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── ˙ 𝐒𝐓★𝐑𝐁𝐎𝐘 !!𓂃✴


















31 de diciembre, 2013

—Mientras esperamos acá el miserable café, el abuelo ahora podría estar recibiendo un tiro -comentó, no muy contento, un chico de pestañas largas—. O ahora...o ahora...¡O ahora!

—Cortala Iván, ya entendí —sentenció sin más paciencia la otra chica que estaba a su lado—. Te dije que mi reloj me va a avisar cuándo eso pase, callate y seguí esperando.

A veces Victoria no se bancaba a su hermano menor, mucho menos cuando se ponía nervioso. Dejaba de razonar lógicamente y sus acciones eran muy impulsivas.

—Uh bueno Vicky, calmate un toque, ¿querés? Solo digo que tenemos que accionar —sonaba como si fuera la cosa más fácil del mundo—. Y no me hablés así, ya tengo 23 años.

Mientras Iván decía lo último, movió sus brazos para agregarle énfasis a la oración y no se dió cuenta de que terminó golpeando a cierta persona bajita que estaba atrás suyo. El golpe ocasionó que los papeles que llevaba en sus manos cayeran al suelo y terminaron regados al rededor de ambos.

—Que gil que soy, siempre me la mando —comentó en un susurro y no dudó en agacharse para recoger las cosas del desconocido—. Perdoname, no te vi.

—No, perdoname vos, estaba pensando en otras cosas —Rodrigo se encontraba muy avergonzado, no era la primera vez que le pasaba esto por andar todo disociado—. No me di cuenta de que estabas ahí.

Iván se quedó leyendo atentamente una de las hojas que había levantado y rápidamente dirigió su vista hasta el chico que estaba en frente suyo. Justo en ese momento, el bajito había echo lo mismo y los dos se quedaron mirando mientras se levantaban del piso muy lentamente.

Rodrigo estaba viendo al chico más hermoso de todo el universo, no lo podía creer. Era unos 20cm más alto que él, pálido, cabello oscuro y un poco ondulado, con unas pestañas larguitas muy hermosas. Aunque le pareció curioso que tuviera puesta una camisa blanca con un moño rojo y un saco gris, junto con un pantalón del mismo color, pero no le prestó atención en lo absoluto a ese mínimo detalle.

El más alto pensaba exactamente lo mismo, sus orbes estaban observando semejante belleza y le parecía surrealista. Su pelo era castaño y aunque estaba completamente alborotado seguía siendo lindo, su altura no era mucha pero eso lo hacía ver adorable. Sin mencionar los hermosos ojos color bosque que lo estaban mirando solo a él.

—Hola —el primero en hablar fue el bajito—. Soy Rodrigo Carrera.

—Iván Buhajeruk -no dudó en responder y le extendió la mano amistosamente—. Es un gusto.

Y en ese momento Buhajeruk recordó lo que había leído anteriormente en aquellos papeles.

—Vos estudiás la dinámica temporal —afirmó el alto—. ¿Cómo sabés tanto sobre la divergencia cuántica?

El castaño no podía creer que un chico tan lindo como Iván le estuviera preguntando aquello. Pero no pudo evitar sonreír y decidió responderle.

—¿Podés guardar un secreto? Soy del futuro.

—¡Yo también! —respondió enseguida Iván con una inmensa alegría—. ¿De qué año sos?

El más bajo estalló en risas ante las palabras de ese tal Iván y terminó de acomodar los benditos papales que se habían mezclado.

—No, estoy bromeando. Es imposible viajar en el tiempo.

Ese mismo día Carre había caído en cuenta de eso y no estaba mal admitirlo en voz alta por primera vez, justo en ese momento.

—Sí, pero es posible matemáticamente —señaló lo que estaba escrito en las fotocopias—. Si leo el título de tu tesis.

Rodrigo temía espantarlo con sus charlas de nerd, pero Iván había empezado y no tenía autocontrol cuando se trataba de los viajes en el tiempo. Humedeció sus labios con la punta de su lengua y sin siquiera preguntar, empezó su parloteo.

—Sí, intento demostrar que la paradoja de Tolman puede darle lugar a la superposición cuántica, y que intercambios de taquiones entre partículas pueden generar y entrelazar pares moleculares. Todavía intento resolver la paradoja casual...

La manera en la que todas esas palabras salían con total rapidez y simpleza de la boca de Rodrigo solo le hicieron pensar a Iván que ese chico era perfecto.

—Dios mío, sos el Elon Musk de tu generación —intentó chamuyarlo con lo mejor que se le ocurrió.

—Sí, bueno...creo que Elon Musk es el Elon Musk de mi generación —Rodrigo se confundió mucho con lo que Iván le acababa de decir.

—No claro, obvio.

Ahora se quedaron en silencio, sin dejar de mirarse con unas sonrisitas bobas. Carre jugueteaba nerviosamente con las cosas que tenía en sus manos y estaba tratando de pensar en que otra cosa decirle al otro para sacarle más conversación.

Pero en eso, Victoria los interrumpió después de que su reloj de muñeca emitiera un pitido extraño.

—Hola soy Victoria, la hermana de Iván -intentó ser lo más educada posible—. Nosotros ya nos tenemos que ir.

Y sin siquiera poder despedirse, Rodrigo vió como ese tal Iván se marchaba del lugar.


















── ˙ 𝐒𝐓★𝐑𝐁𝐎𝐘 !!𓂃✴

𝑰𝒎𝒑𝒖𝒍𝒔𝒊𝒗𝒆 𝑬𝒙𝒄𝒆𝒔𝒔𝒊𝒗𝒆 𝑫𝒊𝒔𝒐𝒓𝒅𝒆𝒓 | ʀᴏᴅʀɪᴠᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora