cinco

22 7 0
                                    

── ˙ 𝐒𝐓★𝐑𝐁𝐎𝐘 !!𓂃✴






















31 de diciembre, 2013

—Es que Iván se mandó una cagada y empeoró las fracturas temporales —empezó a explicar Victoria, enseñándole la tapa del diario—. Pero...el número de muertes sigue cambiando.

Efectivamente, el holograma no cambiaba el titular de la primera plana, solo cambiaban los números y aumentaban a cada segundo. Eso era muy preocupante.

Rodrigo se quedó analizando la situación por un momento. Entrecerró sus ojos y se acercó hasta su pizarra, con un fibrón en mano. Su momento nerd había empezado.

—El atraco y las muertes no están casualmente entrelazados como el intercambio de partículas de taquiones de mi teoría, que ahora es un hecho —rió levemente ante su propio comentario—. Es demasiado tarde para detener el robo del banco...porque ahora está solidificado en un punto fijo en el tiempo.

Terminó de escribir cosas inentendibles en aquella pizarra y se volvió a acercar a los dos hermanos.

—Es imposible detener el asalto del banco. Pero las bajas siguen cambiando, no están fijas en el tiempo. Pueden reparar la línea temporal y salvar a todas esas personas mientras dejen que el robo siga ocurriendo.

Iván estaba casi babeando al escucharlo dar toda esa explicación. Simplemente no podía creer lo hermoso que se veía cuando se ponía a desvariar, diciendo cosas demasiado complejas. Parecía que Rodrigo estaba explicando como preparar un café o algo así de básico y simple, pero en realidad estaba diciéndoles cómo debían arreglar su problema con la línea temporal.

Ahora la chica se encontraba a metros de los dos jovenes para terminar de planear su operativo. El regreso a casa estaba cada vez más cerca y ya no veía la hora de irse a dormir, estaba agotadísima.

Por otro lado Iván y Rodrigo hablaban de cosas triviales, ambos sentados sobre el escritorio y riéndose por lo bajo.

Iván terminó de darle el contexto de como terminaron en ese año, junto con algunas otras anécdotas, pero tratando de no darle tantos spoilers del futuro de la tierra. No quería volver a estropear todo.

Rodrig también le contó la historia del por qué terminó estudiando los campos cuánticos y se sintió un poco raro cuando Iván comentó que “Volver Al Futuro” era una película viejísima para él, que ni siquiera la había visto porque simplemente no se encontraba en ningún lado. Claro, ambos venían de épocas muy diferentes con mucha diferencia en el medio.

Por eso Rodrigo decidió hacerle un resumen de esa saga de películas, para que al menos pudiera saber de qué se trataba y cómo se hablaba de los viajes en el tiempo en aquella época. Iván lo escuchó muy atento, fascinado con la cantidad de detalles que Rodrigo recordaba sobre esos filmes.

Pero el tiempo había pasado exageradamente rápido y ya tenían que irse hasta el banco para salvar el día. Aunque a Carre le hubiera gustado poder conversar más con ese chico, realmente le había parecido muy lindo en todos los sentidos existentes. Su pulso se aceleraba cada vez que veía a Iván sonreír, estaba seguro de que las pupilas de ambos se agrandaban cuando hacían contacto óptico.

Y santo cielos, Iván no podía mirar los gruesos labios de Rodrigo sin pensar en las enormes ganas que tenía de besarlo. Por primera vez estaba tratando de controlar sus impulsos porque sabía que no debía...al menos por ahora.

—Nos re salvaste Rodrigo, muchas gracias —agradeció Victoria—. Ahora sabemos qué hacer.

—Yo voy con ustedes —quería seguir ayudándolos.

—No Rodri —el mencionado se sonrojó ante aquel apodo enunciado por el alto—. Es muy peligroso, mejor quedate. Pero vamos a volver, te lo prometo.

Iván le sonrió muy dulcemente a Rodrigo y este no se pudo negar. Los dos hermanos desaparecieron espontáneamente y lo dejaron solo, tenía tiempo de volver a procesarlo todo.

Su vista se quedó clavada en el ventanal que se encontraba en esa oficina, le otorgaba un paisaje muy hermoso de la ciudad. Iba anocheciendo poco a poco y recordó que pasaría año nuevo solo, lejos de su casa y de su familia por haberse mudado hasta allí. ¿Todo para qué? Para terminar comprando cafés. Sentía que había fracasado.

Aunque si Rodrigo no trabajaba ahí, nunca iba a encontrarse con Iván y probablemente nunca iba a enterarse de que su teoría era cierta. Le gustaba pensar que ese era el destino; conocerse. Hasta que su ensoñación romántica se acabó y su cabeza empezó a funcionar racionalmente otra vez, teniendo en cuenta varios hechos...

Iván tenía 23 años como él, sí, pero Iván los tenía en el 2049, no en el presente de Carre.

Hizo los cálculos y para ese año iba a tener 59 años de edad. No iba a estar muy bien visto salir con alguien tan joven...

—La puta que me parió —ese descubrimiento fue como un baldazo de agua fría en otoño—. No puede ser posible que me esté pasando esto.






















── ˙ 𝐒𝐓★𝐑𝐁𝐎𝐘 !!𓂃✴

𝑰𝒎𝒑𝒖𝒍𝒔𝒊𝒗𝒆 𝑬𝒙𝒄𝒆𝒔𝒔𝒊𝒗𝒆 𝑫𝒊𝒔𝒐𝒓𝒅𝒆𝒓 | ʀᴏᴅʀɪᴠᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora