportamiento pero siempre tenía guardado aquel día en cual todos me quieran. ¿Acaso me querrán cuando muera? Eso era claro, clásico.

La puerta se abrió y mire de quien se trataba, al ver a Mike puse mi atención a él. Él me sonrió con un toque nostálgico y cerró la puerta atrás suyo, después avanzó con pasos débiles a mí hasta sentarse a mi lado. Me tomo de la mano y sentí su tacto con su pena. Me miro y sus ojos se cristalizaron, ese hermoso azul obscuro ya no tenía un brillo que siempre tenía, el brillo que quedaba en él. Su rostro estaba cansado, sus ojeras marcadas, oh Mike... ¿Qué te ha pasado? ¿Qué nos ha pasado?

Ninguno de los dos decía nada, me sentía apenado con él. Parecía un alma cansada.

-Me preocupaste-susurró Mike.

Y capté lo que estaba pasando, acabé con Mike por mi situación, le estaba haciendo daño, le lastimaba el alma, el alma que una vez tuvo una herida abierta; vine yo y volví a abrir la herida haciéndola más grande. Oh Mike...cuanto lo siento...sólo intente amar pero no lo logré, ¿cómo puedo amar a alguien si no me amo a mi mismo? ¿Cómo puedo cuidar y ayudar a alguien si con migo mismo apenas puedo estar de pie? Soy tan idiota por darme cuenta tan tarde, ahora estoy compartiendo mi agonía. No puedo seguir así.

-Mike...lo siento-dije guardándome las lágrimas-no quería arrastrarte con migo-

Me miró a los ojos, esos ojos tan tristes y muertos. Un escalofrío me recorrió por el cuerpo, ¿qué hago?

-Te tengo buenas noticias-cambió de tema.

-¿Cuáles?-pregunté sin terminar la conexión visual.

-Vincent está vivo. El muy cabrón ya había despertado del coma la noche anterior, seguía dormido pero se quitó el detector de pulso. Cuando creíamos que lo perdimos, el doctor fue a revisarlo...lamentablemente no alzó a decirnos que Vincent ya había despertado del coma, hasta tiempo después-

ButterflyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora