𝗧│Eres mi canción favorita, esa que me eriza la piel y hace mi corazón latir cuando la canto en voz alta.
⎯⎯ Te encontré y ahora no te dejaré ir otra vez.
⎯⎯ Deberás soltarme cuando el momento llegue.
⎯⎯ Encontraré la manera de que te quedes ⎯⎯...
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LA MAÑANA ERA FRÍA PARA MUCHOS Y LA NEBLINA LO HACÍA TENEBROSO PARA OTROS, pero para aquel caballero era su salvación al ocultarse entre ella
⎯⎯ La niebla se hace más densa ⎯⎯ Suspiro con alivio al saber que no sería atrapado ⎯⎯ Supongo que tuve suerte. Suerte, ¿Eh? ⎯⎯ Se burlo de sus propias palabras ⎯⎯ Eso es tan ridículo. Sin importar a donde huya, seré rodeado por demonios
Rio con sorna al recordar lo que paso hace unas horas en aquella posada donde había dormido con tanta tranquilidad hasta oír los murmullos fuera de su habitación
⎯⎯ Un caballero sagrado se encuentra en esta habitación
⎯⎯ Hay que darnos prisa y reportarlo
Recuerda haberse sentado en su cama de manera estrepitosa al oír aquello y guardo silencio para seguir escuchando
⎯⎯ Si ofrecemos el alma de un caballero sagrado, seremos salvados
Se rio con más fuerza al saber que había podido escapar sin ser visto y había salvado propia alma de aquellos aldeanos que lo iban a entregar como si lo canjearan por sus propias, tristes y patéticas vidas
⎯⎯ Primero fuimos derrotados por los siete pecados capitales y expulsados del reino, y ahora.... Ahora somos comida para los demonios, ¿Que más podría pedir?
Unas grandes pisadas lo hicieron dejar de hablar con él mismo y jadeo con horror al ver como una gran figura se movía entre la neblina
⎯⎯ ¿U- Un demonio? ⎯⎯ Titubeo con terror
Un grito desgarrador salió del fondo de su garganta al sentir como casi era aplastado como si nada y antes de desfallecer tuvo un solo pensamiento
⎯⎯ Así que esta es la muerte. Algo decepcionante, diría
[....]
La rutina de todos los días lo mantenía cuerdo y consciente lo que más podía. Extrañaba con desesperación a sus padres, pero debía hacerse a la idea de que quizás no volvería a verlos jamás
Pero hacerte a aquella idea no era tan fácil, por lo cual aún lloraba por ellos y el insomnio se convirtió en su mejor amigo al igual que el amargo café
Elizabeth había estado a su lado en todo el proceso de depresión y aunque al principio la idea de mantenerla a su lado la detestaba hasta el punto de aborrecerla, ahora se había convertido en su compañera de viaje donde la taberna volvió a su funcionamiento con él en la cabeza
Ella no era tan despreciable como creyó que era, solo era cuestión de conocerla mejor y dejar de lado los celos que ella sentía por su madre al tener a su padre
