Cachorro & Omega [Cancelix]

[06]

Lo que ve Félix al despertarse:

🌻💛

Sus días se han vuelto algo distintos a lo que estaba acostumbrado, se han mudado con Cancelo. Eso fue un lado positivo, pasaban mayor tiempo juntos los tres, aunque ahora se incluía a Ali que era una hermana mayor excelente. La niña adoraba a Diego con todo su ser y estaba encantada con su presencia. 

Sus mañanas se han vuelto distintas, cuando anteriormente se levantaba temprano para prepararse. Ahora se daba el lujo de disfrutar unas horas más de sueño, ya que Diego ha dejado de despertar temprano. 
Aunque en esa parte se sentía un poco desplazado por su hijo, el pequeño adoraba a Cancelo y a Alicia, se han vuelto su centro de atención y alegría. Comprendía que tenía un lazo con ellos, pero él tenía miedo de que su hijo lo cambiara. 

-¿Sucede algo, João? -preguntó Cancelo acercándose a él, Félix ni siquiera comprendía bien el porqué el alfa les permitió tanto. Entrar en su casa, su familia y hasta en su habitación. 
Por más que quisiera dormir en otra cama, Diego los quería a ambos con él. No era incómodo, solo lo hacía sentir raro. Cuando generalmente no comparte cama con otro que no sea su hijo, pasa a dormir con un alfa al cual algunas veces amanece abrazado y Diego encima de ellos, incluso Alicia en algunas ocasiones. Es algo que no se imaginaba para sí mismo, muy lejos de molestarlo, a su omega le encantaba todo eso. 

-Solamente estoy pensando, Gypsy. -murmuró al aire. Cancelo estaba cerca, siempre lo hacía. Alrededor suyo siempre merodeaba, lo marcaba con su aroma con la excusa de que a Diego le gusta olerlo siempre. O que debía de evitar la cercanía de otros por el bien del cachorro. Irónico.  

-Sabes que si quieres hablar, puedes contar conmigo. Soy todo oídos para ti, siempre me tendrás contigo. 

Eran esos detalles, las acciones, las palabras que lo llevaban a sobre pensar las cosas. La atención que el alfa le ponía a sus palabras, la forma en que lo miraba. Lo cuidaba mucho, no sabía si creer que se debía a que era porque es el padre de su hijo o había otras intenciones en medio de ellas. 

-João... 

Llamó tanteando terreno, el mayor que había salido de la cocina regresó de inmediato. Mirándolo de esa forma tan extraña, tan especial. Haciendo que su omega se retuerce de ganas por tirarse en sus brazos y entregarse completo. 

-No quiero arruinar nada entre nosotros... pero hay algo que quisiera saber, yo... ¿te gustó? -hizo la pregunta rápido. El alfa abrió sus ojos y juró que lo vio sonrojado. -Solo quería saberlo, es que has cambiado conmigo. Este último mes... han cambiado tantas cosas, me siento tan raro. -dijo apretando sus labios, aún no tuvo respuesta. Se sintió tonto al creer aquello. Claro que no era el tipo de omega que le gustará a cualquiera, mucho menos a Cancelo que siempre ha salido con chicas. Era de esperarse que los omegas varones no eran lo suyo. 

-¿No es obvio? 

-¿Qué? 

Ladeo la cabeza ante la tardía respuesta-pregunta, frunció el ceño mirando al mayor que parecía nervioso ante lo que dijo. El aroma del alfa se espeso a su alrededor. 

-Que me gustas, João Félix. 

El omega se quedó estático, mirando con asombro al escuchar aquello. Cancelo se acercó un poco. 

-Es más, tengo algo importante que decirte... sabes que yo- 

El mayor se vio interrumpido por las risitas de Alicia y Diego quienes venían entrando a la cocina. Muy emocionados. 

-Papá, Joa... mira, después de practicar muchísimo tiempo Diego sabe decir mi nombre. Vamos, diles. -la niña animó, Diego tomó un fuerte suspiró antes de sentarse y abrir su boca buscando decir lo que aprendió. 

Félix y Cancelo los miraban con atención, después sonrió mostrando sus dientitos. 

-Aaaali... -dijo con esfuerzo. 

-Bebé. -Félix se agachó para tomarlo en brazos y llenarlos de besos, Ali se puso contenta por su mayor logró. Y también fue levantada por su papá. 

-Eres una maestra genial, te mereces muchos besos. -Alicia se rió ante los constantes besitos en su cachete, un gruñido bajito hizo que Cancelo ahora deba turnarse para besar a ambos cachorros. 

Félix sonreía con ternura cuando Diego pasó a brazos del alfa, quien cargaba a ambos niños con facilidad. Dándoles besitos. Una imagen que alborota a su omega. 

-Papi. -Como de costumbre Diego lo atrajo en su abrazo grupal y también terminó recibiendo besitos en su mejilla. Estaba rojo como un tomate mientras escuchaba las risitas de los infantes, Cancelo se aprovechaba de que Diego quisiera compartir sus besos. Así que atrevidamente ha besado la comisura de los labios del omega, quien se puso nervioso, liberando su aroma. 

Eso no detuvo al alfa, continuó aprovechando la cercanía y el momento. 

××××××

Félix corría detrás de la pelota mientras era perseguido por Gavi. El omega español pasó a un lado suyo sin detenerse, hasta quitarle la pelota. 

—Apurate más, debemos terminar el entrenamiento y contarme todos los detalles sobre tu nueva vida. —dijo emocionado, el portugués se rió, le había contado a medias sobre la confesión repentina de Cancelo. Aunque prácticamente él lo obligó. El omega español parecía muy interesado en obtener información suya, mientras entrenaban. 

Gavi también ha suspendido el almuerzo de fin de mes que ha preparado para el equipo con su esposo, han optado por darle más tiempo a Félix de adaptarse a la vida familiar que llevarían ahora.

Ellos más que nadie comprendía la necesidad de los cachorros de adaptarse primeramente a los familiares cercanos para poder sobrellevar el salir a reconocer al mundo. Y eso que Diego iba con un añito de retraso. 

—Dime, dime... vamos dime todo. —la emoción de Gavi era notoria, contagiable hasta cierto punto. Han terminado su entrenamiento en equipo, a lo lejos veía a Cancelo practicar con Ferran. 

—Me ha dicho que le gusto, en el camino hasta aquí hablamos un poco. El quiere que tengamos citas, sea en casa o con los niños. Pero quiere que seamos como cualquier otra pareja. —explicó, sentía pena de sí mismo por la forma en que se están dando las cosas. Cancelo era un excelente alfa... pero, ¿qué hay de él? Era un buen omega... o quizás no. 

—Eso es lindo. Deberían de tener sus citas en casa, así no descuidan a Diego. Está en el momento donde más los necesita a ambos, pegados a él como chicle. —Gavi explicó, en un punto Pedri se ha metido entre ellos. Escuchando con atención. 

—Nada de hacer otro mini Félix, eh. A pasitos de caracol, chicos.

Los tres se rieron ante el comentario. 

A él le parecía absurda la idea, pero al hormonas alborotadas alias su omega, le encantaba. La sola idea de un nuevo cachorro en su vientre, un cachorro más de ellos dos. Esa idea lo mantenía en las nubes. 

Continuará...

Sin globo no hay fiesta, que Dieguito ta pequeñín aún...

Pato🌻