Molestia

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El silencio absoluto es un vacío profundo que existe entre la nada. La falta de vida, de sonido, es lo que da lugar a un silencio profundo que habita entre los corazones de personas que han dejado de sentir, de escuchar lo que el corazón pide, sino lo que la mente exige. Solo existe la ausencia, donde no se trasmite ondas de sensibilidad.

Lisa podía llegar a sentir su corazón acelerarse y su pálpito cada vez más incrementar su respiración, su respiración iba en constante aumento, pero por qué, se preguntaba, pues era raro que se pusiera nerviosa ante algo, o ante alguien, pero al parecer estaba siendo más frágil e insegura ante las personas de Corea del Sur.

- Ay no - Terminó por decir. - Mejor ya vámonos - Tiró del brazo de su padre. - No abren la puerta - Hizo que dejara de tocar el timbre de la residencia tan moderna que tenía frente a él.

- Tranquila, no deben de tardar. Quizá no han escuchado bien - Su padre volvió a insistir tocando con su dedo índice el timbre de nuevo.

- No, no. Ya vámonos, papá. Esto es una señal para irnos de aquí, no debiste aceptar esa cena -

- Pero, Lisa - La volteó a ver arqueando su ceja. - Qué es lo que te pasa, tu nunca te comportas así. Solo tranquilízate, qué tan malo puede ser -

- Pues puede ser muy malo, por algo no abren. El Universo conspira contra mí por lo visto, porque desde que llegamos aquí solo me han pasado cosas vergonzosas que no..... - Volteó enseguida cuando la puerta que tenían enfrente se abrió y ella también abrió sus ojos asustada.

- Buenas noches - Una mujer hizo una reverencia corta. - Adelante, son bienvenidos -

- Muchas gracias - Arnee dio un paso hacia enfrente junto a su hija, quien miraba a la señora esperando algo más. - Usted es.... -

- Yo soy..... -

- La sirvienta de esta casa - Joseph llegaba a interrumpirla. Y Lisa frunció el entrecejo al ver como no le dio importancia a la persona que se tomó el tiempo de abrir para ellos y saludarlos educadamente. - Pasen, pasen. Adelante - Les hizo una seña para que no solo se quedaran en la puerta.

- Me retiro, señor - Leonor hizo una reverencia corta de nuevo y desapareció.

- Qué les ofrezco, ¿agua, soda, algún vino tinto o whisky? - Preguntó.

- Creo que.... - Arnee miró a su hija unos segundos adivinando. - Los dos estamos bien con agua solamente durante la cena -

- Esta bien, por qué no pasan a la mesa de una vez - Los guió para que lo siguieran. Lisa miraba a todos lados que no fuera aparecer la chica de la noche anterior y quisiera denunciarla ahí mismo. - Siéntense - Corrió la silla de Lisa para que ésta tomara asiento, quien lo hizo un tanto apenada, mientras veía al lado suyo a su padre hacer lo mismo. - Les presentaré a mi esposa y a mi hija. Esperen un momento - Salió en fuga hacia la cocina que estaba cerca del comedor pero estaba entre escondida.

- Tranquilízate, solo respira y exhala - Arnee volteó para ver a su hija.

- No, papá. Esto me da un mal presentimiento, no me siento cómoda aún cuando no hemos hecho nada - Respiraba agitada.

- Pero, hija. No podía dejarte sola en la casa, te dije que me estarías acompañando en estas cosas también formales, tienes que aprender hacerlo para cuando tú seas una gran empresaria como tu padre -

Deception // JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora