Culiacán, Sinaloa | 1 mes después
Ana Paulina.
— ¿Cuando vendrá Ovidio, Cleo?.
— No lo sé, señora. No me he comunicado con él.
— ¿Y me permitirías hablar con él? — Una sonrisa se formó en el rostro de ella. Sacó su celular del bolsillo y me lo entregó.
Llame el único número que está registrado.
— Cleo, que no te dije que no me llamarás si no era importante?.
Sonreí al escuchar su voz. Extrañaba escucharlo.
— No es Cleo. Soy Pau.
— ¿Pau? ¿Estas bien? ¿Por qué tienes el celular de Cleo? — Reí al escuchar como me bombardeaba con preguntas.
— Tranquilo — Dijo riendo — Estoy bien y Cleo me lo presto, espero que no te moleste — Dije respondiendo todas sus preguntas.
— ¿Y para qué me llamaste?.
— ¿Te molesta? — Dije alzando mi ceja.
— No, tú sabes que no. Pero no esperaba una llamada tuya.
— Es que... — Mordí mi labio — Te extraño.
— ¿Es en serio? ¿Me extrañas?.
— Mucho, Ovidio. No verte y no escucharte ha sido un martirio para mí. Por favor, yo se que no he sido buena contigo y que no merezco ni que me respondas la llamada, pero por favor, vuelve.
Él se quedó en silencio.
— Te lo juro, te prometo que voy a cambiar.
— Voy a volver mi amor, porque pa' me hago tonto si yo también la extraño y un chingo.
Sonreí.
— Mi chula la dejo porque tengo que hacer unas vueltas. La quiero y cuídese mucho, mi reina.
— Tu también, mi amor — Colgué.
— ¿Y? ¿Qué le dijo el patrón?.
Sonreí cayendo lentamente a la cama.
— ¡Va a venir Cleo! — Dije sin dejar de sonreír.
— Me alegra señora que ustedes estén arreglando su relación. Yo sabía que dentro de ese corazón de piedra, había un amor sincero y bonito por el patrón.
...
— ¿Entonces, Ovidio va a volver? — Asentí emocionada — Que bueno que estes dejando salir el amor que sientes por Ovidio.
— Ya no podía seguirlo ocultando. Lo que me preocupa es mi familia.
— Yo te tengo un plan, pero no sé si tú quieras.
— ¿Cuál es?.
— En estos días voy a ir a Nuevo Laredo con una comadre de mi ama, si quieres tú puedes escribirle una carta y yo se la entrego. Y le podemos decir que, que no diga nada.
— No se, Fanny. Es muy riesgoso. ¿Y si Ovidio se entera?.
Hizo una mueca — Por eso te digo, podemos decirle que no le diga nada a nadie.
— Va a sospechar que no la escribí yo y que Ovidio me está amenazando.
Ella asintió.
— Ya buscare la forma de hablar con ella.
...
Suspire y con temor tome la pluma y hoja que Fanny me había traído. Mordí mi labio y comencé a escribir.
Probablemente estaba haciendo las cosas mal, pero no le tomaba importancia. Mi amor por Ovidio era más grande.
Mamá, te escribo esta carta con el dolor más profundo de mi corazón, porque sé que no estoy haciendo las cosas bien y que probablemente mi decisión te decepcionará mucho.
Se que no has dejado de buscarme, porque tú amor por mí es más grande. Pero así como se que tú amor es grande, quiero pedirte que dejes de buscarme, que yo estoy bien donde estoy y no quiero regresar a casa.
Aquí encontré el amor, la tranquilidad y el respeto. Con él tengo el amor que tanto deseé, el cariño y el respeto que siempre busqué en un hombre. El es mi hombre perfecto.
Te amo mamá, las amo y voy a encontrar la manera de comunicarme. Tú sabes que no te mentiría y jamás haría nada para alejarte, al contrario, quiero que estes en mi nueva vida, pero yo trataré de comunicarme contigo.
Guarde el papel en un cajón y lo cerré con llave.
— ¿Qué guardaba señora? — Cleo me hizo sobresaltar.
— ¡Me asustaste! — Dije tocando mi pecho y ella rio — Una carta para mi mamá.
Una mueca de tristeza me invadió.
— Espero que pronto puedan reunirse, señora. Debe ser muy angustiante no encontrar a su hija.
Asentí — Tu puedes ayudarme Cleo.
— ¿Yo? ¿Como señora?.
— Tu le puedes decir a Fanny que le entregue la carta a mi mamá. Te prometo que no le diré nada a Ovidio, por favor.
Ella negó — No señorita. Me puedo meter en problemas.
— ¿En qué problemas? Por favor. Tu misma acabas de decir que es una angustia muy grande.
— No señora. Yo no voy a ayudarla y mi hija tampoco.
Rodee mis ojos.
Historias con buena trama de IAG o OGL que recomienden?
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Libertad | OGL
FantasíaMi libertad es algo que no cambiaria ni por todo el dinero ni por todo el amor. Solo quería volver a esos momentos con mi familia, las risas con mis amigas después de la universidad, las comidas en casa de mi abuelita. Extrañaba todo lo que Ovidio m...