Mi libertad es algo que no cambiaria ni por todo el dinero ni por todo el amor. Solo quería volver a esos momentos con mi familia, las risas con mis amigas después de la universidad, las comidas en casa de mi abuelita. Extrañaba todo lo que Ovidio m...
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Nuevo Laredo, Tamaulipas
Ana Paulina Coello.
— ¿Segura que alcanzas mija?. Mi esposo y yo podemos llevarte hasta tu casa — Negué inmediatamente.
— No señora. Descuide que si me voy rápido alcanzo el camión — Sonreí.
— Nosotros te llevamos. Las cosas se están poniendo feas últimamente — Dijo con preocupación.
— Señora, no se preocupe — Dije riendo — No me va a pasar nada. Todavía es temprano y voy a llegar sana y salva — Dije mirando mi reloj, marcaban las 7:30.
— Pero... — Interrumpí.
— Voy a estar bien — Dije tomando su mano — Me voy para poder alcanzar el camión y llegar a tiempo.
Tomé mi mochila y salí de la casa para emprender mi camino a la parada del camión.
— ¡Con cuidado! — Gritó la mamá de amiga y asentí sin mirarla.
...
— ¿Ya se fue el camión? — Suspiré tratando de calmar mi respiración. No fue buena idea correr dos cuadras antes.
— Si 'mija — Miró su reloj — Tiene 20 minutos que se fue.
— ¿Y usted no sabe si saldrá otro?.
— No 'mija, ese camión fue el último. Tendrás que esperar hasta el primero que es a las 6 de la mañana.
— No me diga eso — Dije haciendo un puchero.
— ¿Si quieres puedo pedirte un carro pa' que venga por usted?, no está bien que una muchachita esté tan sola a estas horas.
Lo mire con algo de desconfianza, pero que podía pasar?. Ya pasaban de las 7 y prefería tomar ese carro y evitarme un regaño de mis papás. Para mi mala suerte, mi celular no tenía tanta batería y no podía llamarle a nadie, pues tampoco tenía saldo.
Después de todo, no creo que un anciano me hiciera algo malo. Aún confío en que existe gente buena y no dudo que él sea uno de ellos.
— ¿Qué dices? ¿Tomas el carro? — Asentí — Permítame un segundo — Dijo alejándose.
Mire como emitía algunas palabras y hacía algunos ademanes. Tome mi celular para avisarle a mi amiga que el camión se había ido y que tomaría un taxi. Sin esperar respuesta guarde mi celular y vi como el hombre se volvía a acerca a mí.
— Listo 'mija ya quedo. En veinte minutos llegan por usted — Asentí — ¿Y eres de por aquí?.
