ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟜

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Narra Clarisse

Al llegar a casa completamente cansada y aún más sorprendida de la tarde encantadora con Luke, me encontré con mi hermana Sonia, quien estaba absorta en su mundo otaku.

— ¡Hola, pulga! — la saludé con una sonrisa.

— Hola, Clarisse. ¿Cómo estuvo tu día? — preguntó mientras dejaba a un lado sus mangas de anime.

— Fue diferente. Conocí a un chico llamado Luke y tuvimos una especie de sesión de fotos. Fue divertido — le conté, viendo cómo se iluminaban sus ojos ante la mención de fotos.

— ¿Fotos? ¡Quiero verlas! — exclamó emocionada, dejando a un lado momentáneamente sus series japonesas.

— Claro, pero primero quiero saber cómo fue tu día. ¿Te pasó algo interesante? — indagué, sentándome junto a ella en el sofá.

— No mucho, solo la rutina de siempre. Pero me gustaría ver esas fotos, ¿puedes enseñármelas? — pidió, ansiosa por echar un vistazo a las imágenes.

— Claro, ven conmigo a mi habitación. — Nos dirigimos hacia mi cuarto, y mientras le mostraba las fotos, compartí más detalles de mi encuentro con Luke. La interacción con Sonia añadió un toque de calidez y diversión a la jornada.

— Deberías subir esas fotos a tu Instagram, son bellísimas — decía Sonia con una sonrisa en su rostro.

— no es una mala idea pero tendré que editarlas un poco y ya luego las subiré — le respondía y luego con mi mano despeinar un poco a mi hermana.

— vale pero no te tardes en publicarlas — empezó a bostezar

— Deberías de irte adormir ya es tarde pulga

─── ─────

Al día siguiente, me desperté con una sensación de ligereza, como si la tarde anterior con Luke hubiera dejado atrás algunas cargas. Me dirigí a la cocina, donde Sonia ya estaba desayunando.

— Buenos días, pulga. ¿Cómo dormiste? — saludé, sintiendo una extraña tranquilidad en el ambiente.

— ¡Buenos días, Clarisse! Dormí bien. ¿Y tú? — respondió Sonia, mostrando su sonrisa mañanera.

— Muy bien, gracias. Hoy tengo un día libre, así que planeo descansar un poco y quizás hacer algo divertido. ¿Tienes algo en mente? — le pregunté, curiosa por sus planes.

— No, pero podríamos ver una película más tarde o jugar a algún videojuego. ¿Qué te parece? — sugirió, levantando la mirada de su desayuno.

— Suena genial. Después de todo, necesito un día relajado. Además, quiero contarte más sobre Luke y lo que ocurrió ayer. — le dije con una risa, anticipando compartir esos detalles con mi hermana.

Mientras disfrutábamos del desayuno juntas, la idea de pasar el día con Sonia me llenaba de alegría. Aunque mi mente aún guardaba recuerdos complicados, la presencia de mi hermana y la promesa de momentos ligeros me permitían vislumbrar un día prometedor.   

Después de un rato, mi teléfono vibró con una llamada entrante de Nico. Dudé antes de contestar, pero finalmente lo hice, sintiendo demasiada de curiosidad.

— Hola, Nico. ¿Qué pasa? — dije, tratando de mantener un tono neutral.

— Clarisse, necesito verte. Necesitamos hablar. — su voz sonaba ansiosa y urgente al otro lado de la línea.

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