Mi Ángel

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- ¿Que haces? - preguntó Jack.

- Algo que tú tienes suerte de no hacer...- suspiró Dani - Deberes.

- Ja, yo también los hice algún día, hace unos miles de siglos - recordó Jack.

- ¿Los ángeles van a la escuela? - preguntó girando su silla dejando ver su interés.

- Sip, pero es muy diferente a la de los humanos.- explicó sentándose en una silla al lado de Dani.

- ¿Así como la de Harry Potter? - imaginó Dani con entusiasmo.

- No tonta, no somos magos - rió.

- ¿Existen los magos?

- Quizá, no conozco todas las dimensiones.- dijo Jack alzando los hombros.

- ¿Todas las dimensiones? ¿Qué hay mas de una? ¿Cómo lo sabes?

- Es lo que nos enseñan, existen millones de dimensiones, cada una muy diferente. Entre ellas esta la mía: Ergo, significa "origen" en nuestro idioma. La tuya es: Phana, "competencia"...

- ¿Por qué nosotros competencia? - interrumpió Daniela.

- Mira, tu dimensión en muy complicada, nunca había visto un mundo donde la misma especie se dividiera y discriminara tanto hasta llegar a matarse los unos a los otros, ustedes no lo saben, pero eso los hizo débiles, la unión hace la fuerza.- explicó Jack.

- Oh, ¿En todas las dimensiones hay ángeles guardianes?

- No, en unas dos o tres, las más débiles.

- ¡No somos débiles! -protestó Daniela.

- Si me dejas de interrumpir te contaré porqué digo esto.- indicó Jack, Dani solo lo miró concentrada, él se lo tomó como un "Puedes continuar".- Mira, ustedes, además de lo que ya he dicho, desconocen la existencia de otras dimensiones, por lo que no estarían preparados para un ataque con ellas. Por esta razón Savinna bajó ángeles a estos mundos, a cuidar las amenazas.

- ¿Quién en Savinna?- preguntó Dani.- Lo siento, no interrumpo de nuevo - dijo al ver la mirada de Jack que la obligaba a callarse.

- Savinna es... Tienen un nombre para ella aquí... Era... No, amm... Ah, aquí le dicen "El Diablo"

- ¿No sería Dios? El Diablo hace mal, Dios es bueno.

- Es algo en que los humanos se equivocan, Savinna puede mandar al infierno, sí, pero a los malos, a los buenos o a los débiles los defiende. En realidad nunca eh entendido su lógica ¿Por qué alguien que castiga a los malos tiene que serlo? - Dani alzó los hombros.- En fin, eso es lo "principal".

- Ya veo... - suspiró Dani - Y... ¿Los ángeles tienen novias? Hablo de como los humanos y así.

- No los guardianes. No somos capaces de enamorarnos de otro que no sea nuestro protegido - aclaró Jack, generando confusión en la chica.

- ¿Eso significa que estás enamorado mío?

- No - rió - significa que si me enamorara de alguien tendría que ser de ti.

- Explícate.

- Mira, nosotros vemos a nuestro protegido como el ser más hermoso y perfecto que habita el universo; hay algunos que caen enamorados de estos, pero esas historias nunca tienen final feliz... - dijo bajando la mirada.

- Jack ¿Estás bien? - preguntó acariciando su espalda, el chico asintió - ¿Tú has vivido una de esas historias?

- Sí, hace un siglo, antes de ti, había una chica... Su nombre era Esther, era... Yo no sabía que estaba prohibido, él la mató... - Daniela lo abrazó apenas vio la primera lágrima salir de sus ojos.

- Lo siento, en serio... ¿Quién la mató? ¿Por qué?.

- Fue Arthirys, el es Dios. No estaba permitido que los guardianes nos enamoráramos de humanos, yo no sabía eso, él me lo dijo luego de un tiempo, lo le quise hacer caso... Él se enojó y la mató... Fue mi culpa... - Dani lo intentaba consolar, Jack le dedicaba sonrisas para que parezca que estaba bien, pero más bien le salían muecas.

- Pensé que esas cosas solo pasaban en los libros... - dijo Dani, provocando una pequeña risa en ambos - No entiendo ¿Por qué lo prohibió?

- Porque él se enamoró, no fue correspondido - contó Jack notablemente enojado - decidió que si él no tenía amor con un humano, nadie podría. Él sufrió mucho, ¿Sabes?, y hay veces que el dolor enfría el corazón... Él no es malo, solo está dolido.

- Eso no lo justifica.

- No, no lo hace, pero lo entiendo. Es que... Mierda, es difícil seguir una regla como esa - Dani hizo un ademán de hablar, pero Jack no la dejó - Ya es tarde pequeña, ve a dormir.

- Pe... - quiso reclamar, quería seguir hablando del tema, pero Jack solo desapareció - Buenas noches Jack - suspiró para luego terminar su tarea, cambiarse y meterse a la cama.