Fourteen:Not Today

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Vincent caminaba por los pasillos del hospital con las manos en el suéter, pensaba la situación de Jeremy, si hizo lo correcto o no, se sentía culpable por hacerlo pasar por tanto suceso, no podía odiarse a sí mismo, sabía que era un idiota y todas esas mierdas, de alguna forma tenía que quitarse la culpa y ser feliz o tan solo quedar tranquilo para tan siquiera vivir. Jeremy tomo una decisión que consistía en cambiar su vida, ¿qué tenía que hacer Vincent? ¿Qué es lo que no estaba viendo para poder vivir tranquilo? ¿Qué era?

En ese momento llegó al pasillo donde se hospedaba Jeremy, las puertas abiertas y los sollozos de una mujer dentro de la habitación. El moreno se adentró a la habitación y la madre de Jeremy lloraba recargada en la camilla vacía, su esposo se cubría el rostro con su brazo mientras sobaba la espalda de su mujer. Mike estaba mirando la pared mientras se recargaba con puños cerrados y Scott tomaba sus manos con nerviosismo.

-¿Qué pasa?-preguntó aun sabiendo la razón.

-Jeremy...no está-respondió Scott.

-¡No está!-gritó Mike-¿cómo puede hacer esto? que...que... ¡Maldita sea!-

Vincent miró a Mike, frunció el ceño, su mirada era distinta, fija, profunda, nunca vista por el moreno. El de ojos azules sintió la mirada de aquel y volteó a mirar aquel. Fue ahí cuando Vincent sintió la necesidad de hacerlo, si Mike necesitaba de Jeremy debía darle el favor a ambos. Su necesidad fue tan grande que muy seguro preguntó.

-¿Qué hora es Scott?-

-Uh...hm...4:58, ¿por qué?-

-Mike, ¿enserio necesitas tanto a Jeremy? ¿Lo quieres?-

-¿Por qué preguntas eso?-preguntó Mike reteniendo las lágrimas.

-Contéstame-

-¡Por supuesto que sí!-exclamó Mike captando la atención de los presentes-¡Lo necesito, necesito tenerlo! ¡Lo quiero! Yo...fui un tonto en dejarlo, dejarlo solo nuevamente. Solo...quiero ser feliz con él, hacerlo feliz y no seguro. Quiero...quiero ser su felicidad-dijo mientras una lágrima resbaló en su mejilla hasta resbalar hasta su barbilla.

-Yo sé dónde está-dijo Vincent.

-¿En serio?-preguntó el padre.

-Lo vi salir del hospital...le di mi auto y dinero por que iba a reiniciar su vida...lo vi irse para la salida de la cuidad-

-¿Qué? ¿Por qué no lo detuviste?-dijo Mike histérico.

-¡Eso no importa! ¡Tienes que ir! Si no...será demasiado tarde-

-Yo...yo conduzco-propuso el padre.

-Iré con ustedes-dijo la madre de Jeremy mientras se limpiaba las lágrimas con cuidado sin batir su maquillaje.

Ambos padres se levantaron apresurándose y corrieron fuera de la habitación, Mike fue tras ellos pero antes de salir de la habitación les hizo una señal a sus amigos para que lo acompañaran. Aquellos amigos entendieron la señal, pero antes de correr Vincent tomo la mano de Scott entrelazando dedos. Scott miró al moreno cual ya estaba algo sonrojado, el de tez pálida sonrió con simpleza y apretó aquella mano para seguir a los demás. Durante ir bajando el elevador Vincent se dio cuenta de lo que no estaba viendo y lo mejor que fue es que correspondió a pesar de un error tan grande que cometió.

Al llegar a la planta baja del edificio y salir de él fueron al estacionamiento para subir al auto gris clásico del padre de Jeremy. Ya todos arriba del auto el conductor encendió el auto, técnicas de inicio y un acelerón fue marcado para indicar que iban en camino.

Mientras que el menor estaba soportando el tráfico que había, se encontraba sumido en el asiento soltando sollozos y lágrimas, no pensó con exactitud que el dejar su casa sería tan drástico el sentimiento que tendría dentro, ¿pero qué podría hacer? Quería salvar su vida a toda costa, había algo que lo alejaba de aquellos pensamientos suicidas que alguna vez tuvo.

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